Arar la tierra, un sueño cumplido para El Puntudo

Productores de El Puntudo se capacitaron en Mecánica y Uso correcto de maquinaria agrícola a partir de un financiamiento gestionado por el INTA y el Ministerio de Agroindustria que les permitió acceder a su primer tractor. Este aporte impactará en la producción local y favorecerá prácticas de manejo sustentable dentro de su comunidad.

Progreso. Una postal de los productores de El Puntudo, en pleno aprendizaje para usar su nuevo tractor.
04 MAR 2018 - 21:27 | Actualizado

La compra del tractor se obtuvo con la aprobación de un Proyecto Integral PRODERI (Programa de Desarrollo Rural Incluyente, dependiente de la Unidad para el Cambio Rural del Ministerio de Agroindustria de Nación. El “Fortalecimiento socio-productivo de la Comunidad Originaria de El Puntudo” fue formulado por técnicos de INTA Chubut junto con representantes del programa en la Provincia.
El Puntudo es un paraje de Gastre, Meseta Central, de ambiente árido y clima hostil, con grandes lapsos de sequía. El principal vínculo con el mercado es la venta de lana y pelo del ganado ovino-caprino que las familias crían en sus predios. El promedio de la majada es de 230 animales.
La carne es un importante aporte para el autoconsumo familiar, además de la cría de animales de granja y la producción fruti-hortícola de sus huertas y pequeños montes frutales. La venta de excedentes, de artesanías y de animales en épocas claves junto a trabajos extraprediales complementos para sus bajos ingresos.
Las grandes distancias y la geografía limitan la prestación de servicios de maquinaria, lo que dificulta la realización de laboreos de suelo para siembra, mejoras de caminos y el traslado del producto hacia los accesos a rutas provinciales.
Ángel Omar Sastre, productor del Establecimiento La Querencia, comentó que “el contacto con el INTA surge a partir de la llegada de los técnicos para ver nuestras necesidades productivas, cómo podíamos mejorar la siembra o las pasturas e incrementar el número de animales. Surgió la idea de tener una maquinaria para hacer los trabajos en la tierra, arar y sembrar. Una de nuestras principales necesidades es sembrar alfalfa para darle de comer a los animales. Vienen años muy secos, y tenemos que garantizar el alimento para caballos, ovejas y cabras”.
“Somos una sociedad comunitaria originaria. Somos 19, algunos producen caprino, otros ovino-caprino. Es muy difícil sin el acompañamiento de los técnicos”, agregó Sastre.
Con el primer desembolso del financiamiento los productores compraron un tractor y reproductores ovinos. Rendidos esos fondos, se gestionará la compra de una rastra de discos y pala para el arreglo de caminos y aguadas. Se contará con un silo de almacenamiento de maíz.
La ingeniera agrónoma Ana Paula Galer, de la Agencia de Extensión Rural VIRCh del INTA, e impulsora de la iniciativa, destacó el “acompañamiento técnico continuo que los estimula a seguir con los trabajos productivos”.
Fueron capacitados  sobre el uso del tractor, a cargo del ingeniero agrónomo Eduardo Matinata, del INTA en Chubut. Hubo una instancia práctica en la Unidad Demostrativa del INTA en la Chacra 164, camino a Gaiman.
Fidelino Acosta, del establecimiento Mirasol Chico, poblador rural de la zona y productor caprino, destacó que “nos convocaron para aprender cómo usarlo, cómo trabajar en nuestros campos con los implementos para arar. Es mi primera vez arriba de un tractor, porque en la zona no contábamos con uno, y aprender a manejarlo te da ganas de volver a tu campo para trabajarlo con más fuerza, sabiendo que ahora contamos con una herramienta que nos va a permitir laborear el suelo, mejorarlo”.
“Nos interesa arreglar caminos, fundamental para la zona. Es un desafío, pero vamos a aprender a usarlo bien para poder repetir esta misma experiencia en nuestros campos, enseñarle también al resto de los productores que no pudieron venir a esta capacitación”.
Carlos Fernández, de Mirasol Chico, concluyó que la maquinaria “será un empuje que nos va a permitir mejorar nuestra vida y nuestra siembra. El INTA está siempre para ayudarnos”.#

