En multitudinaria protesta Hugo Moyano advirtió que no tiene "miedo de ir preso"

"Le reitero al señor Presidente: No somos golpistas, como fueron otros antes". Fue una de las frases más fuertes que pronunció el líder sindical al hablar hoy durante la Marcha del 21 F organizado por Camioneros, las dos CTA y diversas organizaciones sociales y que congregó a cientos de miles de personas.

21 FEB 2018 - 15:29 | Actualizado

El líder de los camioneros, Hugo Moyano, advirtióante una multitud de trabajadores y militantes que no tiene "miedo de ir preso" bajo acusaciones de corrupción, al encabezar en el centro porteño un acto de protesta contra la política social y económica del gobierno de Mauricio Macri.

Orador principal del acto que se llevó a cabo en el cruce de las avenidas 9 de julio y Belgrano, Moyano rechazó las interpretaciones de quienes vincularon la organización de la concentración con la necesidad del líder sindical de mostrar el "respaldo" de los trabajadores ante "los problemas legales" que afronta.

"Esta marcha no fue para respaldarme a mí. Nunca usé a los trabajadores porque tengo las suficientes pelotas como para defenderme solo. No estoy implicado en ningún tema de corrupción, por ahora", vociferó Moyano.

El camionero consiguió para la masiva marcha la adhesión de los bancarios, docentes, curtidores, marítimos y portuarios, entre otros sindicatos, a lo que se sumaron representaciones de organizaciones kirchneristas como La Cámpora, fuerzas políticas de izquierda y movimientos sociales.

En cambio, otras poderosas organizaciones gremiales agrupadas en la CGT prefirieron quedar al margen de la protesta.

Las columnas colmaron el carril central de la 9 de julio, las paralelas Lima y Bernardo de Irigoyen -de manera compacta a lo largo de las cuatro cuadras que separan a las avenidas Belgrano e Independiencia-, mientras otros manifestantes se situaron sobre Belgrano hacia la avenida Entre Ríos o el bajo porteño.

En su discurso, Moyano aseguró que no se irá del país y negó tener fondos depositados en bancos del exterior, como quisieron "inventar estos señores que aplican este modelo económico", remarcó.

"No me van a ver arrugar en nada y mucho menos cuando se trate de tener que defender los intereses de los trabajadores. Esta manifestación se organizó con un solo objetivo: decirle al Gobierno que no siga llevando adelante políticas que hambrean a la parte más sensible de la sociedad", apuntó.

Desde el Gobierno, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, advirtió que las autoridades nacionales están abiertas al diálogo con el sector sindical, pero destacó que no aceptarán "condicionamientos o conductas extorsivas".

Moyano tuvo que interrumpir su intervención ante la multitud en tres ocasiones para solicitar a los trabajadores que cesaran sus insultos contra el presidente Macri.

Cuando el camionero sostenía ante la abigarrada multitud que "no existe una sola causa judicial" en la que esté imputado y, en el momento en el que indicaba que "esas acusaciones son todas estupideces, barbaridades e inventos de los funcionarios y de un sector del periodismo", los manifestantes comenzaron a gritar: "Mauricio Macri la p...".

Fue entonces cuando el ex jefe de la CGT alzó sus manos y, dirigiéndose a la multitud, reclamó: "Eso no es necesario, para nada es necesario, por favor", aunque debió reiterar el pedido a los trabajadores en otras dos oportunidades.

La marcha, que en un principio se convocó con el propósito de sostener los reclamos salariales del gremio de Camioneros ante la cámaras patronales, devino en una masiva manifestación opositora, que contó con el respaldo de sectores afines al kirchnerismo, partidos de izquierda y organizaciones sociales y gremios que cuestionan a los sectores dialoguistas de la CGT.

"Esta política económica es para perjudicar a los que menos tienen, a los trabajadores, a los jubilados, a las familias humildes, a los niños. Por eso quieren destruir la defensa que tienen los trabajadores, que son las organizaciones gremiales", remarcó el ex jefe de la CGT.

