Italia votó un nuevo gobierno con ventaja inicial para la Centroderecha y el Cinco Estrellas

La alianza de cuatro partidos de centroderecha se imponía en las elecciones realizadas hoy en Italia para definir un nuevo gobierno, aunque sin alcanzar una mayoría propia, mientras el Movimiento Cinco Estrellas aparecía como el partido más votado, según las primeras encuestas a boca de urna.

04 MAR 2018 - 9:40 | Actualizado

En unos comicios que tuvieron la participación más baja de la historia de la república, el M5E daba la sorpresa de la elección al lograr más de 30 por ciento de los votos sin ningún tipo de alianzas, repitiendo el resultado de 2013, cuando también fue el partido más votado aunque después no pudo formar gobierno.

Según el boca de urna difundido por la cadena pública RAI a medianoche, las cuatro fuerzas de centroderecha que incluyen a la Fuerza Italia de SIlvio Berlusconi alcanzaban cerca de 36 por ciento de los votos frente a 32 por ciento del M5E y apenas 22 por ciento del Partido Democrático, que se encaminaba a la peor elección desde su fundación.

En cuanto a las bancas, el primer sondeo a boca de urna indicaba que la centroderecha podía alcanzar hasta 265 diputados de los 630 en juego, sin llegar a los 316 necesarios para la mayoría; el M5E, hasta 235, y la suma de la centroizquierda, entre 115 y 155.

Dentro de la coalición de centroderecha, la xenófoba Liga Norte, que postula como premier a su secretario general, Matteo Salvini (de 44 años), aventajaba por cerca de medio punto a Fuerza Italia, que propone como premier a Antonio Tajani (de 64 años), presidente del Parlamento Europeo.

El M5E, según las primeras proyecciones, basaba su gran elección como partido más votado en un gran apoyo en el sur del país y entre los jóvenes, identificados con su candidato a premier, Luigi Di Maio, de 31 años.

La fuerza nacida en 2007, fundada por el excómico Beppe Grillo, mejoraría así en más de siete puntos su performance de 2013, cuando obtuvo 25,56 por ciento de los votos.

Con cerca de 74 por ciento de asistencia en las primeras previsiones oficiales, esta elección fue la de menor participación de la historia, con una marcada caída también respecto de los otros comicios de este siglo (en 2013 votó 75,19 por ciento, en 2008 asistió 80,63 por ciento, en 2006 concurrió 84,24 por ciento y en 2001 lo hizo 81,35 por ciento).

La participación en las regiones del norte, que según las primeras proyecciones superó en algunas comunas por más de 15 puntos a las del sur, podría ser una ventaja para la Liga Norte, una de las cuatro fuerzas que integran la alianza de centroderecha que partía como favorita.

De confirmarse los números de la encuesta a boca de urna de Consorzio Opinio Italia en el escrutinio, la centroderecha quedaría a un paso de poder formar gobierno, para lo que necesita al menos 40 por ciento de los votos.

Durante la campaña, la centroderecha aseguró que la fuerza con más votos dentro de la coalición tendría la potestad de decidir al premier en caso de formar gobierno, lo que con los primeros resultados beneficiaría a Salvini.

Con propuestas basadas en el rechazo a la inmigración y las posturas más críticas frente al euro y a Europa en general, la centroderecha aprovechó el caldo de cultivo de la crisis migratoria continental para crecer y llevar al plano nacional la victoria que logró en el gobierno de Sicilia a fines de 2017.

El M5E, que basó su campaña en su clásico tono anti partidos tradicionales, aprovechó electoralmente las desigualdades que persisten entre el sur y el norte del país y la crisis de la desocupación juvenil, en un contexto en el que 31,5 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años no tiene trabajo.

En este escenario, de mantenerse en la cámara las alianzas que estuvieron en la cancha hoy, será el presidente Sergio Mattarella quien deba decidir, tras escuchar a los grupos parlamentarios que asumirán el 23 de marzo, si encarga la formación de gobierno a la coalición más votada (la centroderecha) o al partido que obtuvo más votos (el M5E).

De hecho, antes de las elecciones, el M5E, en un hecho inédito, fue la única fuerza que presentó publicamente todo su eventual gabinete, incluyendo un reconocido keynesiano al frente de Economía con el que prometió "el fin de la austeridad":

Desde la centroizquierda, el PD, que postulaba a su secretario general Matteo Renzi, no alcanzaría el 25,43 por ciento que obtuvo en 2013 y obtendría así el peor resultado desde su fundación en 2007.

