Rusia, Turquía e Irán cerraron filas por Siria ante los EEUU

Los presidentes de Rusia, Irán y Turquía, tres países que combaten en suelo sirio, dejaron de lado hoy sus diferencias y en una cumbre en Ankara se mostraron como un frente unido al pedir un final pactado y pacífico de la guerra en Siria, que no incluya a "los grupos terroristas".

04 ABR 2018 - 16:24 | Actualizado


La contracara de este trío aparentemente homogéneo fue la nueva contramarcha de Washington. A sólo un día de que el presidente Donald Trump ratificara su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Siria, la propia Casa Blanca relativizó su anuncio.

La vocera Sarah Huckabee Sanders informó en un comunicado que la intervención militar estadounidense en Siria tiene como objetivo derrotar a la milicia Estado Islámico (EI) y que esa lucha "está llegando rápidamente a su fin".

Las tropas, aclaró la vocera, se retirarán del país cuando esa misión se complete. 

Huckabee Sanders no ofreció ningún cronograma de retirada de las tropas, que fueron oficialmente desplegadas a fines de 2014, pero aclaró que por ahora los militares estadounidenses siguen comprometidos con "la eliminación de la pequeña presencia del EI", quien en el último año sufrió fuertes derrotas y se vio obligado a replegarse, tanto en Siria como en la vecina Irak. 

Mientras la estrategia estadounidense en Siria parece más ambigua que nunca, los líderes de Rusia, Irán y Turquía buscaron mostrar hoy una imagen completamente opuesta: un frente unido y decidido. 

En una declaración ante la prensa tras la reunión celebrada en el palacio presidencial en Ankara, los mandatarios rechazaron los intentos de "crear nuevas realidades sobre el terreno con el pretexto de combatir el terrorismo" y expresaron su determinación de oponerse a las agendas separatistas "destinadas a socavar la soberanía e integridad territorial de Siria".

Tras dejar claro este consenso, cada uno de los mandatarios reafirmó su política, beligerante en los hechos, en Siria.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, puso el acento en la necesidad de combatir a "todas las organizaciones terroristas, sin distinción", en referencia a las milicias kurdo-sirias y ratificó la ofensiva de su Ejército en el norte de Siria.

El presidente iraní, Hasan Rohani, por su parte, aprovechó para volver a atacar a Estados Unidos, su rival número uno en el mundo: "Algunos países, como Estados Unidos, querían utilizar a las organizaciones terroristas como herramientas".

Mientras, el presidente ruso, Vladímir Putin, actuó como reproductor del discurso del gobierno de Bashar al Assad y denunció que "los terroristas intentan envenenar el proceso de pacificación" y, por eso, pidió que los "grupos terroristas sean separados de la oposición armada" en las negociaciones de paz sirias que definan el fin de la guerra, que ya lleva más de siete años. 

Pese al consenso que mostraron frente a las cámaras, Rusia e Irán apoyan al presidente sirio, Bashar al Assad, mientras que Turquía respalda a la oposición armada y lucha contra las milicias kurdo-sirias en el norte de Siria.

Las tres naciones son garantes en el proceso de Astaná, bautizada así por su sede, la capital de Kazajistán. 

Este diálogo surgió en medio de la parálisis de las negociaciones impulsadas por la ONU y del debilitamiento del protagonismo de Estados Unidos en el conflicto. El objetivo de este proceso es alcanzar una tregua y la última reunión fue en noviembre pasado en la localidad rusa de Sochi.

En el plano militar del conflicto, en tanto, la milicia insurgente islamista Ejército del Islam comenzó hoy a liberar prisioneros de sus centros de detención en Duma, el último reducto rebelde de Ghouta Oriental, el bastión opositor en las afueras de Damasco que está a punto de caer completamente en manos del gobierno después de meses de combates y años de bloqueo. 

Como la milicia islamista había acordado con el gobierno de Al Assad el domingo pasado, al menos cinco personas, entre ellas tres mujeres, fueron puestas en libertad por el Ejército del Islam, según informó la televisión oficial siria.

El canal mostró imágenes de los liberados escoltados por las Fuerzas Armadas sirias en el paso del campo de refugiados palestinos de Al Wafidín.

Según el acuerdo, aún deben ser evacuados todos los combatientes y civiles que deseen seguir viviendo en zonas bajo el control de rebeldes, apoyados por Turquía, en la provincia norteña de Alepo. 

