Rusia y China buscan profundizar lazos

El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió hoy con su homólogo chino, Xi Jinping, quien lo recibió con honores militares en el Gran Salón del Pueblo de Beijing, para profundizar la alianza entre ambas potencias que en la actualidad mantienen una tensa relación con Estados Unidos .

08 JUN 2018 - 11:27 | Actualizado

 

En la reunión, que se produjo mientras Quebec aprestaba una áspera agenda para el encuentro del G7, el otro eje de poder global, Xi y Putin abordaron evaluaron también los alcances de la cumbre que mantendrán el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un, la semana entrante, así como de la decisión de Washington de dar por finalizado el acuerdo nuclear con Irán, según estimaron observadores internacionales. 

En el encuentro de hoy, Xi condecoró a Putin con la Medalla de la Amistad con China, distinción que se entrega por primera vez en el gigante asiático en un gesto que busca realzar la alianza cada vez más firme entre ambas potencias.

"Las partes expresan su intención de fomentar la cooperación en todas las áreas, y desarrollar un diálogo estratégico basado en la confianza en los niveles más altos y superiores, por lo que continuarán desarrollando mecanismos de cooperación bilateral intergubernamental, interparlamentaria, interpartidaria, interinstitucional e interregional", dice un documento difundido hoy por el gobierno chino.

Según la declaración, Rusia y China acordaron mantener contactos más estrechos sobre seguridad estratégica en condiciones de creciente inestabilidad, informaron las agencias de noticias EFE, DPA y TASS. 

"En medio de la creciente inestabilidad e incertidumbre en el mundo, las partes continúan desarrollando contactos sobre seguridad estratégica, apoyan el diálogo intensivo entre los ministerios de relaciones exteriores y aumentan la coordinación bilateral en los lugares internacionales correspondientes", dice la declaración.

Después de que Occidente impusiera sanciones contra Rusia que restringen su acceso a los mercados internacionales, sobre todo contra el importante sector energético del país y la industria militar, Moscú ha buscado una mayor cercanía económica con Beijing.

En 2014, tras la decisión rusa de anexar la península de Crimea, los siete integrantes del grupo (hasta entonces denominado G8 y que integraban Rusia, Japón, Canadá, Francia, EEUU, Italia, Alemania y el Reino Unido) suspendieron una reunión que se celebraría en la ciudad rusa de Sochi y excluyeron a Rusia.

Tanto China, el país más poblado del mundo, como Rusia, el de mayor extensión geográfica, mantienen una relación muy tensa con Washington.

Trump calificó a ambas potencias en diciembre último como "rivales" de Estados Unidos durante la presentación de su nueva estrategia de seguridad, en la que el mandatario dijo que las dos trabajan "contra los intereses estadounidenses" y quieren "cambiar el orden internacional en detrimento de su país".

No obstante, tras la reunión en Beijing, Trump aseguró hoy que Rusia debería volver al G7 y reflotar el G8, agregando un nuevo factor de conflicto a la cumbre en Canadá.

"Soy la peor pesadilla de Rusia. Pero dicho esto, Rusia debería estar en esta reunión", afirmó Trump en la Casa Blanca poco antes de despegar rumbo a Québec.

Por su parte, Beijing y Moscú acordaron aumentar a más del doble su volumen comercial hasta 2020, hasta un total de 200.000 millones de dólares, una meta que parece demasiado ambiciosa en vista del lento crecimiento en Rusia. 

El principal proyecto económico conjunto actual es la construcción de un gasoducto llamado en ruso Sila Sibirii (La fuerza de Siberia) que llevará gas ruso a China. 

Por otra parte, Putin y Xi viajan este fin de semana, al igual que el presidente iraní Hassan Rohani, a la ciudad china oriental de Qingdao para participar en un encuentro de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), que reúne a países asiáticos.

08 JUN 2018 - 11:27

 

En la reunión, que se produjo mientras Quebec aprestaba una áspera agenda para el encuentro del G7, el otro eje de poder global, Xi y Putin abordaron evaluaron también los alcances de la cumbre que mantendrán el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un, la semana entrante, así como de la decisión de Washington de dar por finalizado el acuerdo nuclear con Irán, según estimaron observadores internacionales. 

En el encuentro de hoy, Xi condecoró a Putin con la Medalla de la Amistad con China, distinción que se entrega por primera vez en el gigante asiático en un gesto que busca realzar la alianza cada vez más firme entre ambas potencias.

"Las partes expresan su intención de fomentar la cooperación en todas las áreas, y desarrollar un diálogo estratégico basado en la confianza en los niveles más altos y superiores, por lo que continuarán desarrollando mecanismos de cooperación bilateral intergubernamental, interparlamentaria, interpartidaria, interinstitucional e interregional", dice un documento difundido hoy por el gobierno chino.

Según la declaración, Rusia y China acordaron mantener contactos más estrechos sobre seguridad estratégica en condiciones de creciente inestabilidad, informaron las agencias de noticias EFE, DPA y TASS. 

"En medio de la creciente inestabilidad e incertidumbre en el mundo, las partes continúan desarrollando contactos sobre seguridad estratégica, apoyan el diálogo intensivo entre los ministerios de relaciones exteriores y aumentan la coordinación bilateral en los lugares internacionales correspondientes", dice la declaración.

Después de que Occidente impusiera sanciones contra Rusia que restringen su acceso a los mercados internacionales, sobre todo contra el importante sector energético del país y la industria militar, Moscú ha buscado una mayor cercanía económica con Beijing.

En 2014, tras la decisión rusa de anexar la península de Crimea, los siete integrantes del grupo (hasta entonces denominado G8 y que integraban Rusia, Japón, Canadá, Francia, EEUU, Italia, Alemania y el Reino Unido) suspendieron una reunión que se celebraría en la ciudad rusa de Sochi y excluyeron a Rusia.

Tanto China, el país más poblado del mundo, como Rusia, el de mayor extensión geográfica, mantienen una relación muy tensa con Washington.

Trump calificó a ambas potencias en diciembre último como "rivales" de Estados Unidos durante la presentación de su nueva estrategia de seguridad, en la que el mandatario dijo que las dos trabajan "contra los intereses estadounidenses" y quieren "cambiar el orden internacional en detrimento de su país".

No obstante, tras la reunión en Beijing, Trump aseguró hoy que Rusia debería volver al G7 y reflotar el G8, agregando un nuevo factor de conflicto a la cumbre en Canadá.

"Soy la peor pesadilla de Rusia. Pero dicho esto, Rusia debería estar en esta reunión", afirmó Trump en la Casa Blanca poco antes de despegar rumbo a Québec.

Por su parte, Beijing y Moscú acordaron aumentar a más del doble su volumen comercial hasta 2020, hasta un total de 200.000 millones de dólares, una meta que parece demasiado ambiciosa en vista del lento crecimiento en Rusia. 

El principal proyecto económico conjunto actual es la construcción de un gasoducto llamado en ruso Sila Sibirii (La fuerza de Siberia) que llevará gas ruso a China. 

Por otra parte, Putin y Xi viajan este fin de semana, al igual que el presidente iraní Hassan Rohani, a la ciudad china oriental de Qingdao para participar en un encuentro de la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), que reúne a países asiáticos.


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