California: la increíble historia del matrimonio que tenía a sus 13 hijos encadenados y desnutridos

David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49, fueron arrestados el domingo y cada uno recibió nueve acusaciones de tortura y 10 por poner en riesgo a los niños.

17 ENE 2018 - 12:49 | Actualizado

Trece hermanos de California que según la policía estaban desnutridos y habían sido encadenados a sus camas por sus padres rara vez salían de su destartalada vivienda y, cuando lo hacían, lucían enjutos, pálidos y actuaban raro, según sus vecinos.

David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49, fueron arrestados el domingo y cada uno recibió nueve acusaciones de tortura y 10 por poner en riesgo a niños después de que una demacrada joven de 17 años escapó de su casa en Perris - a unos 115 kilómetros al este de Los Angeles - y llamó a la policía, dijeron el lunes autoridades estadounidenses.

La policía dijo en un comunicado que encontró a varios de los 13 hijos de la pareja, con edades de entre 2 y 29 años, "engrillados a sus camas con cadenas y candados en entornos oscuros y malolientes. Las víctimas parecían estar desnutridas y estaban muy sucias", agregó.

Kimberly Milligan, de 50 años y que vive cerca de la casa de la familia, dijo que sólo vio al niño en los brazos de la madre y a otros tres hijos desde que se mudó al lugar hace dos años, y los describió como pequeños y pálidos. "¿Por qué nunca vemos a los niños? Viéndolo ahora, nunca hubiéramos pensado esto, pero había señales. No se puede no oír nunca ni ver a nueve niños", comentó.

Milligan dijo que hace dos años, mientras caminaba por el barrio observando luces y decoraciones navideñas, encontró a tres de los niños Turpin y los saludó en el pesebre con un niño Jesús que tenían fuera de su casas. Afirmó que los menores se quedaron inmóviles como si al hacerlo se volvieran invisibles.

Nicole Gooding, de 35 años y que ha vivido en el barrio por tres años, dijo que la primera vez que vio a la familia fue hace dos meses, cuando la madre y los niños limpiaban el jardín que estaba lleno de malezas y botes de basura con desechos. "Nunca los había visto a todos hasta ese día", aseguró.

Los padres, que comparecerán ante una corte estadounidense el jueves, están detenidos con una fianza de 9 millones de dólares, dijo la policía.
El comunicado de la policía no dio a conocer las motivaciones de los padres para tener a sus hijos en esas condiciones y un portavoz de la fuerza no entregó más detalles.

Extraños rituales

La familia Turpin, dentro de lo que cabe, parecía una familia normal, pero las fotos revelaban algo inquietante. Todos los hijos llevaban el mismo peinado de su padre, y las hijas llevaban el mismo corte de pelo, incluso casi el mismo largo, además iban vestidos iguales, como en una secta.

Lo primero que notó la policía de Santa Ana, California, es que a una de las chicas, a pesar de ser una adolescente de 17 años, no aparentaba tener más de 10 años. Cuando llegaron a la residencia de los Turpin, en la ciudad de Perris, no podían creer lo que veían: 12 chicos que parecían más jóvenes de lo que eran, totalmente sucios, demacrados y encadenados a sus camas.

Pero nuevos testimonios de sus vecinos han vuelto esta historia aún más macabra. Según cuenta Mike al ‘New York Post’, vecino de los Turpin desde el 2014, la pareja obligaba a sus hijos a marchar por la segunda planta de su vivienda en plena madrugada como si se tratara de un extraño ritual.

El ritual se repetía todos las noche entre las 12 y las 3 de la madrugada. Además, aseguró que más de una vez vio a los hermanos en el jardín y eran como clones, hablaban como robots, repitiendo las frases de forma monótona. Otros vecinos aseguraron haber visto a los hermano de rodillas en el jardín, y otros dando vueltas, mientras la madre los custodiaba.

 

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17 ENE 2018 - 12:49

Trece hermanos de California que según la policía estaban desnutridos y habían sido encadenados a sus camas por sus padres rara vez salían de su destartalada vivienda y, cuando lo hacían, lucían enjutos, pálidos y actuaban raro, según sus vecinos.

David Allen Turpin, de 57 años, y Louise Anna Turpin, de 49, fueron arrestados el domingo y cada uno recibió nueve acusaciones de tortura y 10 por poner en riesgo a niños después de que una demacrada joven de 17 años escapó de su casa en Perris - a unos 115 kilómetros al este de Los Angeles - y llamó a la policía, dijeron el lunes autoridades estadounidenses.

La policía dijo en un comunicado que encontró a varios de los 13 hijos de la pareja, con edades de entre 2 y 29 años, "engrillados a sus camas con cadenas y candados en entornos oscuros y malolientes. Las víctimas parecían estar desnutridas y estaban muy sucias", agregó.

Kimberly Milligan, de 50 años y que vive cerca de la casa de la familia, dijo que sólo vio al niño en los brazos de la madre y a otros tres hijos desde que se mudó al lugar hace dos años, y los describió como pequeños y pálidos. "¿Por qué nunca vemos a los niños? Viéndolo ahora, nunca hubiéramos pensado esto, pero había señales. No se puede no oír nunca ni ver a nueve niños", comentó.

Milligan dijo que hace dos años, mientras caminaba por el barrio observando luces y decoraciones navideñas, encontró a tres de los niños Turpin y los saludó en el pesebre con un niño Jesús que tenían fuera de su casas. Afirmó que los menores se quedaron inmóviles como si al hacerlo se volvieran invisibles.

Nicole Gooding, de 35 años y que ha vivido en el barrio por tres años, dijo que la primera vez que vio a la familia fue hace dos meses, cuando la madre y los niños limpiaban el jardín que estaba lleno de malezas y botes de basura con desechos. "Nunca los había visto a todos hasta ese día", aseguró.

Los padres, que comparecerán ante una corte estadounidense el jueves, están detenidos con una fianza de 9 millones de dólares, dijo la policía.
El comunicado de la policía no dio a conocer las motivaciones de los padres para tener a sus hijos en esas condiciones y un portavoz de la fuerza no entregó más detalles.

Extraños rituales

La familia Turpin, dentro de lo que cabe, parecía una familia normal, pero las fotos revelaban algo inquietante. Todos los hijos llevaban el mismo peinado de su padre, y las hijas llevaban el mismo corte de pelo, incluso casi el mismo largo, además iban vestidos iguales, como en una secta.

Lo primero que notó la policía de Santa Ana, California, es que a una de las chicas, a pesar de ser una adolescente de 17 años, no aparentaba tener más de 10 años. Cuando llegaron a la residencia de los Turpin, en la ciudad de Perris, no podían creer lo que veían: 12 chicos que parecían más jóvenes de lo que eran, totalmente sucios, demacrados y encadenados a sus camas.

Pero nuevos testimonios de sus vecinos han vuelto esta historia aún más macabra. Según cuenta Mike al ‘New York Post’, vecino de los Turpin desde el 2014, la pareja obligaba a sus hijos a marchar por la segunda planta de su vivienda en plena madrugada como si se tratara de un extraño ritual.

El ritual se repetía todos las noche entre las 12 y las 3 de la madrugada. Además, aseguró que más de una vez vio a los hermanos en el jardín y eran como clones, hablaban como robots, repitiendo las frases de forma monótona. Otros vecinos aseguraron haber visto a los hermano de rodillas en el jardín, y otros dando vueltas, mientras la madre los custodiaba.

 


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