Presentaron el equipo Movistar Team con "Balito" Sepúlveda

El chubutense Eduardo Sepúlveda fue presentado hoy en la ciudad de Madrid, España, como integrante de uno de los equipos de ciclismo más importantes del mundo, junto a figuras como Nairo Quintana y Alejandro Valverde.

Fue presentado el equipo del Movistar Team con el chubutense Sepúlveda.
14 DIC 2017 - 20:37 | Actualizado

Lo habrá soñado cuando se subía a su bicicleta en Chubut, su tierra natal. Lo habrá visto mientras competía en algunas de las carreras de barrio que organizaban sus padres. Y lo imaginó cuando se entrenaba después de pasar horas frente a la televisión mirando el Tour de France y, a la estrella de aquel momento, Lance Armstrong. "Me imaginaba cosas como que era Armstrong. Viste cuando sos pibe que flasheás (sic) cosas... Y después me lo encuentro en la salida del Tour y wow... Se me puso la piel de gallina", así describe Eduardo Sepúlveda, en diálogo con Clarín, uno de los mejores momentos de su carrera. Este jueves el chubutense vivió otra jornada especial: fue presentado en Madrid, junto a sus compañeros, como uno de los integrantes del Team Movistar.

?Con 26 años, le llegó una gran oportunidad. Uno de los mejores equipos del mundo posó sus ojos en él y durante las próximas dos temporadas, competirá junto a las máximas figuras. Su debut será en la vuelta a San Juan desde el 21 de enero y, aunque sabe que no tendrá el mismo protagonismo que antes, resulta motivador su porvenir.

?"El desafío es otro. Intentaré apoyar a mis compañeros, quienes son corredores que ganan el ranking individual y por equipos. La idea es aprender de ellos", puntualizó quien compartirá equipo con experimentados ciclista de nivel internacional, como el colombiano Nairo Quintana, ganador del Giro de Italia 2014 y la Vuelta a España 2016, y el español Alejandro Valverde, campeón de la Vuelta en 2009.

En la altura de Andorra, Sepúlveda encontró el lugar propicio para instalarse cuando la agenda deportiva le da un respiro. "Estoy viviendo en la montaña, a dos mil metros de altura. Me sirve para trabajar la oxigenación y me queda súper bien porque tengo el aeropuerto de Barcelona relativamente cerca para poder ir a las competencias", describe Sepu sin dejar detalle librado al azar.

Criado en el seno de una familia que lo impulsó a desarrollarse en el ciclismo, Sepúlveda tuvo que ingeniárselas para solventar los gastos que demanda el deporte y seguir con la práctica. "En Argentina tenía que buscar un sponsor del gobierno, de la ferretería, la cooperativa, la estación de servicio... Armás la bici, te caes y si rompés algo, tenés que salir a pedir prestado porque no podés correr", contó sobre las peripecias que tuvo que hacer para continuar corriendo. Y siguió: "Cuando estaba en el colegio, mi papá se ocupaba de gestionar las cosas. Iba a Chubut Deportes o a la Cooperativa. Ya en la Selección se ocupaba la Secretaria de Deporte. Una vez que sos Sub 23 ya está. El problema es cuando sos júnior. Ahí tenés que ir ganándote un lugar y es la edad más complicada, por eso muchos chicos dejan".

A base de buenas actuaciones en las Selecciones menores, Sepúlveda se abrió las puertas de Europa: "En el primer año como Sub 23 me incluyeron en el equipo de los Juegos Odesur y empecé a viajar con la Selección Mayor. Gracias a eso, me llegó un contacto de la Federación Ciclista Internacional, que tiene sede en Suiza, diciéndome que tenían lugar en un equipo de corredores de países en los que el ciclismo es un deporte subdesarrollado", detalló.

A partir de allí, el argentino despertó la atención del equipo Fortuneo Oscaro y eso representó el salto de calidad que buscaba. "Tenía 21 años y firmé contrato en Europa con Fortuneo. Fue un sueño. Todo el trabajo hecho y lo que me había ayudado mi papa tenía sus frutos. Muchas veces tuve que tocar puertas y pedir plata para viajar a los nacionales. Y ahí ya estaba todo resuelto: una vez que firmás, ya tenés tu sueldo, recibís por email la convocatoria, te mandan los pasajes de avión. Ellos se encargan de todo, sólo hay que dedicarse a entrenar y correr. De la noche a la mañana, pasé a ser profesional y dejé de ser amateur", recordó.

Del niño que prefirió abocarse al ciclismo antes que al fútbol porque le daba más "independencia" al hombre que transita su actualidad en línea ascendente. "Representamos la ilusión de todos los ciclistas argentinos. Ojalá el deporte pueda ser más conocido y reconocido en el país", expresó en forma de deseo. Para Sepúlveda, el futuro le depara lo mejor.

