La OEA busca contener la grave crisis de Nicaragua

La crisis en Nicaragua, donde ha muerto ya más de un centenar de personas, entró finalmente en la agenda oficial de la Asamblea General de la OEA que arrancó hoy en Washington, con la presentación de un proyecto de declaración que no incluye una condena al presidente Daniel Ortega.

05 JUN 2018 - 9:18 | Actualizado


El texto, que lleva por título "Declaración de apoyo al pueblo de Nicaragua", fue presentado de hecho formalmente por el propio país centroamericano y Estados Unidos y "exige el cese inmediato de los actos de violencia", sin responsabilizar directamente a nadie. 

El documento llama al "Gobierno de Nicaragua y a otros actores sociales a que demuestren compromiso y participen constructivamente en negociaciones pacíficas". Expresa además el deseo de que la crisis sea seguida desde la Organización de Estados Americanos (OEA), con una invitación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a que informe al consejo permanente "tan pronto como sea posible" de su visita al país para que este "siga ocupándose" de la situación. 

Desde que comenzaron las protestas contra el gobierno de Ortega a mediados de abril no se ha celebrado un solo consejo permanente sobre la situación.

Y la crisis en el país centroamericano había quedado hasta hoy fuera del temario en las reuniones preparatorias de la cita anual más importante de la OEA, en la que se reúnen los cancilleres de los 34 países miembro y que en esta ocasión está centrada en Venezuela y en la posible suspensión del país que persigue Estados Unidos.

El malestar y las críticas aumentaron en los últimos días en paralelo a un nuevo recrudecimiento de la violencia en las calles nicaragüenses.

Y la presión sobre la organización panamericana hizo finalmente efecto, aunque el borrador de declaración no llega a la condena que pedían los manifestantes nicaragüenses que el domingo y el lunes se concentraron frente a la sede de la OEA. "Estamos pidiendo que (el secretario general de la OEA, Luis) Almagro sea un poco responsable con Nicaragua, declaró la abogada Azahálea Solís, delegada de la sociedad civil en el diálogo nacional que comenzó a mediados de mayo en Nicaragua y que actualmente está suspendido, a la agencia de noticias DPA.

"Así como condena la dictadura en Venezuela, con esa misma vehemencia, lo haga contra el Gobierno de Ortega", agregó.

Nicaragua no envió a Washington a su canciller, pero el representante permanente alterno ante la OEA, Luis Alvarado, culpó de la violencia a "grupos delincuenciales". Paradójicamente, pese a que su país presentó junto a Nicaragua el borrador de declaración, el más duro de los cancilleres con el gobierno de Ortega fue el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo. 

"En Nicaragua han muerto cientos personas solo por expresarse", dijo en el plenario. "Instamos al gobierno de Nicaragua a rendir cuentas por estas muertes". 

La administración del presidente Donald Trump se ha expresado en las últimas semanas con dureza sobre Nicaragua, y el vicepresidente Mike Pence la ha alineado de hecho en un eje con Cuba y Venezuela.

Eso llevó al canciller de este último país, Jorge Arreaza, a asegurar en rueda de prensa que la OEA sigue con Nicaragua el mismo camino que siguió con Venezuela.

"Nos parece un formato casi idéntico", dijo. 

La declaración sobre Nicaragua, según fuentes de las delegaciones, tiene gran posibilidad de ser aprobada en la reunión, que finaliza mañana.
Necesita un mínimo de 18 de los 34 votos, pero el apoyo podría ser mucho más amplio. Gran parte de los cancilleres expresó hoy cuanto menos su preocupación por los hechos en Nicaragua, donde las protestas comenzaron por una reforma de la seguridad social, que ya fue derogada y que había sido aprobada por Ortega por decreto. 

Amnistía Internacional acusa al ex guerrillero sandinista de una "represión letal" sobre los manifestantes. 

Y la CIDH, que hoy cifró en 127 los muertos desde el inicio a crisis, tras su reciente visita dijo que lo que vio es bastante más grave de lo que creía y acaba de alertar de una "nueva etapa de represión".

