Pil Trafa no ve nada "interesante" en el punk actual

Pil Trafa, vocalista de los Violadores, que ofrecerá mañana un concierto junto a su otro proyecto, Pilsen, en Uniclub, consideró que el punk actual argentino no le parece "interesante" y elogió "Random", el ultimo disco de Charly García.

21 DIC 2017 - 15:05 | Actualizado


Además este año Pil Trafa edito el libro "Más allá del Bien y del Punk. Ideas provocadoras" que reúne sus charlas con Juan Carlos Kreimer, periodista y escritor que retrató la revolución punk de los 70 en Londres en el libro "Punk, la muerte joven", que fue un manual para los jóvenes de cresta en Argentina.

Por otra parte, Pilsen está compuesto por Tucán Barauskas en guitarra y coros, Tomy Loiseau en bajo y coros, y Tulio Pozzio en batería, y acaba de lanzar un disco en vivo que reúne canciones descatalogadas del proyecto de Pil Trafa posterior a Los Violadores. 


¿El punk explotó en la región como lo hizo en Argentina?
Escuché algunos brasileños, que son anteriores, pero no son punk totalmente, tienen identidad propia. Después no sé, había grupos por todos lados pero yo no pretendo una hermandad de punks. Acá había un movimiento pequeñísimo, yo decía que teníamos que hacer un movimiento pero las otras bandas eran chicos más jóvenes que nosotros y al primer tirón de orejas de los padres desaparecieron o no tenían las convicciones, seguramente era eso.

Después reaparecieron, pero en ese momento de oscuridad, al tener nosotros 21 y ellos 18, esos tres años de diferencia eran fundamentales; un chico de 18 estaba más rápido para claudicar. Nosotros despertamos a muchas bandas en América Latina viajando y tocando, pero no sé si tomaron de ejemplo a Los Violadores ni me interesa. Musicalmente pocos porque es más complejo, es más rápida la guarrada porque es simple. La simpleza del punk no era tal porque al final terminaron discos como “London Calling” o “Sandinista”.

Nos colonizó como música, no sé por qué. Hay más gente activa en música, mucha gente en la calle y muchos menos tediosos con los celulares. No digo que sea bueno o malo, no me importa mucho, pero nos colonizaron en música.

 

En tu evolución del punk siempre mencionaste a diferentes bandas como The Waterboys y The Pogues.
Pil: Sí, yo escucho de todo. Estaba escuchando mucho el último disco de Die Toten Hosen, pero escucho mucho blues ahora como Muddy Waters, o jazz como Miles Davies, tango… Escucho todo tipo de música. A veces lo pongo por vinilo, a veces por CD y a veces por YouTube.

 

¿Cómo viviste la secuencia de shows de regreso de Los Violadores?
Pil: Para mí el mejor fue el de Perú porque era público de 20 a 23 años, que escucharon de sus padres y encontraron gente totalmente distinta. Le da una sobrevida a la banda que las generaciones nuevas puedan intensificarse.

Pero lo que me interesa es que eso va en contra del espectáculo, y si vos ves el título por título de muchos temas de Violadores no tienen nada que ver con el espectáculo o lo que sería una banda que trascendería: las letras, el nombre, la estética, la forma de tocar, la impertinencia muchos años y el desafío. Sí tiene que ver con el rock, pero no tiene nada que ver con el panorama de lo que fue el rock argentino. El que tome a Los Violadores como un espectáculo de mainstream y crea que es eso, no es eso, es una banda que es distinta. 

 

¿Ves bandas punks interesantes en Argentina?
La otras bandas que hay… No hay una cosa que sea interesante en el punk. Pero en el punk siempre escucho que las influencias son de los Ramones y ya me pudrieron las viudas negras de los Ramones, no los soporto más. Se murieron los Ramones, ya está. Tengo los discos, me parecen fantásticos pero ya está.

