Una mujer de Trelew asegura tener dos identidades y reclama que se inicie investigación

Su partida de nacimiento actual difiere en 2 años respecto a la edad verdadera. Pide una investigación por parte del Estado y un ADN. “Tengo todo el derecho legal de saber quien soy. Necesito que confirmen mi identidad. Yo sola, económicamente, no puedo”.

28 ENE 2018 - 21:16 | Actualizado

La historia de una joven mujer de Trelew moviliza la comunidad. Dice haber nacido el 1º de agosto de 1970 en Buenos Aires pero su familia murió luego de un atentado que sufrieran en su vivienda. Entiende que la dieron por muerta y sus padres están en una lista de desaparecidos. Fue adoptada por una familia en Trelew pero desconoce los términos. Hoy tiene dos identidades y dos edades distintas: Valentina Giovanni Weysler (1970) y Mara Sanhueza (17 de noviembre de 1968). Reclama que la reconozcan con su verdadera de identidad y atribuyó responsabilidad al Estado por los perjuicios ocasionados: entró a primer grado a los 4 años, por ejemplo.

En una entrevista con Jornada, relató su experiencia de vida. Con partida de nacimiento en mano, pidió que aunque no pertenezca al “grupo de desaparecidos en la dictadura militar” igual se haga algo por ella. Porque –según dijo- en un listado que pertenece a la búsqueda de personas en una iglesia de Trelew, sus papás sí figuran como desaparecidos. “Mi nombre original es Valentina Alejandra Giovanni Weysler. Nací el 1º de agosto de 1970. Cambié la identidad en 1974 cuando me llevan a la Estación Experimental de INTA. En realidad, fue en 1973. Esperaron un año porque el Estado se encargó de decirle a mi familia de Italia que estaba muerta. Nací en Argentina, en provincia”, especificó.

Y aseguró que “hasta fines de enero de 1973 estuve con mis padres. Luego, ingresaron al predio donde tenía una empresa mis abuelos. Ahí, desaparece mi familia. Son víctimas de una tortura. Mi mamá estaba embarazada de 7 meses. Cuando me roban, me tienen un tiempo en la casa de alguien que no recuerdo y me llevan a INTA, la familia que me adopta es de Gobernador Gregores Santa Cruz”, aseguró.

Ella, vivió un año llamándose Valentina. Es decir, el primer tiempo mantuvo su identidad original. “Luego, fue una persona, no recuerdo quien y le dijeron a la gente que me tenía que debía reconocerme porque nadie me había reclamado. Había familia de Italia que sabía que estaba viva, otros no”.

Mostrando el papel entre sus manos, aseguró: “tengo una partida de nacimiento que le faltan muchos datos, que parece un papel provisorio. Mara Patricia Sanhueza, 17 noviembre 1968. Es irreal. No tengo dos años más. Me dieron 2 años más y yo con 4 años ingresé a primer. Hoy tengo 47 años reales y sigo luchando con toda la impunidad que comete el Estado”, reveló.

La mujer, admitió tener sospechas de estar embarazada, situación que confirmará en las próximas horas. “Ahí se me complica con el tema del apellido. Tengo temor por eso también”, apuntó.

Consultada respecto a cómo es conocida o con qué nombre responde entre sus familiares y amistades, fue dubitativa y contestó: “En algún lugar, me conocen como Valentina. Acá en Trelew me dicen Mara. Si estoy como ahora, acá en el diario, que tengo que registrar y mostrar mi identidad, te digo que me llamo Mara. Si digo Valentina, no tengo forma de confirmarlo. No tengo un registro de personas. Si busco ayuda, digo que me llamo Valentina. Soy evangélica”, reveló.