04 MAR 2018 - 9:40

En unos comicios que tuvieron la participación más baja de la historia de la república, el M5E daba la sorpresa de la elección al lograr más de 30 por ciento de los votos sin ningún tipo de alianzas, repitiendo el resultado de 2013, cuando también fue el partido más votado aunque después no pudo formar gobierno.

Según el boca de urna difundido por la cadena pública RAI a medianoche, las cuatro fuerzas de centroderecha que incluyen a la Fuerza Italia de SIlvio Berlusconi alcanzaban cerca de 36 por ciento de los votos frente a 32 por ciento del M5E y apenas 22 por ciento del Partido Democrático, que se encaminaba a la peor elección desde su fundación.

En cuanto a las bancas, el primer sondeo a boca de urna indicaba que la centroderecha podía alcanzar hasta 265 diputados de los 630 en juego, sin llegar a los 316 necesarios para la mayoría; el M5E, hasta 235, y la suma de la centroizquierda, entre 115 y 155.

Dentro de la coalición de centroderecha, la xenófoba Liga Norte, que postula como premier a su secretario general, Matteo Salvini (de 44 años), aventajaba por cerca de medio punto a Fuerza Italia, que propone como premier a Antonio Tajani (de 64 años), presidente del Parlamento Europeo.

El M5E, según las primeras proyecciones, basaba su gran elección como partido más votado en un gran apoyo en el sur del país y entre los jóvenes, identificados con su candidato a premier, Luigi Di Maio, de 31 años.

La fuerza nacida en 2007, fundada por el excómico Beppe Grillo, mejoraría así en más de siete puntos su performance de 2013, cuando obtuvo 25,56 por ciento de los votos.

Con cerca de 74 por ciento de asistencia en las primeras previsiones oficiales, esta elección fue la de menor participación de la historia, con una marcada caída también respecto de los otros comicios de este siglo (en 2013 votó 75,19 por ciento, en 2008 asistió 80,63 por ciento, en 2006 concurrió 84,24 por ciento y en 2001 lo hizo 81,35 por ciento).

La participación en las regiones del norte, que según las primeras proyecciones superó en algunas comunas por más de 15 puntos a las del sur, podría ser una ventaja para la Liga Norte, una de las cuatro fuerzas que integran la alianza de centroderecha que partía como favorita.

De confirmarse los números de la encuesta a boca de urna de Consorzio Opinio Italia en el escrutinio, la centroderecha quedaría a un paso de poder formar gobierno, para lo que necesita al menos 40 por ciento de los votos.

Durante la campaña, la centroderecha aseguró que la fuerza con más votos dentro de la coalición tendría la potestad de decidir al premier en caso de formar gobierno, lo que con los primeros resultados beneficiaría a Salvini.

Con propuestas basadas en el rechazo a la inmigración y las posturas más críticas frente al euro y a Europa en general, la centroderecha aprovechó el caldo de cultivo de la crisis migratoria continental para crecer y llevar al plano nacional la victoria que logró en el gobierno de Sicilia a fines de 2017.

El M5E, que basó su campaña en su clásico tono anti partidos tradicionales, aprovechó electoralmente las desigualdades que persisten entre el sur y el norte del país y la crisis de la desocupación juvenil, en un contexto en el que 31,5 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años no tiene trabajo.

En este escenario, de mantenerse en la cámara las alianzas que estuvieron en la cancha hoy, será el presidente Sergio Mattarella quien deba decidir, tras escuchar a los grupos parlamentarios que asumirán el 23 de marzo, si encarga la formación de gobierno a la coalición más votada (la centroderecha) o al partido que obtuvo más votos (el M5E).

De hecho, antes de las elecciones, el M5E, en un hecho inédito, fue la única fuerza que presentó publicamente todo su eventual gabinete, incluyendo un reconocido keynesiano al frente de Economía con el que prometió "el fin de la austeridad":

Desde la centroizquierda, el PD, que postulaba a su secretario general Matteo Renzi, no alcanzaría el 25,43 por ciento que obtuvo en 2013 y obtendría así el peor resultado desde su fundación en 2007.


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