Gaiman: pelea entre productores por el agua

El anegamiento de varias hectáreas productivas y los daños estructurales en viviendas, galpones y otras estructuras se viene repitiendo desde hace por lo menos cinco años en la zona de Bryn Gwyn, a pocos kilómetros de Gaiman. El  problema no es nuevo y asoma con convertirse en un foco de tensión entre los propios productores, muchos de los cuales ven peligrar las propiedades que han construido en esa zona y también se ven imposibilitados de utilizar la tierra para sembrar.

Desde hace por lo menos un lustro que un sector de chacras ubicado a unos cinco kilómetros de Gaiman en dirección a Trelew y lindero a la ruta provincial 7 sufre anegamientos continuos en temporada de riego.

Esas tierras se irrigan con aportes de un canal secundario que toma el  agua de un canal principal. Para que el agua llegue a todos los productores por igual los propios chacareros que están en esa parte deberían encargarse de la limpieza y mantenimiento del mismo.

Sin embargo, de acuerdo al testimonio de algunos productores afectados, como hay sectores donde no se ha hecho la limpieza hay chacareros que abren la totalidad de las compuertas para garantizar que el caudal de agua llegue hasta su propiedad  y allí radica el problema, pues el caudal de agua es tan considerable que los productores ubicados próximos a las compuertas ven rebalsar el canal de riego y por consiguiente cómo se inundan sus propiedades.

Hace cinco años

El anegamiento está afectando en especial a los productores que tienen parcelas en la cuadra identificada como chacra 162.
Jornada pudo tomar contacto con Juan  Rodríguez, uno de los afectados, quien aseguró que “esto viene pasando hace cinco años, y así está mi casa, toda rodeada de agua y la tierra perdida. El agua se desborda del canal, inunda una chacra vecina, la calle y entra a mi propiedad”.

“Nadie hace nada, ya hemos hablado con el tomero porque hay muchos vecinos perjudicados pero el que está perdiendo todo soy yo. Si sigue así se me va a caer la casa”, contó el joven productor.

Rodríguez lamentó cómo estos anegamientos perjudican el trabajo de toda una vida de su familia, que apuestan a la producción rural desde que llegaron al valle y que en los últimos cinco años ven cómo, de manera reiterada, las tierras no se pueden poner en producción por este inconveniente y al mismo tiempo, una vivienda y otras instalaciones que hay en el lugar se ven amenazadas por la presencia constante de agua.

Más afectados

La familia Rodríguez no es la única afectada por esta situación, ya que hay otros productores que también tienen parcelas anegadas en la misma zona e incluso el tránsito con tractores y vehículos por el lugar se vuelve complicado debido a la acumulación de agua sobre el camino vecinal.

El canal secundario recorre entre tres y cuatro kilómetros hasta un desagüe, pero al igual que pasa con otros canales en el valle, la administración del recurso depende más en los hechos de los propios regantes que de quien administra el consorcio de riego.

Si todos riegan a la vez el agua no llega a los que se encuentran más alejados, pero en cambio si dos o más productores no acuerdan de buena voluntad cómo usar el recurso, surgen los conflictos, ya que quienes están más alejados del punto de toma del canal secundario, terminan habilitando una cantidad de agua que supera la capacidad de transporte del propio ducto y se inundan los lotes de los primeros regantes.#