Irrumpen en una comisaría y balean a una policía en fallido intento de liberar a un preso

Cuatro delincuentes armados y vestidos de policías irrumpieron hoy en la comisaría de la localidad bonaerense de San Justo, balearon a una oficial y se tirotearon con otros efectivos, en lo que se investiga si se trató de un intento por liberar a presos alojados en los calabozos de esa dependencia.

30 ABR 2018 - 20:10 | Actualizado

Tras el hecho, los pesquisas secuestraron varios teléfonos celulares en la celdas de la seccional, por lo que la pesquisa se centra en analizar las llamadas y determinar si existen vinculaciones entre algunos de los detenidos y los delincuentes que intentaron copar el lugar, añadieron los voceros.

El episodio se registró minutos después de las 5 en la comisaría situada en Villegas 2459, de San Justo, partido de La Matanza, a la que arribaron a bordo de un auto cuatro hombres vestidos con gorras y camperas negras con la inscripción "Policía" y armados con pistolas.

Según relató este mediodía a la prensa la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, tres de los delincuentes ingresaron a la comisaría, uno de ellos sólo hasta la puerta de blindex y los otros dos hasta la oficina del oficial de servicio, mientras que el cuarto se quedó en la calle.

"Dos entran a la guardia, donde estaba (la sargento) Rocío (Villarreal) y otros tres compañeros y, cuando la oficial se levanta para ver quién había entrado, directamente empezaron a dispararle", informó hoy el jefe de la Policía bonaerense, Fabián Perroni, en la puerta de la comisaría de San Justo.

El jefe policial dijo que los agresores sólo gritaron "quietos, quietos" y luego "tiraron a matar, con un desprecio total por la vida de Rocío y de los compañeros".

A reaccionar y ver a oficial tendida en el piso de dos balazos, uno en el antebrazo derecho y otro en el abdomen, los otros policías extrajeron sus armas y se tirotearon con los delincuentes, que lograron escapar tras realizar unos "cinco disparos", según estimó la fiscal Ochoa.

Perroni dijo que uno de ellos huyó a pie, mientras que los tres restantes abordaron el auto en el que habían llegado -que sería un Volkswagen Gol Trend gris- y dejaron abandonados en inmediaciones de la dependencia dos chalecos de transporte con la inscripción "Policía" y una pistola Taurus calibre 9 milímetros.

En tanto, la policía Villarreal, de 25 años y madre de una niña de 3, fue trasladada de urgencia al hospital Paroissien, de Isidro Casanova, donde fue ingresada al quirófano, sometida a dos operaciones y luego derivada al Centro Médico Fitz Roy del barrio porteno de Palermo, donde permanecía "estable" aunque internada en terapia intensiva y en estado "delicado", dijeron fuentes policiales.

Si bien Perroni y la fiscal Ochoa se mostraron cautos a la hora de hablar de hipótesis que motivó el asalto, una pista fuerte es que los delincuentes irrumpieron en la seccional con intenciones de rescatar a personas allí alojadas.

Perroni informó que en esa dependencia se encuentran detenidos desde el 26 de este mes varios integrantes de la barrabrava del club Almirante Brown de Adrogué involucrados en una causa por narcotráfico.

La fiscal, por su parte, informó que en los calabozos se encontraron varios teléfonos celulares que "no deberían haber estado allí" y que, precisamente por ese motivo, junto al personal judicial trabaja la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, que dirige Guillermo Berra.

Ochoa explicó que los fiscales de instrucción "toman declaración testimonial a todos los detenidos a ver qué pueden aportar" y agregó que "va a ser fundamental el análisis de los celulares que secuestraron" para avanzar en la pesquisa, que se realizará con equipos que posee el Ministerio Público Fiscal.

También dijo que se analizan las imágenes de las cámaras de seguridad de la comisaría y del municipio con el fin de identificar el auto de la banda y a sus integrantes.

En tanto, esta tarde nueve de los detenidos alojados en la comisaría fueron trasladados a la Unidad 2 de Sierra Chica y misma cantidad de reclusos fue llevada a la Unidad 30 de General Alvear, ambas cárceles de máxima seguridad del interior de la provincia de Buenos Aires, informaron fuentes del Servicio Penitenciario bonaerense.

La instrucción de la causa recayó en la fiscalía 8 de La Matanza, a cargo de Alejandra Núñez, quien dispuso las primeras diligencias en la comisaría, a cargo de la Policía Científica.

Los peritos hallaron en el lugar vainas servidas calibre 9 milímetros pertenecientes a las armas de los policías y de los delincuentes, mientras que secuestraron en el ingreso a la dependencia un chaleco de transporte negro con inscripción "Policía" y a unos metros, en la calle Almafuerte, entre Villegas e Irigoyen, una pistola marca Taurus 9 milímetros, un buzo gris y otro chaleco similar al anterior, agregaron las fuentes.

El jefe policial dijo que la comisaría tenía alojados a 46 presos, más del doble de la capacidad permitida, que es de 18, y la fiscal Ochoa agregó que los apresados están acusados de distintos delitos, como homicidio, robo agravado y violación a la ley de drogas.

No obstante, Perroni aclaró que al momento del hecho en la sede policial estaba presente todo el personal previsto, entre ellos el imaginaria que cuida los calabozos y el subcomisario a cargo.