Schmid: "Lo únicoque logró este gobierno es la pérdida de poder adquisitivo"

El acto comenzó pasada las 14.45 con las palabras de uno de los integrantes del triunvirato que conduce la CGT, el titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, quien criticó al Gobierno al sostener que "lo único que se logró en dos años es la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores".

"El Gobierno logró endeudar al país de manera infinita, para que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres", subrayó el también titular de la Confederación Argentina de los Trabajadores del Transporte (CATT).

Además, se dirigieron a la multitud el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; y el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, con discursos que conjugaron las apelaciones a "la unidad de las entidades sindicales opuestas al gobiernos y las críticas a las políticas económica del Ejecutivo.

Los términos más duros contra el oficialismo fueron emitidos por Yasky, quien aseguró: "En la Rosada están los ladrones y ahí los tienen que ir a buscar".

"Este día va a quedar en la historia como el día de la unidad de los trabajadores y la dignidad de los que no nos ponemos de rodillas ante un Gobierno de patrones. Si quieren buscar ladrones, le pasamos una dirección: Balcarce 50", remató el gremialista docente.

La organización y seguridad de la masiva concentración estuvo a cargo del gremio camionero, que dispuso centenares de hombres con remeras y pecheras verdes para identificar a esa entidad sindical.

Una locutora arengó a la multitud con voz clara, alta e incansable durante horas, mientras aquel dispositivo de seguridad -ubicado a lo largo de un vallado especialmente dispuesto de forma circular alrededor del palco-, impedía el ingreso a todo aquel que no se hubiese acreditado de forma previa o que no fuese dirigente o allegado a los gremios.

En tanto que el palco se vistió de "fiesta" y hubo confraternidad, diálogos reiterados y gestos entre los dirigentes que participaron en la protesta desde un muy variado arco ideológico.

Variada presencia de sindicalistas, diputados e intendentes

En las inmediaciones del escenario principal -dentro de la zona vallada- pudo observarse al secretario de Prensa de la Asociación Bancaria (AB), Eduardo Berrozpe, en animado diálogo con la prensa y con los dirigentes de otros gremios de la Corriente Federal, como el de Empleados de Farmacia (ADEF), Víctor Carricarte, el de gráficos bonaerenses (FGB), Héctor Amichetti, y el de televisión (Satsaid), Horacio Arreceygor, entre otros.

El acto concluyó a las 15.31, cuando Moyano --que habló durante 15 minutos-- finalizó su discurso y, de esta forma, se inició una desconcentración que transcurrió sin incidentes por las calles del centro porteño.

En cuanto a las presencias que tuvo la concurrencia, se destacó la del diputado nacional Máximo Kirchner, junto a otros legisladores y cientos de militantes de La Cámpora. También fue visto el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni.

Pasada las 13, los diputados del Frente para la Victoria se sumaron a esa columna kirchnerista que conformaron también junto a intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, como Verónica Magario (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Walter Festa (Moreno), Gustavo Menéndez (Merlo), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Julio Zamora (Tigre), que movilizaron un grupo de militantes desde sus municipios.

Entre los representantes kirchneristas se destacaron Agustín Rossi, Fernando Espinoza, Fernanda Vallejos, Cristina Álvarez Rodríguez, Jorge Taiana, Martín Sabbatella, Leopoldo Moreau, Mariano Recalde, Héctor Recalde, Daniel Filmus y Aníbal Fernández, entre otros.

También concurrieron a la marcha en representación de los movimientos sociales Juan Grabois, por el MTE; Daniel Menéndez por Barrios de Pie; y Fredy Mariños por la Corriente Clasista y Combativa.

Las organizaciones de izquierda asistieron con columnas independientes que representaron al Partido Obrero, al Partido Socialista de los Trabajadores y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, entre varias agrupaciones más.

