¿Un "parche" de Burundanga sirve para controlar a una persona?

El jefe de la división Toxicología del Hospital de Clínicas, Eduardo Scarlato, dijo hoy que un parche de escopolamina, mal llamada "burundanga", "no alcanza para producir la sumisión química" de una persona en caso de que se le aplique contra su voluntad.

07 DIC 2017 - 14:13 | Actualizado

El potencial de la burundanga como arma para cometer delitos volvió a estar en la agenda pública a partir de que se conociera ayer que una adolescente de 16 años tuvo que ser internada en la localidad bonaerense de Caseros luego que un desconocido le pegara al salir de la escuela un sticker que, según transcendidos, contenía escopolamina.

"El parche es una forma farmacéutica de presentación del medicamento escopolamina y una de sus indicaciones es el manejo de náuseas y vómitos, pero la dosis terapéutica y la forma en la que se la administra no alcanza para provocar una situación de sumisión química", dijo Scarlato a Télam.

El especialista explicó que "si fuese de otra manera, todos los que los usan debieran tener la misma manifestación" de amnesia o pérdida de voluntad, "pero esto no ocurre".

Scarlato refirió además que los efectos que provoca la absorción transdérmica de esta droga no son inmediatos.

"Esta forma de presentación (parches) es para medicamentos que se necesita que se liberen sostenida y lentamente: el comprimido se absorbe más rápidamente y mucho más aún por vía endovenosa", dijo.


"Es bueno no generar pánico"

Por eso, lo que se ha visto en los casos de comisión de delitos "es la administración por vía digestiva, ya sea porque se mezcla con una bebida o un caramelo", porque de esta forma "se tiene un efecto relativamente rápido".

"Me parece importante y prudente clarificar que si bien estas situaciones existen para actos delictivos también, es bueno no generar espacios de pánico", dijo.

El especialista explicó que también es "irreal" y "una fantasía" pensar que se puede lograr bajarle la voluntad a otra persona "soplando un polvo" en su cara o haciéndole que toque una superficie contaminada con esta sustancia.

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07 DIC 2017 - 14:13

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"El parche es una forma farmacéutica de presentación del medicamento escopolamina y una de sus indicaciones es el manejo de náuseas y vómitos, pero la dosis terapéutica y la forma en la que se la administra no alcanza para provocar una situación de sumisión química", dijo Scarlato a Télam.

El especialista explicó que "si fuese de otra manera, todos los que los usan debieran tener la misma manifestación" de amnesia o pérdida de voluntad, "pero esto no ocurre".

Scarlato refirió además que los efectos que provoca la absorción transdérmica de esta droga no son inmediatos.

"Esta forma de presentación (parches) es para medicamentos que se necesita que se liberen sostenida y lentamente: el comprimido se absorbe más rápidamente y mucho más aún por vía endovenosa", dijo.


"Es bueno no generar pánico"

Por eso, lo que se ha visto en los casos de comisión de delitos "es la administración por vía digestiva, ya sea porque se mezcla con una bebida o un caramelo", porque de esta forma "se tiene un efecto relativamente rápido".

"Me parece importante y prudente clarificar que si bien estas situaciones existen para actos delictivos también, es bueno no generar espacios de pánico", dijo.

El especialista explicó que también es "irreal" y "una fantasía" pensar que se puede lograr bajarle la voluntad a otra persona "soplando un polvo" en su cara o haciéndole que toque una superficie contaminada con esta sustancia.


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