Scull pasó ante Ríos, la prueba del enriedo en Trelew

El cubano radicado en Trelew, William Scull, venció por puntos y ampliamente a Martín Ríos en el fondo del festival en el club Huracán. El “Indomable” ejerció el control, dominó con pocas lagunas y zafó de la confusión que el pampeano planteó. Sintiéndose local, el invicto Scull pide por Ezequiel Maderna.

20 MAY 2018 - 19:26 | Actualizado

Por Ismael Tebes

Martín Ríos intentó sacar de foco a su rival, desde el primer cara a cara. Encendió el duelo verbal desde La Pampa y hasta “calentó” la previa con algún insulto hacia el moreno Scull. Lo curioso es que en pelea, intentó recurrir a esas mismas artes non sanctas. Desde una absurda protesta por la barba del caribeño hasta pretender sacar de las casillas a su oponente, “hablando” y peleando en el límite reglamentario. Poco y nada de propuesta boxística, de estrategia real para quedarse con el triunfo y sorprender. Scull respetó su libreto y cumplió por eso, con la cuota mayor del espectáculo.

Impuso un ritmo sostenido; atacó a discreción y demostró en éste terreno, velocidad y puntería. Suficiente para mostrar el costado temperamental del peleador de la isla. Scull no se quedó con la ventaja que fue consolidando sino que expuso la determinación que se le reclamaba anexando a su línea técnica, una suma de variantes ofensivas. Ganó la mayoría de las vueltas y a excepción de alguna meseta lógica, su boxeo prevaleció hasta con algunos puntos altos.

Ríos quemó temprano su contragolpe, perdió ante el alcance del cubano y se limitó a poner en marcha el operativo “Supervivencia”. Adujo encontronazos de cabezas e infracciones varias, jugó con el reloj y cuidó la reserva de aire. Y en medio de esa desprolijidad provocada, sufrió el descuento de un punto en el quinto round por un golpe bajo y al final, el referee Burgos lo sancionó con una cuenta en medio de una lluvia de quejas. Martín Ríos terminó el combate inmerso en otra protesta y un posterior tumulto que involucró también a los segundos.

William Scull respondió cerrando su tarea entre elogios; prolongó su invicto ante un rival de floja realidad pero que llegó a ser doble campeon argentino y ratificó su vínculo con el público. El “Indomable” (7-0) sigue como tal, ya sintiéndose local y desafiando al platense Ezequiel Maderna como posible futura opción. “Reconozco que Ríos fue un buen rival, quiso complicarme y enredar la pelea. Yo nunca perdí el control y pude hacer mi trabajo. Me sentí muy bien, apoyado por la gente. Ahora me gustaría presentarme otra vez en Trelew y ojalá sea ante otro buen rival. Yo quiero a los mejores de Argentina y enfrentarlos a pesar de que tengo pocas peleas profesionales. Me siento preparado y listo para cualquier desafío”, resumió el púgil cubano, ganador en las tarjetas por doble 60-56 y 59,5 contra 55,5.

Los otros combates

Leonardo Báez cumplió el sueño de pelear en Trelew, su ciudad adoptiva, y además de mejorar su corto registro profesional. El pupilo de Raúl Montesino (3-1) venció por puntos al cabo de cuatro asaltos al bonaerense Angel Nicolás Capdevila. Sólido y sin fisuras, Báez neutralizó a su oponente, trabajando con precisión y encendiendo aplausos, con pasajes de alta eficacia para ser reconocido como unánime ganador: 40-36; 40-37,5 y 40-38. En el duelo previo no se sacaron diferencias, el debutante santacruceño Gustavo Chazarreta y el bonaerense Sebastián Rodríguez. La paridad fue la característica en éste match, donde Chazarreta -hijo de padre profesional- prevaleció en la primera parte aunque con una marcada reacción de Rodríguez (ahora 1-0-1) en el segundo segmento. Una tarjeta falló 39 iguales y un repartido 39-38,5 por lado. Diego Fernández tuvo su estreno rentado y superó los nervios para noquear en el primer round al rionegrino Leonardo Chanqueo, una víctima repetida y de ocasión. El de Trelew pudo sacarse la espina; debutar y de yapa, hacerlo con el pie derecho más allá de cualquier circunstancia aportando el único nocaut de la noche.