Sin embargo, la convocatoria a la marcha consiguió una escuálida adhesión de los gremios más poderosos de la CGT: ni "gordos" (grandes gremios de servicios), ni "independientes" (la UOCRA, los estatales de UPCN y trabajadores de Obras Sanitarias) apoyaron la marcha organizada por Moyano.

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21 FEB 2018 - 15:29

El líder de los camioneros, Hugo Moyano, advirtióante una multitud de trabajadores y militantes que no tiene "miedo de ir preso" bajo acusaciones de corrupción, al encabezar en el centro porteño un acto de protesta contra la política social y económica del gobierno de Mauricio Macri.

Orador principal del acto que se llevó a cabo en el cruce de las avenidas 9 de julio y Belgrano, Moyano rechazó las interpretaciones de quienes vincularon la organización de la concentración con la necesidad del líder sindical de mostrar el "respaldo" de los trabajadores ante "los problemas legales" que afronta.

"Esta marcha no fue para respaldarme a mí. Nunca usé a los trabajadores porque tengo las suficientes pelotas como para defenderme solo. No estoy implicado en ningún tema de corrupción, por ahora", vociferó Moyano.

El camionero consiguió para la masiva marcha la adhesión de los bancarios, docentes, curtidores, marítimos y portuarios, entre otros sindicatos, a lo que se sumaron representaciones de organizaciones kirchneristas como La Cámpora, fuerzas políticas de izquierda y movimientos sociales.

En cambio, otras poderosas organizaciones gremiales agrupadas en la CGT prefirieron quedar al margen de la protesta.

Las columnas colmaron el carril central de la 9 de julio, las paralelas Lima y Bernardo de Irigoyen -de manera compacta a lo largo de las cuatro cuadras que separan a las avenidas Belgrano e Independiencia-, mientras otros manifestantes se situaron sobre Belgrano hacia la avenida Entre Ríos o el bajo porteño.

En su discurso, Moyano aseguró que no se irá del país y negó tener fondos depositados en bancos del exterior, como quisieron "inventar estos señores que aplican este modelo económico", remarcó.

"No me van a ver arrugar en nada y mucho menos cuando se trate de tener que defender los intereses de los trabajadores. Esta manifestación se organizó con un solo objetivo: decirle al Gobierno que no siga llevando adelante políticas que hambrean a la parte más sensible de la sociedad", apuntó.

Desde el Gobierno, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, advirtió que las autoridades nacionales están abiertas al diálogo con el sector sindical, pero destacó que no aceptarán "condicionamientos o conductas extorsivas".

Moyano tuvo que interrumpir su intervención ante la multitud en tres ocasiones para solicitar a los trabajadores que cesaran sus insultos contra el presidente Macri.

Cuando el camionero sostenía ante la abigarrada multitud que "no existe una sola causa judicial" en la que esté imputado y, en el momento en el que indicaba que "esas acusaciones son todas estupideces, barbaridades e inventos de los funcionarios y de un sector del periodismo", los manifestantes comenzaron a gritar: "Mauricio Macri la p...".

Fue entonces cuando el ex jefe de la CGT alzó sus manos y, dirigiéndose a la multitud, reclamó: "Eso no es necesario, para nada es necesario, por favor", aunque debió reiterar el pedido a los trabajadores en otras dos oportunidades.

La marcha, que en un principio se convocó con el propósito de sostener los reclamos salariales del gremio de Camioneros ante la cámaras patronales, devino en una masiva manifestación opositora, que contó con el respaldo de sectores afines al kirchnerismo, partidos de izquierda y organizaciones sociales y gremios que cuestionan a los sectores dialoguistas de la CGT.

"Esta política económica es para perjudicar a los que menos tienen, a los trabajadores, a los jubilados, a las familias humildes, a los niños. Por eso quieren destruir la defensa que tienen los trabajadores, que son las organizaciones gremiales", remarcó el ex jefe de la CGT.

Schmid: "Lo únicoque logró este gobierno es la pérdida de poder adquisitivo"

El acto comenzó pasada las 14.45 con las palabras de uno de los integrantes del triunvirato que conduce la CGT, el titular del gremio de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, quien criticó al Gobierno al sostener que "lo único que se logró en dos años es la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores".

