El potero chino ya es un parque submarino

El día finalmente llegó. Los aplausos y las bocinas del imponente público que en la costa siguió las maniobras destacaban la profesionalidad con la cual el personal de la Prefectura Naval Argentina concretó el hundimiento del potero de bandera china “HuShunYu 809”.

27 DIC 2017 - 20:42 | Actualizado

El buque chino fue capturado por el Guardacostas Derbes (GC-28) el 7 de abril de 2015, con 32 marineros a bordo. Durante estos meses uno de los tripulantes murió de meningitis en Madryn, los otros 31 regresaron a China tras varios meses de permanencia en la ciudad portuaria (dentro del buque). Su traslado se concretó en horas de la noche sacando a los marineros entre gallos y medianoche y dejando abandonado el pesquero que a medida que pasó el tiempo se convirtió en un gran cuento chino.

Desde la Asociación de Operadoras de Buceo se hizo la propuesta, desde el arribo de la embarcación, para hundirlo y convertir ese gigante mamotreto en un parque que de vida subacuática permitiendo ser un generador de divisas para la actividad turística. Desde la Administración Portuaria se realizaron múltiples gestiones ante las diferentes áreas del gobierno nacional con el fin de lograr las autorizaciones para el hundimiento que se alcanzaron semanas atrás y que precipitó toda la operatoria y logística de traslado.

Antes de las 9 de la mañana del miércoles la lancha Renegada comenzó a realizar el traslado del buque hasta el sitio escogido, donde sería hundido a una profundidad que oscila entre los 20 y 25 metros entre la bajamar y la pleamar. Con el seguimiento del guardacostas y del resto de las embarcaciones de la fuerza naval se recorrió la distancia que separaba el sitio sur del muelle Piedra Buena hasta la zona donde estaba el semi rígido y que era el lugar preciso para depositarlo.

Con una multitud siguiendo las maniobras desde la costa, vecinos que se acercaron en un número sorprendente, se procedió a las 9:50 a largar el fondeo en la zona definitiva del hundimiento. En forma inmediata se procedió al llenado del barco mediante el ingreso del agua por la toma y los rumbos posibilitando ver cómo iba desapareciendo la línea de flotación.

Cada tanto la lancha La Renegada se acercaba para hacerle unos toques y corregir la maniobra para evitar que se escorara y pusiera en riesgo todo el operativo que, en un principio, finalizaría en horas del mediodía.

Sobre las 11:10 comenzó a observarse un burbujeo que salía desde el agua presagiando que el desenlace estaba próximo a concretarse. Solo transcurrieron segundos y el potero “HuShunYu 809” comenzó a desaparecer y perderse entre las aguas del Golfo Nuevo. En forma inmediata la gente que estaba en la costa comenzó a aplaudir y hacer sonar las bocinas de los vehículos en reconocimiento a la excelente maniobra y a la profesionalidad del personal de la Prefectura Naval Argentina.

Seguramente el potero será el último barco interdicto que arribe a Puerto Madryn porque las autoridades portuarias y ambientales de la provincia tomaron la decisión de no volver a recibir embarcaciones capturadas pescando ilegalmente porque no dispone de sitios para ese tipo de buques, y a nivel legislativo, en Chubut presentaron un proyecto de ley para impedir que ese tipo de barcos infractores amarre en puertos provinciales.

“Será un arrecife increíble”

Desde la Asociación de Operadoras de Buceo se instó desde un comienzo para el hundimiento porque “si bien afuera del agua parece chatarra abajo del mar será un arrecife increíble que poblará una zona donde no hay nada, solo arena”, dijo Carolina Larracoechea, integrante de la asociación.

La posición final del potero es “a un cable y un poquito del Albatros, que se hundió en 1998”, dijo la representante de los buzos, quien puntualizó que “a 290 metros del Albatros que está en la misma caída”. Según las estimaciones realizadas por las operadoras, en un plazo de dos meses se comenzarán a observar peces en la zona mientras que dentro de un semestre se apreciará la vida en el parque para poder recorrerlo. Larracoechea recalcó que “tenemos un nuevo atractivo para renovar los sitios de buceo que los buzos de la Argentina y del mundo vienen haciendo”, acotando que “un naufragio vuelve a atraer buzos. Además se genera una nueva área de turismo y un sitio donde los peces pueden alojarse”.