Además aclaró que el momento del ataque la oficial no llevaba puesto el chaleco antibalas porque desarrollaba tareas dentro de la dependencia.

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30 ABR 2018 - 20:10

Tras el hecho, los pesquisas secuestraron varios teléfonos celulares en la celdas de la seccional, por lo que la pesquisa se centra en analizar las llamadas y determinar si existen vinculaciones entre algunos de los detenidos y los delincuentes que intentaron copar el lugar, añadieron los voceros.

El episodio se registró minutos después de las 5 en la comisaría situada en Villegas 2459, de San Justo, partido de La Matanza, a la que arribaron a bordo de un auto cuatro hombres vestidos con gorras y camperas negras con la inscripción "Policía" y armados con pistolas.

Según relató este mediodía a la prensa la fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, tres de los delincuentes ingresaron a la comisaría, uno de ellos sólo hasta la puerta de blindex y los otros dos hasta la oficina del oficial de servicio, mientras que el cuarto se quedó en la calle.

"Dos entran a la guardia, donde estaba (la sargento) Rocío (Villarreal) y otros tres compañeros y, cuando la oficial se levanta para ver quién había entrado, directamente empezaron a dispararle", informó hoy el jefe de la Policía bonaerense, Fabián Perroni, en la puerta de la comisaría de San Justo.

El jefe policial dijo que los agresores sólo gritaron "quietos, quietos" y luego "tiraron a matar, con un desprecio total por la vida de Rocío y de los compañeros".

A reaccionar y ver a oficial tendida en el piso de dos balazos, uno en el antebrazo derecho y otro en el abdomen, los otros policías extrajeron sus armas y se tirotearon con los delincuentes, que lograron escapar tras realizar unos "cinco disparos", según estimó la fiscal Ochoa.

Perroni dijo que uno de ellos huyó a pie, mientras que los tres restantes abordaron el auto en el que habían llegado -que sería un Volkswagen Gol Trend gris- y dejaron abandonados en inmediaciones de la dependencia dos chalecos de transporte con la inscripción "Policía" y una pistola Taurus calibre 9 milímetros.

En tanto, la policía Villarreal, de 25 años y madre de una niña de 3, fue trasladada de urgencia al hospital Paroissien, de Isidro Casanova, donde fue ingresada al quirófano, sometida a dos operaciones y luego derivada al Centro Médico Fitz Roy del barrio porteno de Palermo, donde permanecía "estable" aunque internada en terapia intensiva y en estado "delicado", dijeron fuentes policiales.

Si bien Perroni y la fiscal Ochoa se mostraron cautos a la hora de hablar de hipótesis que motivó el asalto, una pista fuerte es que los delincuentes irrumpieron en la seccional con intenciones de rescatar a personas allí alojadas.

Perroni informó que en esa dependencia se encuentran detenidos desde el 26 de este mes varios integrantes de la barrabrava del club Almirante Brown de Adrogué involucrados en una causa por narcotráfico.

La fiscal, por su parte, informó que en los calabozos se encontraron varios teléfonos celulares que "no deberían haber estado allí" y que, precisamente por ese motivo, junto al personal judicial trabaja la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad bonaerense, que dirige Guillermo Berra.

Ochoa explicó que los fiscales de instrucción "toman declaración testimonial a todos los detenidos a ver qué pueden aportar" y agregó que "va a ser fundamental el análisis de los celulares que secuestraron" para avanzar en la pesquisa, que se realizará con equipos que posee el Ministerio Público Fiscal.

También dijo que se analizan las imágenes de las cámaras de seguridad de la comisaría y del municipio con el fin de identificar el auto de la banda y a sus integrantes.

En tanto, esta tarde nueve de los detenidos alojados en la comisaría fueron trasladados a la Unidad 2 de Sierra Chica y misma cantidad de reclusos fue llevada a la Unidad 30 de General Alvear, ambas cárceles de máxima seguridad del interior de la provincia de Buenos Aires, informaron fuentes del Servicio Penitenciario bonaerense.

La instrucción de la causa recayó en la fiscalía 8 de La Matanza, a cargo de Alejandra Núñez, quien dispuso las primeras diligencias en la comisaría, a cargo de la Policía Científica.

Los peritos hallaron en el lugar vainas servidas calibre 9 milímetros pertenecientes a las armas de los policías y de los delincuentes, mientras que secuestraron en el ingreso a la dependencia un chaleco de transporte negro con inscripción "Policía" y a unos metros, en la calle Almafuerte, entre Villegas e Irigoyen, una pistola marca Taurus 9 milímetros, un buzo gris y otro chaleco similar al anterior, agregaron las fuentes.

El jefe policial dijo que la comisaría tenía alojados a 46 presos, más del doble de la capacidad permitida, que es de 18, y la fiscal Ochoa agregó que los apresados están acusados de distintos delitos, como homicidio, robo agravado y violación a la ley de drogas.

No obstante, Perroni aclaró que al momento del hecho en la sede policial estaba presente todo el personal previsto, entre ellos el imaginaria que cuida los calabozos y el subcomisario a cargo.

Además aclaró que el momento del ataque la oficial no llevaba puesto el chaleco antibalas porque desarrollaba tareas dentro de la dependencia.


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