"El Gobierno logró endeudar al país de manera infinita, para que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres", subrayó el también titular de la Confederación Argentina de los Trabajadores del Transporte (CATT).

Además, se dirigieron a la multitud el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky; y el secretario general de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, con discursos que conjugaron las apelaciones a "la unidad de las entidades sindicales opuestas al gobiernos y las críticas a las políticas económica del Ejecutivo.

Los términos más duros contra el oficialismo fueron emitidos por Yasky, quien aseguró: "En la Rosada están los ladrones y ahí los tienen que ir a buscar".

"Este día va a quedar en la historia como el día de la unidad de los trabajadores y la dignidad de los que no nos ponemos de rodillas ante un Gobierno de patrones. Si quieren buscar ladrones, le pasamos una dirección: Balcarce 50", remató el gremialista docente.

La organización y seguridad de la masiva concentración estuvo a cargo del gremio camionero, que dispuso centenares de hombres con remeras y pecheras verdes para identificar a esa entidad sindical.

Una locutora arengó a la multitud con voz clara, alta e incansable durante horas, mientras aquel dispositivo de seguridad -ubicado a lo largo de un vallado especialmente dispuesto de forma circular alrededor del palco-, impedía el ingreso a todo aquel que no se hubiese acreditado de forma previa o que no fuese dirigente o allegado a los gremios.

En tanto que el palco se vistió de "fiesta" y hubo confraternidad, diálogos reiterados y gestos entre los dirigentes que participaron en la protesta desde un muy variado arco ideológico.

Variada presencia de sindicalistas, diputados e intendentes

En las inmediaciones del escenario principal -dentro de la zona vallada- pudo observarse al secretario de Prensa de la Asociación Bancaria (AB), Eduardo Berrozpe, en animado diálogo con la prensa y con los dirigentes de otros gremios de la Corriente Federal, como el de Empleados de Farmacia (ADEF), Víctor Carricarte, el de gráficos bonaerenses (FGB), Héctor Amichetti, y el de televisión (Satsaid), Horacio Arreceygor, entre otros.

El acto concluyó a las 15.31, cuando Moyano --que habló durante 15 minutos-- finalizó su discurso y, de esta forma, se inició una desconcentración que transcurrió sin incidentes por las calles del centro porteño.

En cuanto a las presencias que tuvo la concurrencia, se destacó la del diputado nacional Máximo Kirchner, junto a otros legisladores y cientos de militantes de La Cámpora. También fue visto el ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni.

Pasada las 13, los diputados del Frente para la Victoria se sumaron a esa columna kirchnerista que conformaron también junto a intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, como Verónica Magario (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada), Walter Festa (Moreno), Gustavo Menéndez (Merlo), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Julio Zamora (Tigre), que movilizaron un grupo de militantes desde sus municipios.

Entre los representantes kirchneristas se destacaron Agustín Rossi, Fernando Espinoza, Fernanda Vallejos, Cristina Álvarez Rodríguez, Jorge Taiana, Martín Sabbatella, Leopoldo Moreau, Mariano Recalde, Héctor Recalde, Daniel Filmus y Aníbal Fernández, entre otros.

También concurrieron a la marcha en representación de los movimientos sociales Juan Grabois, por el MTE; Daniel Menéndez por Barrios de Pie; y Fredy Mariños por la Corriente Clasista y Combativa.

Las organizaciones de izquierda asistieron con columnas independientes que representaron al Partido Obrero, al Partido Socialista de los Trabajadores y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, entre varias agrupaciones más.

Sin embargo, la convocatoria a la marcha consiguió una escuálida adhesión de los gremios más poderosos de la CGT: ni "gordos" (grandes gremios de servicios), ni "independientes" (la UOCRA, los estatales de UPCN y trabajadores de Obras Sanitarias) apoyaron la marcha organizada por Moyano.


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