Desde el inicio de la semana, más de 2.000 personas ya abandonaron Duma y fueron trasladadas hacia Alepo. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, anunció que una tercera tanda de desplazados partirá de Ghouta Oriental en las próximas horas.

04 ABR 2018 - 16:24


La contracara de este trío aparentemente homogéneo fue la nueva contramarcha de Washington. A sólo un día de que el presidente Donald Trump ratificara su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Siria, la propia Casa Blanca relativizó su anuncio.

La vocera Sarah Huckabee Sanders informó en un comunicado que la intervención militar estadounidense en Siria tiene como objetivo derrotar a la milicia Estado Islámico (EI) y que esa lucha "está llegando rápidamente a su fin".

Las tropas, aclaró la vocera, se retirarán del país cuando esa misión se complete. 

Huckabee Sanders no ofreció ningún cronograma de retirada de las tropas, que fueron oficialmente desplegadas a fines de 2014, pero aclaró que por ahora los militares estadounidenses siguen comprometidos con "la eliminación de la pequeña presencia del EI", quien en el último año sufrió fuertes derrotas y se vio obligado a replegarse, tanto en Siria como en la vecina Irak. 

Mientras la estrategia estadounidense en Siria parece más ambigua que nunca, los líderes de Rusia, Irán y Turquía buscaron mostrar hoy una imagen completamente opuesta: un frente unido y decidido. 

En una declaración ante la prensa tras la reunión celebrada en el palacio presidencial en Ankara, los mandatarios rechazaron los intentos de "crear nuevas realidades sobre el terreno con el pretexto de combatir el terrorismo" y expresaron su determinación de oponerse a las agendas separatistas "destinadas a socavar la soberanía e integridad territorial de Siria".

Tras dejar claro este consenso, cada uno de los mandatarios reafirmó su política, beligerante en los hechos, en Siria.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, puso el acento en la necesidad de combatir a "todas las organizaciones terroristas, sin distinción", en referencia a las milicias kurdo-sirias y ratificó la ofensiva de su Ejército en el norte de Siria.

El presidente iraní, Hasan Rohani, por su parte, aprovechó para volver a atacar a Estados Unidos, su rival número uno en el mundo: "Algunos países, como Estados Unidos, querían utilizar a las organizaciones terroristas como herramientas".

Mientras, el presidente ruso, Vladímir Putin, actuó como reproductor del discurso del gobierno de Bashar al Assad y denunció que "los terroristas intentan envenenar el proceso de pacificación" y, por eso, pidió que los "grupos terroristas sean separados de la oposición armada" en las negociaciones de paz sirias que definan el fin de la guerra, que ya lleva más de siete años. 

Pese al consenso que mostraron frente a las cámaras, Rusia e Irán apoyan al presidente sirio, Bashar al Assad, mientras que Turquía respalda a la oposición armada y lucha contra las milicias kurdo-sirias en el norte de Siria.

Las tres naciones son garantes en el proceso de Astaná, bautizada así por su sede, la capital de Kazajistán. 

Este diálogo surgió en medio de la parálisis de las negociaciones impulsadas por la ONU y del debilitamiento del protagonismo de Estados Unidos en el conflicto. El objetivo de este proceso es alcanzar una tregua y la última reunión fue en noviembre pasado en la localidad rusa de Sochi.

En el plano militar del conflicto, en tanto, la milicia insurgente islamista Ejército del Islam comenzó hoy a liberar prisioneros de sus centros de detención en Duma, el último reducto rebelde de Ghouta Oriental, el bastión opositor en las afueras de Damasco que está a punto de caer completamente en manos del gobierno después de meses de combates y años de bloqueo. 

Como la milicia islamista había acordado con el gobierno de Al Assad el domingo pasado, al menos cinco personas, entre ellas tres mujeres, fueron puestas en libertad por el Ejército del Islam, según informó la televisión oficial siria.

El canal mostró imágenes de los liberados escoltados por las Fuerzas Armadas sirias en el paso del campo de refugiados palestinos de Al Wafidín.

Según el acuerdo, aún deben ser evacuados todos los combatientes y civiles que deseen seguir viviendo en zonas bajo el control de rebeldes, apoyados por Turquía, en la provincia norteña de Alepo. 

Desde el inicio de la semana, más de 2.000 personas ya abandonaron Duma y fueron trasladadas hacia Alepo. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización pro opositora con sede en Londres, anunció que una tercera tanda de desplazados partirá de Ghouta Oriental en las próximas horas.


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