Pensión

Dijo que la dudosa identidad, la perjudica por ejemplo en la tramitación de una pensión. “El abogado tampoco puede iniciarme una pensión. Soy viuda pero estoy ingresada como divorciada. Me casé en 2001 en Buenos Aires. Por iglesia en María Auxiliadora de Trelew. Se habló de un divorcio por cuestiones legales de la familia, para que no me quedara con bienes materiales. Pero no fui a ningún registro a divorciarme. No entiendo qué pasó con eso” advirtió, señalando esa situación también, como una irregularidad más.

Sobre los últimos años con su pareja indicó que “estábamos conviviendo. Estaba desamparada económicamente. Trabajé en una zapatería. El tenía cáncer de pulmón. Se va a un departamento con otra mujer, una brasilera. Teníamos una relación amistosa. El murió el 8 de febrero de 2012. Fui al velorio y me saludan como viuda. Desde Rawson me mandan un papel como divorciada. Es una ilegalidad”, reiteró.

Aportar datos

Mara, o Valentina, tiene la ilusión que alguien pueda aportar datos sobre su identidad y determinar si existe su familia en algún registro. “Yo nací en el Materno Suizo Argentino. Ahora, soy peluquera. Tengo un pequeño ahorro de la donación de mi excuñado. Una persona no puede vivir con $7 mil por mes. No me quieren reconocer ni una pensión ni mi verdadera identidad”, dijo.

Y retomó el motivo de haber llegado hasta la redacción para hacer público su reclamo. “Quiero reclamar que me reconozcan como Valentina, que me busquen en desaparecidos. Aunque no sea 1974. Pero algún registro mío debe haber. Necesito dinero para hacer el seguimiento y no lo tengo. Vendí mi auto y no me alcanzó, debía mucha patente. Pagué todo para venderlo y con lo poco que me quedó no me alcanzó. Vivo de milagro en milagro”, sostuvo.

Desalojo

Además del infortunio de su identidad, la mujer dice que fue desalojada en las últimas horas por su madre adoptiva. “Me desalojó de la casa la mujer que me adoptó. Delfina, mi madre. Estuve con ella hasta que yo tenía 27años. Luego de viuda volví. Pasé necesidades y ahora reclamo. Tengo todo el derecho legal de saber quien soy. Reclamo que el Estado me provea la posibilidad de un ADN y que se investigue por qué me tomaron. Necesito que confirmen mi identidad”, aseveró.

Para finalizar, agregó: “Mi papá y mi papa en un registro una vez, vi que figuraban como desaparecidos. Tenían entre 20 y 21 años. En 2015 Eduardo Sanhueza que me tomó como hija propia, se fue a Las Heras y fue asesinado. Entraron al predio donde estaba. Recibió una golpiza atroz”.

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En una entrevista con Jornada, relató su experiencia de vida. Con partida de nacimiento en mano, pidió que aunque no pertenezca al “grupo de desaparecidos en la dictadura militar” igual se haga algo por ella. Porque –según dijo- en un listado que pertenece a la búsqueda de personas en una iglesia de Trelew, sus papás sí figuran como desaparecidos. “Mi nombre original es Valentina Alejandra Giovanni Weysler. Nací el 1º de agosto de 1970. Cambié la identidad en 1974 cuando me llevan a la Estación Experimental de INTA. En realidad, fue en 1973. Esperaron un año porque el Estado se encargó de decirle a mi familia de Italia que estaba muerta. Nací en Argentina, en provincia”, especificó.

Y aseguró que “hasta fines de enero de 1973 estuve con mis padres. Luego, ingresaron al predio donde tenía una empresa mis abuelos. Ahí, desaparece mi familia. Son víctimas de una tortura. Mi mamá estaba embarazada de 7 meses. Cuando me roban, me tienen un tiempo en la casa de alguien que no recuerdo y me llevan a INTA, la familia que me adopta es de Gobernador Gregores Santa Cruz”, aseguró.

Ella, vivió un año llamándose Valentina. Es decir, el primer tiempo mantuvo su identidad original. “Luego, fue una persona, no recuerdo quien y le dijeron a la gente que me tenía que debía reconocerme porque nadie me había reclamado. Había familia de Italia que sabía que estaba viva, otros no”.

