“La Roca”, más vigente que nunca

Fabricio Arévalo vive uno de los momentos más importantes de su carrera como peleador de MMA. Consiguió el título Intercontinental de 70 kgs en España y confirmó que tendrá otra pelea en Europa en noviembre. Además, reveló que en septiembre organizará la 10ª edición del Ragnarok en Trelew.

21 JUN 2018 - 20:44 | Actualizado

El sábado 6 de junio, el peleador trelewense Fabricio “La Roca” Arévalo dio un paso importantísimo en su carrera. Con 40 años, consiguió el título Intercontinental de MMA en la categoría hasta 70 kgs al vencer al local Alex Quilez, en Terragona, España. Con Jornada, Arévalo revivió los secretos de esta pelea que lo impulsan al plano internacional y le abren las puertas a un mundo lleno de oportunidades.

El mánager Mario Padilla, que venía siguiendo de cerca las actividades de Fabricio, se comunicó con él desde España e hizo los arreglos necesarios para que esta pelea fuera posible. “A él le interesó mi potencial y me dijo que quería trabajar conmigo. Yo tenía ganas de seguir peleando, sentía que había hecho una carrera excelente en Argentina pero estaba dormido. Yo quería volver a pelear una vez más en Europa, sabía que estaba a la altura. Él me llamó hace dos meses y medio y me dijo que había una pelea en 70 kilos, tenés hasta mañana para pensarlo si querés pelear o no. Y yo le digo no lo pienso, peleo”.

Si bien Arévalo liquidó el pleito con el español Alex Quilez en apenas 30 segundos del primer round, no fue una pelea sencilla. “Fue desgastante. Yo tenía mucha presión. No por el título sino porque yo quería ganarla, por mí y por la gente que me sigue. También por la previa de él, que fue muy crítico conmigo, boconeó mucho. Hacía publicaciones diciendo que sus tatuajes eran para mí, decía que me estaba esperando. El pesaje fue duro, me dijo muchas cosas, y yo me enganché un poquito porque es parte del show y sé que eso vende al evento. Creo que se fue un poquito de boca. Por eso salí decidido a terminar la pelea, y no lo desaproveché. Cuando vi que entró en la guillotina no dudé en apretar”.

Fabricio ganó esta pelea apelando a la guillotina, una vieja técnica de sumisión. “La guillotina es una estrangulación de cuello que entra en una de las dos laterales y queda la cabeza debajo de la axila. Se envuelve por completo el brazo y se pasa el otro por debajo de la axila del otro brazo. Fue una guillotina rara, porque yo no alcanzo a cerrar la guardia, que es cerrar las piernas arriba de la cintura de él. Como estábamos contra la reja, no podía pasar la pierna. Entonces lo cierro en media guardia, que es muy difícil para terminar una guillotina. Muchos luchadores la largan porque no se desgastan. Pero a mí la guillotina me sale por naturaleza, debe ser por mi laburo que tuve antes en el campo. Me resulta muy fácil apretar el cuello. Cerré en media guardia, me centré en la fuerza, en cada movimiento de él yo iba metiendo más la técnica. Pude meter el antebrazo y el dedo en la garganta de él y ahí se terminó la pelea”.

Alex Quilez terminó desmayado tras la guillotina de Fabricio Arévalo, y el luchador trelewense se alzó así con el cinturón intercontinental de MMA. Ahora se abre un abanico inmenso de oportunidades. “Puede llegar a haber una revancha con Quilez, que si se cierra la bolsa se la daremos en noviembre de este año. Si no, tendremos peleas internacionales en cualquier parte de Europa. Ya firmé contrato y me pidieron que no pelee más en Argentina. Vamos a tratar de hacer la mejor carrera posible en lo que me queda como peleador”.

Los años no pesan

“La Roca” Arévalo parece no sentir el peso de la edad. Con 40 años, sigue demostrando todo su potencial. “Estoy vigente y esta vez me lo demostré a mí mismo. Me sentí muy suelto, muy seguro antes de la pelea y me sentí muy bien después. Me queda hilo en el carretel, unos 3 años, que en mi carrera deportiva y la experiencia que tengo a nivel internacional, es bastante”.

Arévalo tiene vasta experiencia combatiendo en el exterior. Peleó en Brasil dos veces, por un título que ganó en 70 kgs con un mexicano, y también en Rusia, además de las peleas en las que lo hemos visto dentro de la jaula en Trelew.

“Yo peleé seis títulos en mi carrera deportiva en MMA. Gané cuatro y perdí dos. Este título es el más importante de los cuatro porque aunque la pelea fue rápida, el entrenamiento y la previa fueron muy duros y conseguirlo también fue muy duro. Muchos pensaban que esta iba a ser una pelea más y que no la iba a ganar, por la envergadura del rival y la edad, él tiene 27 años. Este fue el título más importante y mi pelea más importante. Incluso sentí nervios, cosa que nunca me pasa. Me pesó como si fuera la primera vez”.

Esta pelea fue un antes y un después en su carrera. “Podría haber sido la última”, confesó él mismo. Cuando regresó a Argentina, Fabricio se tomó una semana de descanso y luego retomó su entrenamiento. “Arranqué con los guanteos con mi amigo, el zurdito Vázquez, que es boxeador profesional y se está preparando para una pelea que tiene pronto. Practico boxeo con él y luego lucha con mis alumnos en el gimnasio Kempo. Todos los días estoy luchando. Soy un amante del entrenamiento, creo que es la única manera de llegar. Así llegué donde estoy hoy”.

