Guardavidas jubilado salvó a una nena que se ahogaba en Playa Unión

La historia de Ernesto Castillo, un héroe anónimo.

Ernesto es un apreciado vecino de Trelew, que aun jubilado no lo dudó.
03 FEB 2018 - 21:28 | Actualizado

Ernesto César Castillo (52), es un vecino del valle. Este fin de semana tuvo una actitud digna de un héroe. En medio de la ola de calor, salvó a una niña de 11 años que estuvo a punto de ahogarse. Se arrojó al agua y sin dudar un segundo, con plena intuición, tomó a la niña y pese al violento oleaje, consiguió colocarla sobre unas rocas para su reanimación. Contó detalles de sus 18 años como guardavidas, un sinfín de rescates y confesó que cada uno de ellos lo ha marcado. Está jubilado desde el 2003 y ha sido formador de varias camadas de servidores públicos. Tiene vocación por el trabajo social y ha heredado la vocación de servicio a sus tres hijos, uno de ellos ocupa el puesto de guardacostas que supo custodiar su padre.

“He sido guardavida muchos años. Lo llevo en el alma”, explicó al hablar con Jornada a poco de haber salido del hospital. Es que producto del salvataje, sufrió golpes y escoriaciones. Sufre de artritis y desde el 2003, enfrenta una lucha con su salud. Estuvo dos años postrado y desde que pudo volver a caminar, siente que “Dios me ha puesto un propósito que es servir a los demás. ¿Cómo no iba a actuar?, no lo pensé, usé mi intuición. Yo ya la había visto de lejos que corría peligro”, sostuvo Castillo.

Su experiencia y los cientos de rescates que ha efectuado, le sirvieron para anticiparse a una tragedia. “Yo no creo ser un héroe, soy un hombre común, soy árbitro también, -se ríe-, pero siento que cuando estoy en la costa debo estar preparado para lo que se me presente”.

Contó que cerca de las 18 del viernes, el intenso calor se combinó con el viento norte. Explicó que ese cuadrante impulsa la correntada hacia el sur y eso es sumamente peligroso. “Había mucha gente en la playa. Yo estaba con mi esposa tomando unos mates, había ido a pescar y me metí un ratito para refrescarme cuando pasó esto. Fueron cinco minutos de tragar agua porque lo que yo buscaba era mantener a flote a la nena. Una ola me impactó y fui a dar contra una roca que me afectó un brazo”, precisó.

Ernesto fue el primer guardavida privado de Chubut. A mediados de la década del 80, fue obligatorio que los predios con acceso al mar, tuviesen un guardavida. De esa manera, el Camping Siglo XXI, consideró que fuese él la persona indicada. A los dos años, fue oficializado como guardavidas público en la Playa de acceso público. Desempeñó esa tarea durante 18 años.

En su charla contó que en los 80, tuvo una intervención muy similar a la del pasado viernes. Fue con una nenita de 8 años que fue llevada por una violenta ola. “La vi en peligro, ella jugaba con un baldecito bien en la costa. Mientras me acercaba, la correntada la llevó. Me tiré y también fui llevado por la corriente. Hasta que pudimos salir a flote y en la arena, la puse boca abajo y comenzó a escupir agua. Se salvó de milagro”.

Conoce los secretos de Playa Unión, antiguamente conocida como Bahía Engaño. Relacionó esa denominación con la bravura del mar en estas latitudes que generó de su parte innumerables rescates.

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03 FEB 2018 - 21:28

Ernesto César Castillo (52), es un vecino del valle. Este fin de semana tuvo una actitud digna de un héroe. En medio de la ola de calor, salvó a una niña de 11 años que estuvo a punto de ahogarse. Se arrojó al agua y sin dudar un segundo, con plena intuición, tomó a la niña y pese al violento oleaje, consiguió colocarla sobre unas rocas para su reanimación. Contó detalles de sus 18 años como guardavidas, un sinfín de rescates y confesó que cada uno de ellos lo ha marcado. Está jubilado desde el 2003 y ha sido formador de varias camadas de servidores públicos. Tiene vocación por el trabajo social y ha heredado la vocación de servicio a sus tres hijos, uno de ellos ocupa el puesto de guardacostas que supo custodiar su padre.

“He sido guardavida muchos años. Lo llevo en el alma”, explicó al hablar con Jornada a poco de haber salido del hospital. Es que producto del salvataje, sufrió golpes y escoriaciones. Sufre de artritis y desde el 2003, enfrenta una lucha con su salud. Estuvo dos años postrado y desde que pudo volver a caminar, siente que “Dios me ha puesto un propósito que es servir a los demás. ¿Cómo no iba a actuar?, no lo pensé, usé mi intuición. Yo ya la había visto de lejos que corría peligro”, sostuvo Castillo.

Su experiencia y los cientos de rescates que ha efectuado, le sirvieron para anticiparse a una tragedia. “Yo no creo ser un héroe, soy un hombre común, soy árbitro también, -se ríe-, pero siento que cuando estoy en la costa debo estar preparado para lo que se me presente”.

Contó que cerca de las 18 del viernes, el intenso calor se combinó con el viento norte. Explicó que ese cuadrante impulsa la correntada hacia el sur y eso es sumamente peligroso. “Había mucha gente en la playa. Yo estaba con mi esposa tomando unos mates, había ido a pescar y me metí un ratito para refrescarme cuando pasó esto. Fueron cinco minutos de tragar agua porque lo que yo buscaba era mantener a flote a la nena. Una ola me impactó y fui a dar contra una roca que me afectó un brazo”, precisó.

Ernesto fue el primer guardavida privado de Chubut. A mediados de la década del 80, fue obligatorio que los predios con acceso al mar, tuviesen un guardavida. De esa manera, el Camping Siglo XXI, consideró que fuese él la persona indicada. A los dos años, fue oficializado como guardavidas público en la Playa de acceso público. Desempeñó esa tarea durante 18 años.

En su charla contó que en los 80, tuvo una intervención muy similar a la del pasado viernes. Fue con una nenita de 8 años que fue llevada por una violenta ola. “La vi en peligro, ella jugaba con un baldecito bien en la costa. Mientras me acercaba, la correntada la llevó. Me tiré y también fui llevado por la corriente. Hasta que pudimos salir a flote y en la arena, la puse boca abajo y comenzó a escupir agua. Se salvó de milagro”.

Conoce los secretos de Playa Unión, antiguamente conocida como Bahía Engaño. Relacionó esa denominación con la bravura del mar en estas latitudes que generó de su parte innumerables rescates.


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