"En las próximas semanas renunciaré como miembro del Senado de Estados Unidos", anunció Franken en un esperado discurso, tras el aumento en las últimas horas de las presiones en el seno de su propio partido para que dimita.
En declaraciones que sólo duraron 11 minutos, el senador -una ex estrella naciente de la política demócrata- dijo: "Puede que renuncie a mi puesto, pero no renuncio a mi voz".
Franken agregó que no puede ser investigado por el Comité de Ética del Senado y representar a su estado, Minnesota, al mismo tiempo. "Voy a estar bien", selló el monólogo y agradeció a su familia.
Ayer, más de una docena de senadoras demócratas le pidieron que renuncie tras conocerse una sexta acusación de abusos sexuales.
Horas antes un mujer había contado que, en 2006, Franken intentó besarla por la fuerza y, más tarde, otra sostuvo que el legislador le apretó "un puñado de carne" inapropiadamente en su cintura mientras posaba para una foto con ella en 2009.
Franken, el ex comediante que se hizo un nombre en "Saturday Night Live" e incluso uno de los demócratas más populares que llegó a sonar como posible candidato a la presidencia para las elecciones de 2020, enfrentó hoy el llamado de su bancada para correrse a un lado.
Ayer, la senadora Kirsten Gillibrand de Nueva York, la primera en pedir la renuncia, fue contundente: "Ya es suficiente. Necesitamos trazar una línea y decir que nada de esto está bien, nada es aceptable, y nosotros, como líderes elegidos, deberíamos mantener un estándar más alto".
Después, un torrente de demócratas la siguió en su pedido.
"Estoy sorprendida y consternada por el comportamiento del senador Franken", dijo la senadora Patty Murray, del estado de Washington. "Es claro para mí que éste fue un problema profundamente dañino y persistente y un patrón claro durante un largo tiempo. Es hora que se haga a un lado".
Conyers, presionado, tambien había anunciado su retiro
Hace dos días, otro demócrata, el veterano congresista John Conyers, acusado también de abusos sexuales y con 27 años en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció su retiro, también muy presionado por sus compañeros.
Ayer, la revista Time publicó un hito editorial en su tapa y eligió como "Persona del Año" a las víctimas que "rompieron el silencio" para denunciar el acoso y el abuso sexual en espacios de poder en Estados Unidos y que forjaron el movimiento colectivo #MeToo (#YoTambién).
Además de Franken y Conyers, hay varios políticos estadounidenses acusados de abuso y acoso sexual como el ex presidente George Bush y el candidato de Donald Trump para ser senador por Alabama, Roy Moore.
"En las próximas semanas renunciaré como miembro del Senado de Estados Unidos", anunció Franken en un esperado discurso, tras el aumento en las últimas horas de las presiones en el seno de su propio partido para que dimita.
En declaraciones que sólo duraron 11 minutos, el senador -una ex estrella naciente de la política demócrata- dijo: "Puede que renuncie a mi puesto, pero no renuncio a mi voz".
Franken agregó que no puede ser investigado por el Comité de Ética del Senado y representar a su estado, Minnesota, al mismo tiempo. "Voy a estar bien", selló el monólogo y agradeció a su familia.
Ayer, más de una docena de senadoras demócratas le pidieron que renuncie tras conocerse una sexta acusación de abusos sexuales.
Horas antes un mujer había contado que, en 2006, Franken intentó besarla por la fuerza y, más tarde, otra sostuvo que el legislador le apretó "un puñado de carne" inapropiadamente en su cintura mientras posaba para una foto con ella en 2009.
Franken, el ex comediante que se hizo un nombre en "Saturday Night Live" e incluso uno de los demócratas más populares que llegó a sonar como posible candidato a la presidencia para las elecciones de 2020, enfrentó hoy el llamado de su bancada para correrse a un lado.
Ayer, la senadora Kirsten Gillibrand de Nueva York, la primera en pedir la renuncia, fue contundente: "Ya es suficiente. Necesitamos trazar una línea y decir que nada de esto está bien, nada es aceptable, y nosotros, como líderes elegidos, deberíamos mantener un estándar más alto".
Después, un torrente de demócratas la siguió en su pedido.
"Estoy sorprendida y consternada por el comportamiento del senador Franken", dijo la senadora Patty Murray, del estado de Washington. "Es claro para mí que éste fue un problema profundamente dañino y persistente y un patrón claro durante un largo tiempo. Es hora que se haga a un lado".
Conyers, presionado, tambien había anunciado su retiro
Hace dos días, otro demócrata, el veterano congresista John Conyers, acusado también de abusos sexuales y con 27 años en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, anunció su retiro, también muy presionado por sus compañeros.
Ayer, la revista Time publicó un hito editorial en su tapa y eligió como "Persona del Año" a las víctimas que "rompieron el silencio" para denunciar el acoso y el abuso sexual en espacios de poder en Estados Unidos y que forjaron el movimiento colectivo #MeToo (#YoTambién).
Además de Franken y Conyers, hay varios políticos estadounidenses acusados de abuso y acoso sexual como el ex presidente George Bush y el candidato de Donald Trump para ser senador por Alabama, Roy Moore.