"Condenamos las represiones ciudadanas que se manifiestan pacíficamente y no podemos sino lamentar el elevado número de muertes que enlutan a ese país", dijo el canciller argentino, Jorge Faurie.

05 JUN 2018 - 9:18


El texto, que lleva por título "Declaración de apoyo al pueblo de Nicaragua", fue presentado de hecho formalmente por el propio país centroamericano y Estados Unidos y "exige el cese inmediato de los actos de violencia", sin responsabilizar directamente a nadie. 

El documento llama al "Gobierno de Nicaragua y a otros actores sociales a que demuestren compromiso y participen constructivamente en negociaciones pacíficas". Expresa además el deseo de que la crisis sea seguida desde la Organización de Estados Americanos (OEA), con una invitación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a que informe al consejo permanente "tan pronto como sea posible" de su visita al país para que este "siga ocupándose" de la situación. 

Desde que comenzaron las protestas contra el gobierno de Ortega a mediados de abril no se ha celebrado un solo consejo permanente sobre la situación.

Y la crisis en el país centroamericano había quedado hasta hoy fuera del temario en las reuniones preparatorias de la cita anual más importante de la OEA, en la que se reúnen los cancilleres de los 34 países miembro y que en esta ocasión está centrada en Venezuela y en la posible suspensión del país que persigue Estados Unidos.

El malestar y las críticas aumentaron en los últimos días en paralelo a un nuevo recrudecimiento de la violencia en las calles nicaragüenses.

Y la presión sobre la organización panamericana hizo finalmente efecto, aunque el borrador de declaración no llega a la condena que pedían los manifestantes nicaragüenses que el domingo y el lunes se concentraron frente a la sede de la OEA. "Estamos pidiendo que (el secretario general de la OEA, Luis) Almagro sea un poco responsable con Nicaragua, declaró la abogada Azahálea Solís, delegada de la sociedad civil en el diálogo nacional que comenzó a mediados de mayo en Nicaragua y que actualmente está suspendido, a la agencia de noticias DPA.

"Así como condena la dictadura en Venezuela, con esa misma vehemencia, lo haga contra el Gobierno de Ortega", agregó.

Nicaragua no envió a Washington a su canciller, pero el representante permanente alterno ante la OEA, Luis Alvarado, culpó de la violencia a "grupos delincuenciales". Paradójicamente, pese a que su país presentó junto a Nicaragua el borrador de declaración, el más duro de los cancilleres con el gobierno de Ortega fue el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo. 

"En Nicaragua han muerto cientos personas solo por expresarse", dijo en el plenario. "Instamos al gobierno de Nicaragua a rendir cuentas por estas muertes". 

La administración del presidente Donald Trump se ha expresado en las últimas semanas con dureza sobre Nicaragua, y el vicepresidente Mike Pence la ha alineado de hecho en un eje con Cuba y Venezuela.

Eso llevó al canciller de este último país, Jorge Arreaza, a asegurar en rueda de prensa que la OEA sigue con Nicaragua el mismo camino que siguió con Venezuela.

"Nos parece un formato casi idéntico", dijo. 

La declaración sobre Nicaragua, según fuentes de las delegaciones, tiene gran posibilidad de ser aprobada en la reunión, que finaliza mañana.
Necesita un mínimo de 18 de los 34 votos, pero el apoyo podría ser mucho más amplio. Gran parte de los cancilleres expresó hoy cuanto menos su preocupación por los hechos en Nicaragua, donde las protestas comenzaron por una reforma de la seguridad social, que ya fue derogada y que había sido aprobada por Ortega por decreto. 

Amnistía Internacional acusa al ex guerrillero sandinista de una "represión letal" sobre los manifestantes. 

Y la CIDH, que hoy cifró en 127 los muertos desde el inicio a crisis, tras su reciente visita dijo que lo que vio es bastante más grave de lo que creía y acaba de alertar de una "nueva etapa de represión".

"Condenamos las represiones ciudadanas que se manifiestan pacíficamente y no podemos sino lamentar el elevado número de muertes que enlutan a ese país", dijo el canciller argentino, Jorge Faurie.


NOTICIAS RELACIONADAS