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21 JUN 2018 - 20:44

El sábado 6 de junio, el peleador trelewense Fabricio “La Roca” Arévalo dio un paso importantísimo en su carrera. Con 40 años, consiguió el título Intercontinental de MMA en la categoría hasta 70 kgs al vencer al local Alex Quilez, en Terragona, España. Con Jornada, Arévalo revivió los secretos de esta pelea que lo impulsan al plano internacional y le abren las puertas a un mundo lleno de oportunidades.

El mánager Mario Padilla, que venía siguiendo de cerca las actividades de Fabricio, se comunicó con él desde España e hizo los arreglos necesarios para que esta pelea fuera posible. “A él le interesó mi potencial y me dijo que quería trabajar conmigo. Yo tenía ganas de seguir peleando, sentía que había hecho una carrera excelente en Argentina pero estaba dormido. Yo quería volver a pelear una vez más en Europa, sabía que estaba a la altura. Él me llamó hace dos meses y medio y me dijo que había una pelea en 70 kilos, tenés hasta mañana para pensarlo si querés pelear o no. Y yo le digo no lo pienso, peleo”.

Si bien Arévalo liquidó el pleito con el español Alex Quilez en apenas 30 segundos del primer round, no fue una pelea sencilla. “Fue desgastante. Yo tenía mucha presión. No por el título sino porque yo quería ganarla, por mí y por la gente que me sigue. También por la previa de él, que fue muy crítico conmigo, boconeó mucho. Hacía publicaciones diciendo que sus tatuajes eran para mí, decía que me estaba esperando. El pesaje fue duro, me dijo muchas cosas, y yo me enganché un poquito porque es parte del show y sé que eso vende al evento. Creo que se fue un poquito de boca. Por eso salí decidido a terminar la pelea, y no lo desaproveché. Cuando vi que entró en la guillotina no dudé en apretar”.

Fabricio ganó esta pelea apelando a la guillotina, una vieja técnica de sumisión. “La guillotina es una estrangulación de cuello que entra en una de las dos laterales y queda la cabeza debajo de la axila. Se envuelve por completo el brazo y se pasa el otro por debajo de la axila del otro brazo. Fue una guillotina rara, porque yo no alcanzo a cerrar la guardia, que es cerrar las piernas arriba de la cintura de él. Como estábamos contra la reja, no podía pasar la pierna. Entonces lo cierro en media guardia, que es muy difícil para terminar una guillotina. Muchos luchadores la largan porque no se desgastan. Pero a mí la guillotina me sale por naturaleza, debe ser por mi laburo que tuve antes en el campo. Me resulta muy fácil apretar el cuello. Cerré en media guardia, me centré en la fuerza, en cada movimiento de él yo iba metiendo más la técnica. Pude meter el antebrazo y el dedo en la garganta de él y ahí se terminó la pelea”.

Alex Quilez terminó desmayado tras la guillotina de Fabricio Arévalo, y el luchador trelewense se alzó así con el cinturón intercontinental de MMA. Ahora se abre un abanico inmenso de oportunidades. “Puede llegar a haber una revancha con Quilez, que si se cierra la bolsa se la daremos en noviembre de este año. Si no, tendremos peleas internacionales en cualquier parte de Europa. Ya firmé contrato y me pidieron que no pelee más en Argentina. Vamos a tratar de hacer la mejor carrera posible en lo que me queda como peleador”.

Los años no pesan

“La Roca” Arévalo parece no sentir el peso de la edad. Con 40 años, sigue demostrando todo su potencial. “Estoy vigente y esta vez me lo demostré a mí mismo. Me sentí muy suelto, muy seguro antes de la pelea y me sentí muy bien después. Me queda hilo en el carretel, unos 3 años, que en mi carrera deportiva y la experiencia que tengo a nivel internacional, es bastante”.

Arévalo tiene vasta experiencia combatiendo en el exterior. Peleó en Brasil dos veces, por un título que ganó en 70 kgs con un mexicano, y también en Rusia, además de las peleas en las que lo hemos visto dentro de la jaula en Trelew.

“Yo peleé seis títulos en mi carrera deportiva en MMA. Gané cuatro y perdí dos. Este título es el más importante de los cuatro porque aunque la pelea fue rápida, el entrenamiento y la previa fueron muy duros y conseguirlo también fue muy duro. Muchos pensaban que esta iba a ser una pelea más y que no la iba a ganar, por la envergadura del rival y la edad, él tiene 27 años. Este fue el título más importante y mi pelea más importante. Incluso sentí nervios, cosa que nunca me pasa. Me pesó como si fuera la primera vez”.

Esta pelea fue un antes y un después en su carrera. “Podría haber sido la última”, confesó él mismo. Cuando regresó a Argentina, Fabricio se tomó una semana de descanso y luego retomó su entrenamiento. “Arranqué con los guanteos con mi amigo, el zurdito Vázquez, que es boxeador profesional y se está preparando para una pelea que tiene pronto. Practico boxeo con él y luego lucha con mis alumnos en el gimnasio Kempo. Todos los días estoy luchando. Soy un amante del entrenamiento, creo que es la única manera de llegar. Así llegué donde estoy hoy”.


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