Puerto Madryn: Subcomisaria Alejandra Medina: “Hay una naturalización de la violencia”

La subcomisaria Alejandra Medina confirmó que detectaron ciertos indicadores que preocupan por la mutación que están teniendo las denuncias que allí se reciben. Se da ante los graves casos registrados en el seno intrafamiliar.

14 ABR 2018 - 22:08 | Actualizado 30 SEP 2022 - 12:28

En los últimos meses se evidenció una curva ascendente de los hechos de violencia intrafamiliar en Puerto Madryn que preocupan. La señal de alarma radica tanto en los casos como en el grado de ímpetu que los agresores han tenido para con sus víctimas, además de apreciarse una “naturalización” preocupante de este tipo de situaciones que requieren un trabajo puntual con este segmento etario.
La subcomisario Alejandra Medina explicó que “no apreciamos un crecimiento en los niveles de denuncia“ sino que la preocupación está centrada en “la violencia con que se están generando los hechos de violencia general”.
Esto se evidencia en que son casos más violentos observados en el seno intrafamiliar o bien en el seno de la comunidad. “Hay un incremento en la forma en que se ejerce cada hecho” puntualizó la integrante de la Casa de la Mujer, quien específico que “nosotros trabajamos igual en cada uno de los hechos, sea lesión leve o grave”.
En un análisis más minucioso de las situaciones que se registran semana a semana se detectan parámetros habituales. Entre ellos “la reincidencia de los casos. Hay un círculo de la violencia que se inicia con un mal trato verbal hasta llegar a la violencia física”, dijo Medina, quien detalló que allí “la víctima radica la denuncia y solicita alguna medida pero vuelve a aceptar al agresor en la vivienda retornando el círculo y las agresiones físicas que pueden ser acompañadas por otro delito, así como un maltrato mayor”.

70 denuncias al mes

La intervención de la Comisaría de la Mujer es en la totalidad de los casos. Pese a ello, el nivel de denuncias en un fin de semana oscilan entre las 10 y 12 actuaciones pero “es algo habitual” dijo la subcomisaria Medina, quien consideró que “mensualmente tratamos entre las 50 y las 70 denuncias”.
A estas estadísticas promedio se agregó un componente que no se apreciaba con claridad y que es una violencia extrema por parte de los agresores para con sus víctimas. “Hechos de violencia familiar tenemos a diario, reincidencias se dan a diario, muchas aprehensiones que se realicen por la desobediencias a las restricciones o exclusiones de hogar. Todo ello se produce a diario”, dijo la titular de la Comisaría de la Mujer.
Desde el organismo se realiza una activa campaña de prevención en diferentes estamentos de la sociedad a los fines de tomar conciencia sobre la forma de actuar ante el mínimo incidente que pudiera ser el primer eslabón de una cadena de agresiones verbales y físicas.
La subcomisaria Alejandra Medina consideró necesario y clave el trabajar en materia educativa dentro del propio hogar porque “los hechos que se vienen dando, por más que la gente sepa que es violencia familiar, que no se deben realizar y que están penados por la ley, los ciudadanos parecería ser que tienen incorporada esa violencia al trato cotidiano con la pareja”.
Este comportamiento se traduce en la aparición de un componente extra en las denuncias realizadas por las víctimas y que es “la naturalización de la violencia” que “termina en hechos violentos”, sostuvo Medina. En este sentido, la funcionaria policial comentó que el marco indicaría que “la mujer vive en un escenario de violencia cotidiano donde los maltratos verbales los deja pasar hasta que es agredida físicamente. Luego pasa a que eso es una agresión mínima y así vamos escalando”.
La naturalización de la violencia, tanto en el seno intrafamiliar como en la sociedad, es un sello distintivo que se detectó en el último tiempo y que acrecienta la preocupación de las autoridades por la implicancia que ello trae aparejado en la reproducción de los casos.
“Si hacemos un análisis vemos que la gente está más impaciente en su vida cotidiana y eso se refleja en toda la sociedad. Si vamos al seno familiar tenemos las adicciones, la reincidencia y la naturalización de la violencia que genera esta explosión en los delitos”, sostuvo Medina.
Otro de los componentes que se va reproduciendo son las denuncias por violencia registrada en el noviazgo y donde se aprecia que las denunciantes son cada vez más jóvenes y los autores más chicos. “Mucho tiene que ver con la educación que tiene y como uno se forma en el seno familiar porque son nuestras primeras herramientas para movernos socialmente. Uno aprecia que hay una violencia que tienen naturalizada y que así se manejan en la vida cotidiana, tanto en las relaciones como en la vida” sentenció la subcomisaria Alejandra Medina, titular de la Comisaría de la Mujer.  #

