El fallo fue dictado por el Tribunal Oral número 5 de Lomas de Zamora y alcanzó a Cristian Morel González (19), quien está detenido desde una semana después del hecho y seguirá en esa condición.
Por unanimidad, los jueces Guillermo Piume, Pedro Pianta y María del Carmen Mora lo hallaron responsable del delito de “homicidio con dolo eventual”, es decir, que pese a que debió representarse que podía provocar un daño, igual continuó con su accionar.
Durante los alegatos, el fiscal Héctor Toneguzzo había pedido 18 años de cárcel para Morel González y 4 años para José Orellana (18), quien era dueño del vehículo y estaba acusado de encubrimiento, pero finalmente fue absuelto.
El hecho ocurrió el 1 de marzo de 2015 en Wilde, partido de Avellaneda, cuando un Volkswagen Vento negro conducido por Morel González circulaba a alrededor de 150 kilómetros por hora, y pasó con el semáforo en rojo y de contramano por la avenida Fabián Onsari y Cordero.
Este vehículo impactó contra un Fiat Palio Blanco en el que viajaba una familia que se dirigía a un acto de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el Congreso.
Como consecuencia del hecho, murieron en el acto Anabella Verónica Lencinas (25), que salió despedida del auto, y días después su cuñada, Karina Andrea Cubas Wohlk (36).
En tanto, resultaron heridos el hermano de Verónica y esposo de Karina, Hernán (36), quien manejaba el vehículo, y su otra hermana, Adela Lencinas (32).
El choque fue registrado por las cámaras de seguridad del municipio de Avellaneda, donde se advierte que el Vento choca al Palio y también a una camioneta Ford Ranger.
Posteriormente, Morel González -que en el juicio admitió que estaba borracho- quedó parado con el vehículo a pocos metros, momento que aprovechó para cambiarse de lugar con Orellana, quien luego argumentó que hizo eso porque pensó que el seguro no le iba a pagar el choque, indicaron las fuentes.
En ese auto, también había otros tres jóvenes que no sufrieron heridas.
De acuerdo a un taxista que fue un testigo clave en el juicio, los ocupantes del Vento se bajaron del vehículo y empezaron a tirar botellas de bebidas alcohólicas a un pastizal cercano.
Además, el taxista aseguró que el auto circulaba a “cerca de 150 kilómetros por hora” y que intentó auxiliar con agua a una de las víctimas que salió despedida, pero enseguida murió.
Antes y durante el juicio, los familiares de las víctimas fueron asistidos por la Unidad de Victimología del Ministerio de Justicia de la Nación.
El fallo fue dictado por el Tribunal Oral número 5 de Lomas de Zamora y alcanzó a Cristian Morel González (19), quien está detenido desde una semana después del hecho y seguirá en esa condición.
Por unanimidad, los jueces Guillermo Piume, Pedro Pianta y María del Carmen Mora lo hallaron responsable del delito de “homicidio con dolo eventual”, es decir, que pese a que debió representarse que podía provocar un daño, igual continuó con su accionar.
Durante los alegatos, el fiscal Héctor Toneguzzo había pedido 18 años de cárcel para Morel González y 4 años para José Orellana (18), quien era dueño del vehículo y estaba acusado de encubrimiento, pero finalmente fue absuelto.
El hecho ocurrió el 1 de marzo de 2015 en Wilde, partido de Avellaneda, cuando un Volkswagen Vento negro conducido por Morel González circulaba a alrededor de 150 kilómetros por hora, y pasó con el semáforo en rojo y de contramano por la avenida Fabián Onsari y Cordero.
Este vehículo impactó contra un Fiat Palio Blanco en el que viajaba una familia que se dirigía a un acto de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el Congreso.
Como consecuencia del hecho, murieron en el acto Anabella Verónica Lencinas (25), que salió despedida del auto, y días después su cuñada, Karina Andrea Cubas Wohlk (36).
En tanto, resultaron heridos el hermano de Verónica y esposo de Karina, Hernán (36), quien manejaba el vehículo, y su otra hermana, Adela Lencinas (32).
El choque fue registrado por las cámaras de seguridad del municipio de Avellaneda, donde se advierte que el Vento choca al Palio y también a una camioneta Ford Ranger.
Posteriormente, Morel González -que en el juicio admitió que estaba borracho- quedó parado con el vehículo a pocos metros, momento que aprovechó para cambiarse de lugar con Orellana, quien luego argumentó que hizo eso porque pensó que el seguro no le iba a pagar el choque, indicaron las fuentes.
En ese auto, también había otros tres jóvenes que no sufrieron heridas.
De acuerdo a un taxista que fue un testigo clave en el juicio, los ocupantes del Vento se bajaron del vehículo y empezaron a tirar botellas de bebidas alcohólicas a un pastizal cercano.
Además, el taxista aseguró que el auto circulaba a “cerca de 150 kilómetros por hora” y que intentó auxiliar con agua a una de las víctimas que salió despedida, pero enseguida murió.
Antes y durante el juicio, los familiares de las víctimas fueron asistidos por la Unidad de Victimología del Ministerio de Justicia de la Nación.