Otra huelga de trenes jaquea la reforma laboral de Macron

Francia vivió hoy un nuevo día de paro ferroviario que dejó sin servicio a un gran número de trenes y afecta a conexiones europeas, en el cuarto día de una huelga que preocupa al presidente Emmanuel Macron y que busca frenar uno de los aspectos centrales de la reforma laboral que impulsa el Ejecutivo galo.

09 ABR 2018 - 10:54 | Actualizado

Los sindicatos ferroviarios se oponen a los planes del gobierno para reformar la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), de cara a un aumento de la competencia privada que permite la legislación europea. 
El Ejecutivo quiere reducir los costos bajo el argumento de que de esa manera la compañía será más competitiva, entre otras cosas imponiendo que las nuevas contrataciones no se efectúen con el controvertido estatuto.
Actualmente, la mayoría de los trabajadores de SNCF posee estabilidad laboral, así como aumentos de salario regulares y una edad de jubilación de entre 52 y 57 años. 
Los sindicatos alegan que esas condiciones son la contrapartida por trabajos muy calificados y largas jornadas laborales y que los salarios apenas están por encima de la media nacional. 
Desde la SNCF, su director, Guillaume Pepy, buscó añadir argumentos contrarios a la huelga y en declaraciones al canal de televisión BFMTV señaló que "cuando circulan pocos trenes, como hoy, los costos son de 20 millones de euros al día".
Desde el gobierno francés, el primer ministro Edouard Philippe subrayó la semana pasada su "determinación" de llevar adelante la reforma del sistema ferroviario pese a las huelgas, y advirtió que no cederá en los principales puntos que suscitaron el rechazo sindical a la polémica reforma laboral.
"La rigidez operativa de la empresa es un problema", dijo después de haber indicado que la consecuencia es que el costo de funcionamiento de los trenes en Francia "es excesivo".
La huelga, que comenzó la semana pasada, se mantendrá hasta junio: los sindicatos tienen previsto parar dos días por semana y trabajar tres hasta entonces. 
Por su parte, mañana y pasado los trabajadores de la línea aérea francesa Air France llevarán a cabo la sexta jornada de huelga desde febrero.
Al respecto, la compañía pronosticó que la convocatoria tendrá una adhesión del 35 % de los pilotos, el 20 % del personal de cabina y 13 % de los trabajadores de tierra, por lo que apuntó que podrá haber retrasos y alteraciones en los vuelos en un comunicado recogido por la agencia de noticias EFE.
La huelga está organizada por varios sindicatos que piden un incremento salarial del 6 %, para compensar la pérdida de poder adquisitivo debida a la inflación en los últimos años.
A los dos días de paro de esta semana le seguirán otros el 17, 18, 23 y 24 de abril.
Tres de esos días (18, 23 y 24 de abril) coinciden con nuevos paros en la SNCF.
La Asamblea Nacional (Parlamento) francesa abordaba hoy por primera vez la controvertida reforma laboral, refirió la agencia de noticias DPA.

09 ABR 2018 - 10:54

Los sindicatos ferroviarios se oponen a los planes del gobierno para reformar la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), de cara a un aumento de la competencia privada que permite la legislación europea. 
El Ejecutivo quiere reducir los costos bajo el argumento de que de esa manera la compañía será más competitiva, entre otras cosas imponiendo que las nuevas contrataciones no se efectúen con el controvertido estatuto.
Actualmente, la mayoría de los trabajadores de SNCF posee estabilidad laboral, así como aumentos de salario regulares y una edad de jubilación de entre 52 y 57 años. 
Los sindicatos alegan que esas condiciones son la contrapartida por trabajos muy calificados y largas jornadas laborales y que los salarios apenas están por encima de la media nacional. 
Desde la SNCF, su director, Guillaume Pepy, buscó añadir argumentos contrarios a la huelga y en declaraciones al canal de televisión BFMTV señaló que "cuando circulan pocos trenes, como hoy, los costos son de 20 millones de euros al día".
Desde el gobierno francés, el primer ministro Edouard Philippe subrayó la semana pasada su "determinación" de llevar adelante la reforma del sistema ferroviario pese a las huelgas, y advirtió que no cederá en los principales puntos que suscitaron el rechazo sindical a la polémica reforma laboral.
"La rigidez operativa de la empresa es un problema", dijo después de haber indicado que la consecuencia es que el costo de funcionamiento de los trenes en Francia "es excesivo".
La huelga, que comenzó la semana pasada, se mantendrá hasta junio: los sindicatos tienen previsto parar dos días por semana y trabajar tres hasta entonces. 
Por su parte, mañana y pasado los trabajadores de la línea aérea francesa Air France llevarán a cabo la sexta jornada de huelga desde febrero.
Al respecto, la compañía pronosticó que la convocatoria tendrá una adhesión del 35 % de los pilotos, el 20 % del personal de cabina y 13 % de los trabajadores de tierra, por lo que apuntó que podrá haber retrasos y alteraciones en los vuelos en un comunicado recogido por la agencia de noticias EFE.
La huelga está organizada por varios sindicatos que piden un incremento salarial del 6 %, para compensar la pérdida de poder adquisitivo debida a la inflación en los últimos años.
A los dos días de paro de esta semana le seguirán otros el 17, 18, 23 y 24 de abril.
Tres de esos días (18, 23 y 24 de abril) coinciden con nuevos paros en la SNCF.
La Asamblea Nacional (Parlamento) francesa abordaba hoy por primera vez la controvertida reforma laboral, refirió la agencia de noticias DPA.


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