El soporte amateur cumplió con creces. En la apertura, Ian Narváez, sobrino del “Huracán” le ganó en fallo apretado a Axel Cifuentes (Inta) y el madrinense Alejandro Romero hizo lo propio en disputado duelo ante Juan Huenchullán. Por su parte, el promisorio Maximiliano Robledo venció por RSC2 al comodorense Maximiliano Aguilera.#

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20 MAY 2018 - 19:26

Por Ismael Tebes

Martín Ríos intentó sacar de foco a su rival, desde el primer cara a cara. Encendió el duelo verbal desde La Pampa y hasta “calentó” la previa con algún insulto hacia el moreno Scull. Lo curioso es que en pelea, intentó recurrir a esas mismas artes non sanctas. Desde una absurda protesta por la barba del caribeño hasta pretender sacar de las casillas a su oponente, “hablando” y peleando en el límite reglamentario. Poco y nada de propuesta boxística, de estrategia real para quedarse con el triunfo y sorprender. Scull respetó su libreto y cumplió por eso, con la cuota mayor del espectáculo.

Impuso un ritmo sostenido; atacó a discreción y demostró en éste terreno, velocidad y puntería. Suficiente para mostrar el costado temperamental del peleador de la isla. Scull no se quedó con la ventaja que fue consolidando sino que expuso la determinación que se le reclamaba anexando a su línea técnica, una suma de variantes ofensivas. Ganó la mayoría de las vueltas y a excepción de alguna meseta lógica, su boxeo prevaleció hasta con algunos puntos altos.

Ríos quemó temprano su contragolpe, perdió ante el alcance del cubano y se limitó a poner en marcha el operativo “Supervivencia”. Adujo encontronazos de cabezas e infracciones varias, jugó con el reloj y cuidó la reserva de aire. Y en medio de esa desprolijidad provocada, sufrió el descuento de un punto en el quinto round por un golpe bajo y al final, el referee Burgos lo sancionó con una cuenta en medio de una lluvia de quejas. Martín Ríos terminó el combate inmerso en otra protesta y un posterior tumulto que involucró también a los segundos.

William Scull respondió cerrando su tarea entre elogios; prolongó su invicto ante un rival de floja realidad pero que llegó a ser doble campeon argentino y ratificó su vínculo con el público. El “Indomable” (7-0) sigue como tal, ya sintiéndose local y desafiando al platense Ezequiel Maderna como posible futura opción. “Reconozco que Ríos fue un buen rival, quiso complicarme y enredar la pelea. Yo nunca perdí el control y pude hacer mi trabajo. Me sentí muy bien, apoyado por la gente. Ahora me gustaría presentarme otra vez en Trelew y ojalá sea ante otro buen rival. Yo quiero a los mejores de Argentina y enfrentarlos a pesar de que tengo pocas peleas profesionales. Me siento preparado y listo para cualquier desafío”, resumió el púgil cubano, ganador en las tarjetas por doble 60-56 y 59,5 contra 55,5.

Los otros combates

Leonardo Báez cumplió el sueño de pelear en Trelew, su ciudad adoptiva, y además de mejorar su corto registro profesional. El pupilo de Raúl Montesino (3-1) venció por puntos al cabo de cuatro asaltos al bonaerense Angel Nicolás Capdevila. Sólido y sin fisuras, Báez neutralizó a su oponente, trabajando con precisión y encendiendo aplausos, con pasajes de alta eficacia para ser reconocido como unánime ganador: 40-36; 40-37,5 y 40-38. En el duelo previo no se sacaron diferencias, el debutante santacruceño Gustavo Chazarreta y el bonaerense Sebastián Rodríguez. La paridad fue la característica en éste match, donde Chazarreta -hijo de padre profesional- prevaleció en la primera parte aunque con una marcada reacción de Rodríguez (ahora 1-0-1) en el segundo segmento. Una tarjeta falló 39 iguales y un repartido 39-38,5 por lado. Diego Fernández tuvo su estreno rentado y superó los nervios para noquear en el primer round al rionegrino Leonardo Chanqueo, una víctima repetida y de ocasión. El de Trelew pudo sacarse la espina; debutar y de yapa, hacerlo con el pie derecho más allá de cualquier circunstancia aportando el único nocaut de la noche.

El soporte amateur cumplió con creces. En la apertura, Ian Narváez, sobrino del “Huracán” le ganó en fallo apretado a Axel Cifuentes (Inta) y el madrinense Alejandro Romero hizo lo propio en disputado duelo ante Juan Huenchullán. Por su parte, el promisorio Maximiliano Robledo venció por RSC2 al comodorense Maximiliano Aguilera.#


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