El buque es el más grande que se haya hundido en el país que duplica el largo del resto de las embarcaciones y que potencia las actividades. “Tenemos varias actividades para hacer con este barco que es muy grande porque tiene 92 metros de eslora” dijo la integrante de la Asociación, quien aclaró que “me parece que con un solo tanque de aire no lo podremos recorrer por fuera sino que deberemos hacer dos inversiones para poder hacerlo. Es enorme y hermoso”.

“Es noticia para el país”

La ciudad del Golfo fue pionera en el desarrollo de las áreas de turismo submarino en el país y se convirtió en un eslabón más del desarrollo de la actividad turística requerida por los argentinos y los extranjeros.

Antonio Torrejón, pionero en el desarrollo del turismo en la provincia, ponderó los beneficios que traerá aparejado el hundimiento del potero chino porque “esto es noticia para el país que un barco de esta dimensión que vaya a cumplir el rol de arrecife artificial” dado que “nosotros comenzamos hace 64 años con el Club Náutico armando este tipo de arrecifes”.

Primariamente se originaron con cubiertas de camiones y luego con los “ómnibus que tiramos frente del club” recordó el pionero en la actividad turística, quien planteó que el hundimiento del potero “suma un atractivo muy importante, así que trataremos de ver cómo se produce esta nueva curiosidad que le interesa a la gente del buceo”.

Sin procesión de barcos

Una de las cuestiones que sorprendió del operativo de traslado y hundimiento del potero chino fue la ausencia de embarcaciones realizando la tradicional procesión. La misma estaba prevista aunque las autoridades de la Prefectura Naval optaron por no hacerla y restarle un colorido especial a la maniobra.

José Guerrero, una de las personas que participó en la procesión de los hundimientos del Albatros y Miralles, recordó que “estuvimos a 100 metros pero esta vez Prefectura Naval dijo no. Nos dijo no a las 9 y tras una entrevista del presidente del club con el jefe de la Prefectura se propuso que estuviéramos a 1 milla.

Así que es más fácil verlo desde Punta Cuevas que estar a un milla de distancia” dijo Guerrero.

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27 DIC 2017 - 20:42

El buque chino fue capturado por el Guardacostas Derbes (GC-28) el 7 de abril de 2015, con 32 marineros a bordo. Durante estos meses uno de los tripulantes murió de meningitis en Madryn, los otros 31 regresaron a China tras varios meses de permanencia en la ciudad portuaria (dentro del buque). Su traslado se concretó en horas de la noche sacando a los marineros entre gallos y medianoche y dejando abandonado el pesquero que a medida que pasó el tiempo se convirtió en un gran cuento chino.

Desde la Asociación de Operadoras de Buceo se hizo la propuesta, desde el arribo de la embarcación, para hundirlo y convertir ese gigante mamotreto en un parque que de vida subacuática permitiendo ser un generador de divisas para la actividad turística. Desde la Administración Portuaria se realizaron múltiples gestiones ante las diferentes áreas del gobierno nacional con el fin de lograr las autorizaciones para el hundimiento que se alcanzaron semanas atrás y que precipitó toda la operatoria y logística de traslado.

Antes de las 9 de la mañana del miércoles la lancha Renegada comenzó a realizar el traslado del buque hasta el sitio escogido, donde sería hundido a una profundidad que oscila entre los 20 y 25 metros entre la bajamar y la pleamar. Con el seguimiento del guardacostas y del resto de las embarcaciones de la fuerza naval se recorrió la distancia que separaba el sitio sur del muelle Piedra Buena hasta la zona donde estaba el semi rígido y que era el lugar preciso para depositarlo.

Con una multitud siguiendo las maniobras desde la costa, vecinos que se acercaron en un número sorprendente, se procedió a las 9:50 a largar el fondeo en la zona definitiva del hundimiento. En forma inmediata se procedió al llenado del barco mediante el ingreso del agua por la toma y los rumbos posibilitando ver cómo iba desapareciendo la línea de flotación.