Algunos me lo pueden achacar a mí que seguí en formaciones de Los Violadores sin todos los músicos pero que estaba el cantante, pero yo fui sacando estos últimos años álbumes nuevos con canciones nuevas. Pero no, yo no considero el punk en Argentina una música interesante. Una vez que te calzaste el instrumento y decís “punk argentino” no me gusta. Algo de encanto tiene que tener.

 

¿Qué es lo que te gusta del emergente o arriba? De lo que sea.
Tengo que pensar, no sé qué escuché de Argentina. Los Rusos Hijos de Puta me pareció una banda interesante. Se tienen que pulir un poco, pero tal vez sea su momento ser así. Te Veo en Rio, me parece una música medio densa con pop. Estuve viendo videos y me parece interesante. Mamushkas me parece una banda interesante pero voy a ser parcial porque toca el chico que toca el bajo conmigo.

Pasa que tampoco salgo, no tengo vida nocturna mucho. Pero tengo muchas páginas de Facebook que en vez de abrir el diario abro todo eso, tengo páginas de la historia de Ibérica Antigua y de historia y muchas páginas de música. Trato de ver algo y no le encuentro la vuelta, a nivel mundial también.

 

¿De la música extranjera que te gusta?
No encuentro nada, compro discos viejos. El libro dice algo, la música que uno escuchó hasta los 25 años es la que te formó para siempre. Después hay otras cosas que podés aceptar pero esa base no se cambia más. Eso si tenés un sentido por la música, si sos una persona que no tenés personalidad y todo te entra… Después la música como baile o como ritmo no me interesa. Algunos te dicen que es otro ritmo más, que la cumbia es otro ritmo más, pero no lo es. Es otra cosa distinta al rock, el rock era una forma de vida, distinto, con pensamiento distinto de romper, de socavar y de molestar.

 

¿Es un placebo rítmico?
Hasta estética, porque ponen chicas con muy buen trasero. Sino no se sostiene, tiene que estar adornado.

 

¿Con qué estilo de esos que el punk rechazaba te animaste a comprar un disco?
Me compré uno de Emerson, Lake & Palmer triple, “Welcome Back My Friends to the Show That Never Ends”. Me lo compré en nueva versión europea. También me compré “La Biblia” de Vox Dei pero en la versión americana, la googleé y no existe. Es una edición rarísima, está en inglés, una tapa durísima y los discos se ponen por arriba. Nunca lo pude comprar de chico, los discos dobles costaban mucho. ¿Sabés lo que escucho yo? Empecé a escuchar música de Marco Ríos, música mexicana.

Me compré en Guatemala un disco de Los Tigres del Norte y me pareció fantástico, me cagué de risa con las letras y con algunas me cagué de espanto (risas). Pero me metí en ese mundo de que uno no puede tocar acá porque responde al otro jefe y empecé a estudiar sobre eso. Estuve en México y quiero estar en Michoacán y otros lugares.

 

 A su manera, ¿es una especie de punk mexicano?
Es una cosa rara, responden a un jefe a veces sí y a veces no. Hablan de cosas muy duras o muy graciosas, tienen al acordeón y el bajo sexto con los vientos… Y los mexicanos son personas muy graciosas para hablar, hasta del arte y de la muerte. 

 

¿Por qué la fusión de folclore latino y el reggaeton coparon las radios?
Porque el rock no tiene mucho que decir, también. Vemos expresiones de los artistas más populares de rock en este momento y están porque están, forman una agrupación musical para trabajar y ganar dinero. No hay una mística atrás.

 

¿Cuánto costó que hayan muerto en tan corto lapso figuras como Pappo, Spinetta y Cerati?
Terrible, es como perder en Inglaterra a los Beatles, los Who y los Stones de un plumazo, la invasión británica desaparecería. Y Charly aún medio averiado, medio muerto, el mejor disco de rock que escuché en estos últimos tiempos es “Random”. Con media neurona le revienta todo a los tipos que llenaron estadios.

El tema Los amigos de Dios de Charly es impertinencia pura, es el que me gusta en estado salvaje, con la musiquita de los 80 y una bajada de línea terrible. El disco es muy bueno, pero ya no lo puede presentar, no tiene esa fuerza que tenía antes. Estamos hablando de una persona que está averiada seriamente y así destrozó a todo el entorno del rock.