Fuente: Clarín

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Fue presentado el equipo del Movistar Team con el chubutense Sepúlveda.
14 DIC 2017 - 20:37

Lo habrá soñado cuando se subía a su bicicleta en Chubut, su tierra natal. Lo habrá visto mientras competía en algunas de las carreras de barrio que organizaban sus padres. Y lo imaginó cuando se entrenaba después de pasar horas frente a la televisión mirando el Tour de France y, a la estrella de aquel momento, Lance Armstrong. "Me imaginaba cosas como que era Armstrong. Viste cuando sos pibe que flasheás (sic) cosas... Y después me lo encuentro en la salida del Tour y wow... Se me puso la piel de gallina", así describe Eduardo Sepúlveda, en diálogo con Clarín, uno de los mejores momentos de su carrera. Este jueves el chubutense vivió otra jornada especial: fue presentado en Madrid, junto a sus compañeros, como uno de los integrantes del Team Movistar.

?Con 26 años, le llegó una gran oportunidad. Uno de los mejores equipos del mundo posó sus ojos en él y durante las próximas dos temporadas, competirá junto a las máximas figuras. Su debut será en la vuelta a San Juan desde el 21 de enero y, aunque sabe que no tendrá el mismo protagonismo que antes, resulta motivador su porvenir.

?"El desafío es otro. Intentaré apoyar a mis compañeros, quienes son corredores que ganan el ranking individual y por equipos. La idea es aprender de ellos", puntualizó quien compartirá equipo con experimentados ciclista de nivel internacional, como el colombiano Nairo Quintana, ganador del Giro de Italia 2014 y la Vuelta a España 2016, y el español Alejandro Valverde, campeón de la Vuelta en 2009.

En la altura de Andorra, Sepúlveda encontró el lugar propicio para instalarse cuando la agenda deportiva le da un respiro. "Estoy viviendo en la montaña, a dos mil metros de altura. Me sirve para trabajar la oxigenación y me queda súper bien porque tengo el aeropuerto de Barcelona relativamente cerca para poder ir a las competencias", describe Sepu sin dejar detalle librado al azar.

Criado en el seno de una familia que lo impulsó a desarrollarse en el ciclismo, Sepúlveda tuvo que ingeniárselas para solventar los gastos que demanda el deporte y seguir con la práctica. "En Argentina tenía que buscar un sponsor del gobierno, de la ferretería, la cooperativa, la estación de servicio... Armás la bici, te caes y si rompés algo, tenés que salir a pedir prestado porque no podés correr", contó sobre las peripecias que tuvo que hacer para continuar corriendo. Y siguió: "Cuando estaba en el colegio, mi papá se ocupaba de gestionar las cosas. Iba a Chubut Deportes o a la Cooperativa. Ya en la Selección se ocupaba la Secretaria de Deporte. Una vez que sos Sub 23 ya está. El problema es cuando sos júnior. Ahí tenés que ir ganándote un lugar y es la edad más complicada, por eso muchos chicos dejan".

A base de buenas actuaciones en las Selecciones menores, Sepúlveda se abrió las puertas de Europa: "En el primer año como Sub 23 me incluyeron en el equipo de los Juegos Odesur y empecé a viajar con la Selección Mayor. Gracias a eso, me llegó un contacto de la Federación Ciclista Internacional, que tiene sede en Suiza, diciéndome que tenían lugar en un equipo de corredores de países en los que el ciclismo es un deporte subdesarrollado", detalló.

A partir de allí, el argentino despertó la atención del equipo Fortuneo Oscaro y eso representó el salto de calidad que buscaba. "Tenía 21 años y firmé contrato en Europa con Fortuneo. Fue un sueño. Todo el trabajo hecho y lo que me había ayudado mi papa tenía sus frutos. Muchas veces tuve que tocar puertas y pedir plata para viajar a los nacionales. Y ahí ya estaba todo resuelto: una vez que firmás, ya tenés tu sueldo, recibís por email la convocatoria, te mandan los pasajes de avión. Ellos se encargan de todo, sólo hay que dedicarse a entrenar y correr. De la noche a la mañana, pasé a ser profesional y dejé de ser amateur", recordó.

Del niño que prefirió abocarse al ciclismo antes que al fútbol porque le daba más "independencia" al hombre que transita su actualidad en línea ascendente. "Representamos la ilusión de todos los ciclistas argentinos. Ojalá el deporte pueda ser más conocido y reconocido en el país", expresó en forma de deseo. Para Sepúlveda, el futuro le depara lo mejor.

Fuente: Clarín


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