“Si el PJ no resigna “vedetismo” y no se encolumna en un proyecto en el 2019 en Chubut gana el PRO”

Por Ismael Tebes.

¿Mucho se habló de aquella polémica votación en Diputados? ¿Cómo se sigue a partir de esto?

Había tres leyes que había que rechazarlas lisa y llanamente. Una era la Reforma Impositiva, la Laboral y la Previsional. Que un Gobierno central apriete con la chequera para que se firme un Pacto Fiscal con la promesa de ayudar financieramente no es nuevo, ni lo inventó el macrismo. El juego de la chequera lo hicieron todos, incluida Cristina y otros gobiernos anteriores.

¿Le molestaron en su momento las críticas tras aquella sesión?

Por razones estrictamente personales no estuve en la sesión. Y si hubiera estado, hubiese votado negativamente. Yo respondo a los intereses de Hugo Moyano y del movimiento obrero argentino porque siempre los trabajadores son los que terminan pagando. El que quiera opinar lo contrario, que lo haga. Yo tengo en claro quién soy y a quién represento. No pude estar en la sesión pero no hubiera hecho lo que hicieron otros legisladores, dar quórum y después no votar. Ni aunque me lo hubiera pedido el gobernador. Nunca oculté mi voto.

¿El Pacto Fiscal podría avanzar en la Provincia?

Creo que a la provincia la pusieron entre la espada y la pared. Todos los achiques que propone el Estado significan gente sin trabajo. Se lo puede disfrazar de muchas formas. A los gobernadores no les queda otra. Chubut está pasando por una situación sumamente difícil en lo económico, que es heredada de gestiones anteriores. Esto lo denunciamos muchas veces. Martín Buzzi dejó una provincia devastada por donde se la mira. Mario Das Neves logró ordenar las cuentas haciendo malabares pero cuando entran 50 y gastaste 500 no hay forma de que cierren los números. El gobierno necesita obligadamente ayuda del Estado nacional y éste condiciona eso haciendo que se resignen derechos. La minería, por ejemplo.

En éste aspecto, ¿piensa que podría desarrollarse alguno de los proyectos?

Yo no estoy de acuerdo tal cual está planteada. Es como que te lleven el tesoro que tenemos enterrado en el patio de la casa, te lo saquen y te destrocen todo a cambio de nada. La megaminería así como está establecida no le dejaría absolutamente nada a la Provincia más que descomunal pasivo ambiental. Se llevan todo y no dejan nada. Los puestos laborales, las condiciones y los sueldos son precarios. Es inviable por dónde se lo mire. El “no es no” como lo dijo Das Neves. Sería lamentable que se cambie la 5.001 y que empecemos con éste proyecto, entregando las joyas de la abuela.

¿Qué alternativa hay para reemplazar la minería como factor productivo?

Miremos lo que pasa en otras provincias; veamos a Santa Cruz, San Juan o Catamarca. Han hecho desastres en materia medioambiental y en términos generales es poco o nada lo que dejan. A eso le agregamos que la mayoría de mano de obra la traen del norte. No hay que ir muy lejos para ver los resultados de la minería. ¿Le mueve la aguja a la economía de la Provincia? Para mí no. Chubut no se va a salvar económicamente abriéndole la puerta a ésta actividad. Ya tenemos la experiencia del petróleo con más de cien años extrayéndolo y en la ciudad ni siquiera tenemos agua. Tenemos que aprender de la historia.

Cambiando de tema, ¿ve posible la unidad del PJ en un futuro?

Si no son lo suficientemente maduros para que los que nos fuimos del PJ volvamos sin condicionamientos; y los responsables de las últimas derrotas electorales en el 2015 y 2017 no dan un paso al costado; no se resigna el “vedetismo” y si no nos encolumnamos en un proyecto en el 2019, en Chubut, gana el PRO. El 70 por ciento que tenemos de caudal electoral partido en mil pedazos no nos sirve. Nos gana el PRO con un 25 por ciento. Los peronistas tenemos que darnos cuenta de esto. Cometemos un gran error.

Y en términos reales, ¿es posible esa unidad?

Hay que resignar y dejar de lado las actitudes de “vedetonga” y pensar en el bien común. Eso es la unificación del Peronismo para enfrentar todos juntos las elecciones del 2019. Otra vez, con un proyecto peronista y con contenido. Hoy es inviable porque sería casi un milagro que el PJ se reorganice en la provincia. Esto no es ajeno a nivel nacional porque los culpables de la derrota hablan como si fueran salvadores de la patria. Nadie está dispuesto a resignar nada empezando por la ex presidente. Los peronistas siempre fuimos lapidarios históricamente con los responsables de las derrotas. Hoy nadie se quiere ir.

¿Entiende que hay algún tipo de persecución por parte del gobierno nacional a dirigentes gremiales?

No va en contra de los dirigentes sino del modelo sindical argentino tal cual lo estableció el general Perón. No es casualidad que los últimos días hayan explotado casos de corrupción de sindicalistas. Es una operación para “ablandar” al sindicalismo ante la opinión pública. Y ahora pretende avanzar con Hugo Moyano, es el que mejor representa el modelo sindical. Aquel que tenga problema con la Justicia porque hizo mal las cosas, deberá dar las explicaciones a sus afiliados. El Gobierno hace una descomunal puesta en escena en los medios y las redes sociales, desprestigiando para poder avanzar sobre los derechos de los trabajadores. La estructura de los gremios es la única barrera que existe entre los empresarios y los trabajadores.

¿Cuáles son los principales desafíos legislativos en el 2018?

La principal pelea pasará por frenar las leyes que atenten contra los trabajadores y por eso tenemos muy poco peso político en el Congreso para hacerlo. Con el recambio legislativo quedamos tres, cuando en la época de Alfonsin había 43 y, con esa cantidad, es poco lo que se puede hacer. Queda condenarlo a través de los medios y la movilización popular. El desafío será parar todas las reformas que vienen y son una flexibilización encubierta. Pretenden hacer caer los convenios colectivos de trabajo y avanzar sobre los intereses de los trabajadores.