21 DIC 2017 - 15:05


Además este año Pil Trafa edito el libro "Más allá del Bien y del Punk. Ideas provocadoras" que reúne sus charlas con Juan Carlos Kreimer, periodista y escritor que retrató la revolución punk de los 70 en Londres en el libro "Punk, la muerte joven", que fue un manual para los jóvenes de cresta en Argentina.

Por otra parte, Pilsen está compuesto por Tucán Barauskas en guitarra y coros, Tomy Loiseau en bajo y coros, y Tulio Pozzio en batería, y acaba de lanzar un disco en vivo que reúne canciones descatalogadas del proyecto de Pil Trafa posterior a Los Violadores. 


¿El punk explotó en la región como lo hizo en Argentina?
Escuché algunos brasileños, que son anteriores, pero no son punk totalmente, tienen identidad propia. Después no sé, había grupos por todos lados pero yo no pretendo una hermandad de punks. Acá había un movimiento pequeñísimo, yo decía que teníamos que hacer un movimiento pero las otras bandas eran chicos más jóvenes que nosotros y al primer tirón de orejas de los padres desaparecieron o no tenían las convicciones, seguramente era eso.

Después reaparecieron, pero en ese momento de oscuridad, al tener nosotros 21 y ellos 18, esos tres años de diferencia eran fundamentales; un chico de 18 estaba más rápido para claudicar. Nosotros despertamos a muchas bandas en América Latina viajando y tocando, pero no sé si tomaron de ejemplo a Los Violadores ni me interesa. Musicalmente pocos porque es más complejo, es más rápida la guarrada porque es simple. La simpleza del punk no era tal porque al final terminaron discos como “London Calling” o “Sandinista”.

Nos colonizó como música, no sé por qué. Hay más gente activa en música, mucha gente en la calle y muchos menos tediosos con los celulares. No digo que sea bueno o malo, no me importa mucho, pero nos colonizaron en música.

 

En tu evolución del punk siempre mencionaste a diferentes bandas como The Waterboys y The Pogues.
Pil: Sí, yo escucho de todo. Estaba escuchando mucho el último disco de Die Toten Hosen, pero escucho mucho blues ahora como Muddy Waters, o jazz como Miles Davies, tango… Escucho todo tipo de música. A veces lo pongo por vinilo, a veces por CD y a veces por YouTube.

 

¿Cómo viviste la secuencia de shows de regreso de Los Violadores?
Pil: Para mí el mejor fue el de Perú porque era público de 20 a 23 años, que escucharon de sus padres y encontraron gente totalmente distinta. Le da una sobrevida a la banda que las generaciones nuevas puedan intensificarse.

Pero lo que me interesa es que eso va en contra del espectáculo, y si vos ves el título por título de muchos temas de Violadores no tienen nada que ver con el espectáculo o lo que sería una banda que trascendería: las letras, el nombre, la estética, la forma de tocar, la impertinencia muchos años y el desafío. Sí tiene que ver con el rock, pero no tiene nada que ver con el panorama de lo que fue el rock argentino. El que tome a Los Violadores como un espectáculo de mainstream y crea que es eso, no es eso, es una banda que es distinta. 

 

¿Ves bandas punks interesantes en Argentina?
La otras bandas que hay… No hay una cosa que sea interesante en el punk. Pero en el punk siempre escucho que las influencias son de los Ramones y ya me pudrieron las viudas negras de los Ramones, no los soporto más. Se murieron los Ramones, ya está. Tengo los discos, me parecen fantásticos pero ya está.

Algunos me lo pueden achacar a mí que seguí en formaciones de Los Violadores sin todos los músicos pero que estaba el cantante, pero yo fui sacando estos últimos años álbumes nuevos con canciones nuevas. Pero no, yo no considero el punk en Argentina una música interesante. Una vez que te calzaste el instrumento y decís “punk argentino” no me gusta. Algo de encanto tiene que tener.