Mostrando el papel entre sus manos, aseguró: “tengo una partida de nacimiento que le faltan muchos datos, que parece un papel provisorio. Mara Patricia Sanhueza, 17 noviembre 1968. Es irreal. No tengo dos años más. Me dieron 2 años más y yo con 4 años ingresé a primer. Hoy tengo 47 años reales y sigo luchando con toda la impunidad que comete el Estado”, reveló.

La mujer, admitió tener sospechas de estar embarazada, situación que confirmará en las próximas horas. “Ahí se me complica con el tema del apellido. Tengo temor por eso también”, apuntó.

Consultada respecto a cómo es conocida o con qué nombre responde entre sus familiares y amistades, fue dubitativa y contestó: “En algún lugar, me conocen como Valentina. Acá en Trelew me dicen Mara. Si estoy como ahora, acá en el diario, que tengo que registrar y mostrar mi identidad, te digo que me llamo Mara. Si digo Valentina, no tengo forma de confirmarlo. No tengo un registro de personas. Si busco ayuda, digo que me llamo Valentina. Soy evangélica”, reveló.

Pensión

Dijo que la dudosa identidad, la perjudica por ejemplo en la tramitación de una pensión. “El abogado tampoco puede iniciarme una pensión. Soy viuda pero estoy ingresada como divorciada. Me casé en 2001 en Buenos Aires. Por iglesia en María Auxiliadora de Trelew. Se habló de un divorcio por cuestiones legales de la familia, para que no me quedara con bienes materiales. Pero no fui a ningún registro a divorciarme. No entiendo qué pasó con eso” advirtió, señalando esa situación también, como una irregularidad más.

Sobre los últimos años con su pareja indicó que “estábamos conviviendo. Estaba desamparada económicamente. Trabajé en una zapatería. El tenía cáncer de pulmón. Se va a un departamento con otra mujer, una brasilera. Teníamos una relación amistosa. El murió el 8 de febrero de 2012. Fui al velorio y me saludan como viuda. Desde Rawson me mandan un papel como divorciada. Es una ilegalidad”, reiteró.

Aportar datos

Mara, o Valentina, tiene la ilusión que alguien pueda aportar datos sobre su identidad y determinar si existe su familia en algún registro. “Yo nací en el Materno Suizo Argentino. Ahora, soy peluquera. Tengo un pequeño ahorro de la donación de mi excuñado. Una persona no puede vivir con $7 mil por mes. No me quieren reconocer ni una pensión ni mi verdadera identidad”, dijo.

Y retomó el motivo de haber llegado hasta la redacción para hacer público su reclamo. “Quiero reclamar que me reconozcan como Valentina, que me busquen en desaparecidos. Aunque no sea 1974. Pero algún registro mío debe haber. Necesito dinero para hacer el seguimiento y no lo tengo. Vendí mi auto y no me alcanzó, debía mucha patente. Pagué todo para venderlo y con lo poco que me quedó no me alcanzó. Vivo de milagro en milagro”, sostuvo.

Desalojo

Además del infortunio de su identidad, la mujer dice que fue desalojada en las últimas horas por su madre adoptiva. “Me desalojó de la casa la mujer que me adoptó. Delfina, mi madre. Estuve con ella hasta que yo tenía 27años. Luego de viuda volví. Pasé necesidades y ahora reclamo. Tengo todo el derecho legal de saber quien soy. Reclamo que el Estado me provea la posibilidad de un ADN y que se investigue por qué me tomaron. Necesito que confirmen mi identidad”, aseveró.

Para finalizar, agregó: “Mi papá y mi papa en un registro una vez, vi que figuraban como desaparecidos. Tenían entre 20 y 21 años. En 2015 Eduardo Sanhueza que me tomó como hija propia, se fue a Las Heras y fue asesinado. Entraron al predio donde estaba. Recibió una golpiza atroz”.


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