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Progreso. Una postal de los productores de El Puntudo, en pleno aprendizaje para usar su nuevo tractor.
04 MAR 2018 - 21:27

La compra del tractor se obtuvo con la aprobación de un Proyecto Integral PRODERI (Programa de Desarrollo Rural Incluyente, dependiente de la Unidad para el Cambio Rural del Ministerio de Agroindustria de Nación. El “Fortalecimiento socio-productivo de la Comunidad Originaria de El Puntudo” fue formulado por técnicos de INTA Chubut junto con representantes del programa en la Provincia.
El Puntudo es un paraje de Gastre, Meseta Central, de ambiente árido y clima hostil, con grandes lapsos de sequía. El principal vínculo con el mercado es la venta de lana y pelo del ganado ovino-caprino que las familias crían en sus predios. El promedio de la majada es de 230 animales.
La carne es un importante aporte para el autoconsumo familiar, además de la cría de animales de granja y la producción fruti-hortícola de sus huertas y pequeños montes frutales. La venta de excedentes, de artesanías y de animales en épocas claves junto a trabajos extraprediales complementos para sus bajos ingresos.
Las grandes distancias y la geografía limitan la prestación de servicios de maquinaria, lo que dificulta la realización de laboreos de suelo para siembra, mejoras de caminos y el traslado del producto hacia los accesos a rutas provinciales.
Ángel Omar Sastre, productor del Establecimiento La Querencia, comentó que “el contacto con el INTA surge a partir de la llegada de los técnicos para ver nuestras necesidades productivas, cómo podíamos mejorar la siembra o las pasturas e incrementar el número de animales. Surgió la idea de tener una maquinaria para hacer los trabajos en la tierra, arar y sembrar. Una de nuestras principales necesidades es sembrar alfalfa para darle de comer a los animales. Vienen años muy secos, y tenemos que garantizar el alimento para caballos, ovejas y cabras”.
“Somos una sociedad comunitaria originaria. Somos 19, algunos producen caprino, otros ovino-caprino. Es muy difícil sin el acompañamiento de los técnicos”, agregó Sastre.
Con el primer desembolso del financiamiento los productores compraron un tractor y reproductores ovinos. Rendidos esos fondos, se gestionará la compra de una rastra de discos y pala para el arreglo de caminos y aguadas. Se contará con un silo de almacenamiento de maíz.
La ingeniera agrónoma Ana Paula Galer, de la Agencia de Extensión Rural VIRCh del INTA, e impulsora de la iniciativa, destacó el “acompañamiento técnico continuo que los estimula a seguir con los trabajos productivos”.
Fueron capacitados  sobre el uso del tractor, a cargo del ingeniero agrónomo Eduardo Matinata, del INTA en Chubut. Hubo una instancia práctica en la Unidad Demostrativa del INTA en la Chacra 164, camino a Gaiman.
Fidelino Acosta, del establecimiento Mirasol Chico, poblador rural de la zona y productor caprino, destacó que “nos convocaron para aprender cómo usarlo, cómo trabajar en nuestros campos con los implementos para arar. Es mi primera vez arriba de un tractor, porque en la zona no contábamos con uno, y aprender a manejarlo te da ganas de volver a tu campo para trabajarlo con más fuerza, sabiendo que ahora contamos con una herramienta que nos va a permitir laborear el suelo, mejorarlo”.
“Nos interesa arreglar caminos, fundamental para la zona. Es un desafío, pero vamos a aprender a usarlo bien para poder repetir esta misma experiencia en nuestros campos, enseñarle también al resto de los productores que no pudieron venir a esta capacitación”.
Carlos Fernández, de Mirasol Chico, concluyó que la maquinaria “será un empuje que nos va a permitir mejorar nuestra vida y nuestra siembra. El INTA está siempre para ayudarnos”.#


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