 

¿Qué es lo que te gusta del emergente o arriba? De lo que sea.
Tengo que pensar, no sé qué escuché de Argentina. Los Rusos Hijos de Puta me pareció una banda interesante. Se tienen que pulir un poco, pero tal vez sea su momento ser así. Te Veo en Rio, me parece una música medio densa con pop. Estuve viendo videos y me parece interesante. Mamushkas me parece una banda interesante pero voy a ser parcial porque toca el chico que toca el bajo conmigo.

Pasa que tampoco salgo, no tengo vida nocturna mucho. Pero tengo muchas páginas de Facebook que en vez de abrir el diario abro todo eso, tengo páginas de la historia de Ibérica Antigua y de historia y muchas páginas de música. Trato de ver algo y no le encuentro la vuelta, a nivel mundial también.

 

¿De la música extranjera que te gusta?
No encuentro nada, compro discos viejos. El libro dice algo, la música que uno escuchó hasta los 25 años es la que te formó para siempre. Después hay otras cosas que podés aceptar pero esa base no se cambia más. Eso si tenés un sentido por la música, si sos una persona que no tenés personalidad y todo te entra… Después la música como baile o como ritmo no me interesa. Algunos te dicen que es otro ritmo más, que la cumbia es otro ritmo más, pero no lo es. Es otra cosa distinta al rock, el rock era una forma de vida, distinto, con pensamiento distinto de romper, de socavar y de molestar.

 

¿Es un placebo rítmico?
Hasta estética, porque ponen chicas con muy buen trasero. Sino no se sostiene, tiene que estar adornado.

 

¿Con qué estilo de esos que el punk rechazaba te animaste a comprar un disco?
Me compré uno de Emerson, Lake & Palmer triple, “Welcome Back My Friends to the Show That Never Ends”. Me lo compré en nueva versión europea. También me compré “La Biblia” de Vox Dei pero en la versión americana, la googleé y no existe. Es una edición rarísima, está en inglés, una tapa durísima y los discos se ponen por arriba. Nunca lo pude comprar de chico, los discos dobles costaban mucho. ¿Sabés lo que escucho yo? Empecé a escuchar música de Marco Ríos, música mexicana.

Me compré en Guatemala un disco de Los Tigres del Norte y me pareció fantástico, me cagué de risa con las letras y con algunas me cagué de espanto (risas). Pero me metí en ese mundo de que uno no puede tocar acá porque responde al otro jefe y empecé a estudiar sobre eso. Estuve en México y quiero estar en Michoacán y otros lugares.

 

 A su manera, ¿es una especie de punk mexicano?
Es una cosa rara, responden a un jefe a veces sí y a veces no. Hablan de cosas muy duras o muy graciosas, tienen al acordeón y el bajo sexto con los vientos… Y los mexicanos son personas muy graciosas para hablar, hasta del arte y de la muerte. 

 

¿Por qué la fusión de folclore latino y el reggaeton coparon las radios?
Porque el rock no tiene mucho que decir, también. Vemos expresiones de los artistas más populares de rock en este momento y están porque están, forman una agrupación musical para trabajar y ganar dinero. No hay una mística atrás.

 

¿Cuánto costó que hayan muerto en tan corto lapso figuras como Pappo, Spinetta y Cerati?
Terrible, es como perder en Inglaterra a los Beatles, los Who y los Stones de un plumazo, la invasión británica desaparecería. Y Charly aún medio averiado, medio muerto, el mejor disco de rock que escuché en estos últimos tiempos es “Random”. Con media neurona le revienta todo a los tipos que llenaron estadios.

El tema Los amigos de Dios de Charly es impertinencia pura, es el que me gusta en estado salvaje, con la musiquita de los 80 y una bajada de línea terrible. El disco es muy bueno, pero ya no lo puede presentar, no tiene esa fuerza que tenía antes. Estamos hablando de una persona que está averiada seriamente y así destrozó a todo el entorno del rock.


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