 

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14 ABR 2018 - 22:08

En los últimos meses se evidenció una curva ascendente de los hechos de violencia intrafamiliar en Puerto Madryn que preocupan. La señal de alarma radica tanto en los casos como en el grado de ímpetu que los agresores han tenido para con sus víctimas, además de apreciarse una “naturalización” preocupante de este tipo de situaciones que requieren un trabajo puntual con este segmento etario.
La subcomisario Alejandra Medina explicó que “no apreciamos un crecimiento en los niveles de denuncia“ sino que la preocupación está centrada en “la violencia con que se están generando los hechos de violencia general”.
Esto se evidencia en que son casos más violentos observados en el seno intrafamiliar o bien en el seno de la comunidad. “Hay un incremento en la forma en que se ejerce cada hecho” puntualizó la integrante de la Casa de la Mujer, quien específico que “nosotros trabajamos igual en cada uno de los hechos, sea lesión leve o grave”.
En un análisis más minucioso de las situaciones que se registran semana a semana se detectan parámetros habituales. Entre ellos “la reincidencia de los casos. Hay un círculo de la violencia que se inicia con un mal trato verbal hasta llegar a la violencia física”, dijo Medina, quien detalló que allí “la víctima radica la denuncia y solicita alguna medida pero vuelve a aceptar al agresor en la vivienda retornando el círculo y las agresiones físicas que pueden ser acompañadas por otro delito, así como un maltrato mayor”.

70 denuncias al mes

La intervención de la Comisaría de la Mujer es en la totalidad de los casos. Pese a ello, el nivel de denuncias en un fin de semana oscilan entre las 10 y 12 actuaciones pero “es algo habitual” dijo la subcomisaria Medina, quien consideró que “mensualmente tratamos entre las 50 y las 70 denuncias”.
A estas estadísticas promedio se agregó un componente que no se apreciaba con claridad y que es una violencia extrema por parte de los agresores para con sus víctimas. “Hechos de violencia familiar tenemos a diario, reincidencias se dan a diario, muchas aprehensiones que se realicen por la desobediencias a las restricciones o exclusiones de hogar. Todo ello se produce a diario”, dijo la titular de la Comisaría de la Mujer.
Desde el organismo se realiza una activa campaña de prevención en diferentes estamentos de la sociedad a los fines de tomar conciencia sobre la forma de actuar ante el mínimo incidente que pudiera ser el primer eslabón de una cadena de agresiones verbales y físicas.
La subcomisaria Alejandra Medina consideró necesario y clave el trabajar en materia educativa dentro del propio hogar porque “los hechos que se vienen dando, por más que la gente sepa que es violencia familiar, que no se deben realizar y que están penados por la ley, los ciudadanos parecería ser que tienen incorporada esa violencia al trato cotidiano con la pareja”.
Este comportamiento se traduce en la aparición de un componente extra en las denuncias realizadas por las víctimas y que es “la naturalización de la violencia” que “termina en hechos violentos”, sostuvo Medina. En este sentido, la funcionaria policial comentó que el marco indicaría que “la mujer vive en un escenario de violencia cotidiano donde los maltratos verbales los deja pasar hasta que es agredida físicamente. Luego pasa a que eso es una agresión mínima y así vamos escalando”.
La naturalización de la violencia, tanto en el seno intrafamiliar como en la sociedad, es un sello distintivo que se detectó en el último tiempo y que acrecienta la preocupación de las autoridades por la implicancia que ello trae aparejado en la reproducción de los casos.
“Si hacemos un análisis vemos que la gente está más impaciente en su vida cotidiana y eso se refleja en toda la sociedad. Si vamos al seno familiar tenemos las adicciones, la reincidencia y la naturalización de la violencia que genera esta explosión en los delitos”, sostuvo Medina.
Otro de los componentes que se va reproduciendo son las denuncias por violencia registrada en el noviazgo y donde se aprecia que las denunciantes son cada vez más jóvenes y los autores más chicos. “Mucho tiene que ver con la educación que tiene y como uno se forma en el seno familiar porque son nuestras primeras herramientas para movernos socialmente. Uno aprecia que hay una violencia que tienen naturalizada y que así se manejan en la vida cotidiana, tanto en las relaciones como en la vida” sentenció la subcomisaria Alejandra Medina, titular de la Comisaría de la Mujer.  #

 


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