Cada tanto la lancha La Renegada se acercaba para hacerle unos toques y corregir la maniobra para evitar que se escorara y pusiera en riesgo todo el operativo que, en un principio, finalizaría en horas del mediodía.

Sobre las 11:10 comenzó a observarse un burbujeo que salía desde el agua presagiando que el desenlace estaba próximo a concretarse. Solo transcurrieron segundos y el potero “HuShunYu 809” comenzó a desaparecer y perderse entre las aguas del Golfo Nuevo. En forma inmediata la gente que estaba en la costa comenzó a aplaudir y hacer sonar las bocinas de los vehículos en reconocimiento a la excelente maniobra y a la profesionalidad del personal de la Prefectura Naval Argentina.

Seguramente el potero será el último barco interdicto que arribe a Puerto Madryn porque las autoridades portuarias y ambientales de la provincia tomaron la decisión de no volver a recibir embarcaciones capturadas pescando ilegalmente porque no dispone de sitios para ese tipo de buques, y a nivel legislativo, en Chubut presentaron un proyecto de ley para impedir que ese tipo de barcos infractores amarre en puertos provinciales.

“Será un arrecife increíble”

Desde la Asociación de Operadoras de Buceo se instó desde un comienzo para el hundimiento porque “si bien afuera del agua parece chatarra abajo del mar será un arrecife increíble que poblará una zona donde no hay nada, solo arena”, dijo Carolina Larracoechea, integrante de la asociación.

La posición final del potero es “a un cable y un poquito del Albatros, que se hundió en 1998”, dijo la representante de los buzos, quien puntualizó que “a 290 metros del Albatros que está en la misma caída”. Según las estimaciones realizadas por las operadoras, en un plazo de dos meses se comenzarán a observar peces en la zona mientras que dentro de un semestre se apreciará la vida en el parque para poder recorrerlo. Larracoechea recalcó que “tenemos un nuevo atractivo para renovar los sitios de buceo que los buzos de la Argentina y del mundo vienen haciendo”, acotando que “un naufragio vuelve a atraer buzos. Además se genera una nueva área de turismo y un sitio donde los peces pueden alojarse”.

El buque es el más grande que se haya hundido en el país que duplica el largo del resto de las embarcaciones y que potencia las actividades. “Tenemos varias actividades para hacer con este barco que es muy grande porque tiene 92 metros de eslora” dijo la integrante de la Asociación, quien aclaró que “me parece que con un solo tanque de aire no lo podremos recorrer por fuera sino que deberemos hacer dos inversiones para poder hacerlo. Es enorme y hermoso”.

“Es noticia para el país”

La ciudad del Golfo fue pionera en el desarrollo de las áreas de turismo submarino en el país y se convirtió en un eslabón más del desarrollo de la actividad turística requerida por los argentinos y los extranjeros.

Antonio Torrejón, pionero en el desarrollo del turismo en la provincia, ponderó los beneficios que traerá aparejado el hundimiento del potero chino porque “esto es noticia para el país que un barco de esta dimensión que vaya a cumplir el rol de arrecife artificial” dado que “nosotros comenzamos hace 64 años con el Club Náutico armando este tipo de arrecifes”.

Primariamente se originaron con cubiertas de camiones y luego con los “ómnibus que tiramos frente del club” recordó el pionero en la actividad turística, quien planteó que el hundimiento del potero “suma un atractivo muy importante, así que trataremos de ver cómo se produce esta nueva curiosidad que le interesa a la gente del buceo”.

Sin procesión de barcos

Una de las cuestiones que sorprendió del operativo de traslado y hundimiento del potero chino fue la ausencia de embarcaciones realizando la tradicional procesión. La misma estaba prevista aunque las autoridades de la Prefectura Naval optaron por no hacerla y restarle un colorido especial a la maniobra.

José Guerrero, una de las personas que participó en la procesión de los hundimientos del Albatros y Miralles, recordó que “estuvimos a 100 metros pero esta vez Prefectura Naval dijo no. Nos dijo no a las 9 y tras una entrevista del presidente del club con el jefe de la Prefectura se propuso que estuviéramos a 1 milla.

Así que es más fácil verlo desde Punta Cuevas que estar a un milla de distancia” dijo Guerrero.


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