“La verdad es que la saqué muy barata”, dijo la víctima del brutal asalto en Trelew

Hace 40 años que la familia de Dardo Vidal habita la casa familiar de Pellegrini al 1.500 de Trelew, donde originalmente vivió su padre, pero ninguno de los integrantes recuerda un episodio como el ocurrido hace pocas horas.

Con un parche en la cabeza para cubrir la herida que le produjo un golpe con un adorno de cerámica y cuatro puntos de sutura en la piel de la tetilla izquierda, a la altura del corazón, Dardo Vidal intenta recordar paso a paso lo ocurrido.

“Ahora estoy bien, aunque cansado y me duele el cuerpo de la tensión, pero la verdad la saqué muy barata”, dice Vidal, sentado en una mesa en un ante patio de la casa, lindero a un paso peatonal desde donde ingresaron los ladrones que lo atacaron el miércoles a la medianoche.

“Fue como a las 12.30, estábamos durmiendo, mi señora en una habitación y yo en otra. Entraron por un costado, bajaron el alambre y se metieron por una ventana que no traba bien. Revolvieron adentro y sacaron un cuchillo del cajón. Después se fueron a la pieza de mi mujer y la despertaron poniéndole un cuchillo con el cogote”, dice Dardo.

Dos de los ladrones amenazaron, manosearon y exhibieron su partes íntimas a la mujer mientras exigían el dinero que supuestamente la pareja tenía por la venta de la casa.  La vivienda, ubicada en el barrio Comercio y sobre la colectora de calle Pellegrini, tiene al menos dos carteles que anuncian su venta, pero según Dardo la transacción nunca se concretó.

“La amenazaban y le decían ´No lo llames al viejo porque lo vamos a matar´”. Llevaron a la mujer a la cocina y la maniataron, mientras seguían pidiéndole dinero. El vecino se despertó “cuando siento el garaje que se abre. Digo ´Este es mi nieto, el más chico, que ha venido a buscar el auto´. Ahí medio despierto veo a un pibe parecido y dice ‘Hola tío’ y se pega la vuelta”.

“Vuelvo a quedarme como dormido pero ahí pienso ´¿Por qué éste me dijo hola tío y no abuelo´. Me puse un pantalón y me levanté”. Dardo relató que cuando va hacia el comedor “veo a mi mujer que la habían atado de las manos y la tenían sentada. Cuando aparezco mi mujer me hace seña de atrás, me doy vuelta y ahí viene uno tirándome puntazos”.

La víctima se defendió con sus brazos. “Tengo algunos cortes, trastabillé y me vine a la cocina a buscar la cuchilla y pensé ´Si lo agarro lo bandeo´. Pero agarra el hornito de cerámica, me lo partió en la cabeza, y me noqueó. Cuando me recuperé lo salí a correr cuando se iban subiendo al auto”.
Vio a uno solo “pero mi señora dice que habían dos, el otro es el que fue a buscar el auto. Pedían todo el tiempo la plata de la casa, decían que la habíamos vendido y querían la plata. Mi mujer le dijo que no teníamos nada, que se llevaran el auto o un televisor y preguntaron dónde estaban las llaves del auto, uno de los vagos, fue, abrió la puerta del garaje y lo sacó”.

Dardo recuerda que la persona que lo atacó “era jovencito, no recuerdo bien la cara, pero son chico, ese me tiraba a la espalda, me tiraba a matar y yo pensé ´Si agarro la cuchilla a este lo limpio´”. Las heridas más graves que sufrió fueron un corte en el tórax, a la altura de la tetilla izquierda, donde tuvieron que ponerle cuatro puntos de sutura, además del golpe en la cabeza.

El vecino no recuerda un hecho similar en ese lugar. “Tengo mi casa y mi taller sobre López y Planes, esta casa era de mi viejo y cuando murieron y murió mi hermana estoy cuidando hasta que se venda; pero somos de toda la vida de acá y nunca pasó esto”.#