Un prostíbulo sorteó canasta navideña entre sus clientes y la ganó un cura

El incomodo hecho ocurrió en un pueblito de Gerona, España e involucró al cura Nemesio. El párroco comentó a la prensa que se presentó en el lugar a pedido de la "madama" que quería saber la posibilidad de bautizar a su bebé en el lugar y no en la iglesia local para no provocar críticas. Tras el bochorno, Nemesio donó la canasta a Cáritas.

El cura Nemesio, como es conocido normalmente por los vecinos, donó la canasta a Cáritas.
26 DIC 2017 - 18:03 | Actualizado

Gran revuelo se originó en un pueblo deGeronaenEspañaal conocerse la noticia de que en un conocido prostíbulo ubicado a las afueras de la localidad y tras el habitual sorteo de la canasta deNavidadcomo lleva haciéndose desde hace años, el ganador de la misma, era el cura del pueblo.

El cura don Nemesio, declaró en su defensa, que reconoce haber visitado este local hace un par de semanas, haciendo constar que fue en horario de mañanas y a requerimiento de“la Madame”la que tras haber dado a luz, se había interesado por la posibilidad de bautizar a su recién nacido, pensando que su presencia en la Iglesia hubiera causado estupor entre los fieles, al ser sobradamente conocida por las tareas que desempeña.

Como muestra de gratitud, esta señora, le regaló al párroco un numerito de dicha rifa. El cura, o donNeme, como es conocido normalmente por los vecinos, donó la canasta a Cáritas.

El cura Nemesio, como es conocido normalmente por los vecinos, donó la canasta a Cáritas.
26 DIC 2017 - 18:03

Gran revuelo se originó en un pueblo deGeronaenEspañaal conocerse la noticia de que en un conocido prostíbulo ubicado a las afueras de la localidad y tras el habitual sorteo de la canasta deNavidadcomo lleva haciéndose desde hace años, el ganador de la misma, era el cura del pueblo.

El cura don Nemesio, declaró en su defensa, que reconoce haber visitado este local hace un par de semanas, haciendo constar que fue en horario de mañanas y a requerimiento de“la Madame”la que tras haber dado a luz, se había interesado por la posibilidad de bautizar a su recién nacido, pensando que su presencia en la Iglesia hubiera causado estupor entre los fieles, al ser sobradamente conocida por las tareas que desempeña.

Como muestra de gratitud, esta señora, le regaló al párroco un numerito de dicha rifa. El cura, o donNeme, como es conocido normalmente por los vecinos, donó la canasta a Cáritas.


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