Un nenito murió quemado luego de que su madre lo dejara encerrado para viajar

Un niño de tres años murió calcinado dentro de una precaria vivienda de la ciudad santiagueña Las Termas donde había quedado solo y encerrado por su madre y la pareja, quienes fueron a Bolivia en un tour de compras.

10 JUL 2018 - 19:25 | Actualizado

La fiscal Melisa Deroy dispuso en las últimas horas la detención de la madre del niño, Miriam Sosa, de su pareja, José Silo, y de la abuela materna del menor.

Según dijeron las fuentes al diario El Liberal, la representante del Ministerio Público considera que los adultos pueden ser penalmente responsables por la muerte del pequeño Thiago, de tres años.

La mayor parte de la responsabilidad por el trágico hecho recaería sobre la mamá de la víctima.

La joven de 22 años habría dejado a su hijo encerrado con las puertas con llaves, ventanas enrejadas y sin avisarle a nadie de su familia acerca de su insólita determinación de viajar dejando al niño en esas condiciones.

La fiscal también dispuso la aprehensión de la abuela materna de Thiago porque tenía una copia de llaves de la casa de su hija y no fue hasta casi una hora después de la llegada de Bomberos que recién "recordó" que tenía con qué abrir las puertas.

"Abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo" sería la calificativa que la fiscal le aplicaría al trío, que serían indagados hoy o mañana.

El dramático hecho comenzó alrededor de las 2:00 de este lunes cuando los vecinos de la humilde casa del 6º Pasaje del barrio España comenzaron a ver que salía humo de las ventanas y en minutos las llamas se apoderaban de todas las habitaciones.

En un primer momento habrían tratado de sofocar ellos mismos el fuego, arrojando agua en baldes y utilizando mangueras, pero se dieron cuenta de que sus esfuerzos eran inútiles ante la voracidad del foco ígneo.

Rápidamente llamaron a la Policía y a los Bomberos de la ciudad termal, quienes acudieron en cuestión de minutos, pero para ese momento las llamas ya se habían apoderado de toda la casa.

En el lugar residía Miriam Sosa de 22 años, su hijo Thiago de 3 y la pareja de la joven, identificado como José Silo.

La madre de la mujer deslizó que durante la tarde del domingo su hija le había manifestado que posiblemente viajaría con su pareja a Bolivia, y que ésta le habría pedido que dejara a su nieto con ella, pero como nunca llegaron a su casa, presumía que no habían concretado el viaje.

Aparentemente la pareja se trasladaba con frecuencia al país vecino para comprar ropa y revender.

Más tarde llegó al inmueble el padrino del niño, el cual deslizó que había visto subir a Miriam Sosa y su pareja a la camioneta tipo Trafic que tienen, pero desconocía si viajaban a Bolivia o no.

Mientras tanto, los Bomberos finalmente pudieron ingresar y trataron de sacar algunos bienes y muebles, pero prácticamente todo había sido consumido por las llamas.

El horror se produjo cuando arrancaron una reja y junto a la pared bajo la ventana sacaron frazadas y debajo de ellas encontraron el cuerpo del niño totalmente calcinado.

El pequeño estaba irreconocible y sus extremidades inferiores habían sido consumidas por el fuego.

Alberto Sosa, tío del niño contó: "Yo estaba durmiendo cuando alrededor de las 3 de la madrugada mi hermana Marta vino y me levantó a los gritos, me decía ‘Thiago, Thiago’ y yo no entendía nada, me levanté y ahí me dijo que la casa de mi hermana se prendía fuego.

"Rápidamente tomé una manguera y vine corriendo, pero no se podía hacer nada, estaba todo prendido fuego. Me deprimió saber que no se podía hacer nada, peor al saber que mi sobrino fue encontrado quemado, estoy impactado", finalizó.

Fuentes ligadas a la causa confiaron que el forense adelantó a la fiscal del caso, que el pequeño murió quemado.

En un primer momento se barajaba la posibilidad de que el niño haya fallecido antes por la inhalación de monóxido de carbono, pero los forenses habrían determinado que fue la acción del fuego la que se cobró su vida, lo que le provocó un sufrimiento extremo.

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10 JUL 2018 - 19:25

La fiscal Melisa Deroy dispuso en las últimas horas la detención de la madre del niño, Miriam Sosa, de su pareja, José Silo, y de la abuela materna del menor.

Según dijeron las fuentes al diario El Liberal, la representante del Ministerio Público considera que los adultos pueden ser penalmente responsables por la muerte del pequeño Thiago, de tres años.

La mayor parte de la responsabilidad por el trágico hecho recaería sobre la mamá de la víctima.

La joven de 22 años habría dejado a su hijo encerrado con las puertas con llaves, ventanas enrejadas y sin avisarle a nadie de su familia acerca de su insólita determinación de viajar dejando al niño en esas condiciones.

La fiscal también dispuso la aprehensión de la abuela materna de Thiago porque tenía una copia de llaves de la casa de su hija y no fue hasta casi una hora después de la llegada de Bomberos que recién "recordó" que tenía con qué abrir las puertas.

"Abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo" sería la calificativa que la fiscal le aplicaría al trío, que serían indagados hoy o mañana.

El dramático hecho comenzó alrededor de las 2:00 de este lunes cuando los vecinos de la humilde casa del 6º Pasaje del barrio España comenzaron a ver que salía humo de las ventanas y en minutos las llamas se apoderaban de todas las habitaciones.

En un primer momento habrían tratado de sofocar ellos mismos el fuego, arrojando agua en baldes y utilizando mangueras, pero se dieron cuenta de que sus esfuerzos eran inútiles ante la voracidad del foco ígneo.

Rápidamente llamaron a la Policía y a los Bomberos de la ciudad termal, quienes acudieron en cuestión de minutos, pero para ese momento las llamas ya se habían apoderado de toda la casa.

En el lugar residía Miriam Sosa de 22 años, su hijo Thiago de 3 y la pareja de la joven, identificado como José Silo.

La madre de la mujer deslizó que durante la tarde del domingo su hija le había manifestado que posiblemente viajaría con su pareja a Bolivia, y que ésta le habría pedido que dejara a su nieto con ella, pero como nunca llegaron a su casa, presumía que no habían concretado el viaje.

Aparentemente la pareja se trasladaba con frecuencia al país vecino para comprar ropa y revender.

Más tarde llegó al inmueble el padrino del niño, el cual deslizó que había visto subir a Miriam Sosa y su pareja a la camioneta tipo Trafic que tienen, pero desconocía si viajaban a Bolivia o no.

Mientras tanto, los Bomberos finalmente pudieron ingresar y trataron de sacar algunos bienes y muebles, pero prácticamente todo había sido consumido por las llamas.

El horror se produjo cuando arrancaron una reja y junto a la pared bajo la ventana sacaron frazadas y debajo de ellas encontraron el cuerpo del niño totalmente calcinado.

El pequeño estaba irreconocible y sus extremidades inferiores habían sido consumidas por el fuego.

Alberto Sosa, tío del niño contó: "Yo estaba durmiendo cuando alrededor de las 3 de la madrugada mi hermana Marta vino y me levantó a los gritos, me decía ‘Thiago, Thiago’ y yo no entendía nada, me levanté y ahí me dijo que la casa de mi hermana se prendía fuego.

"Rápidamente tomé una manguera y vine corriendo, pero no se podía hacer nada, estaba todo prendido fuego. Me deprimió saber que no se podía hacer nada, peor al saber que mi sobrino fue encontrado quemado, estoy impactado", finalizó.

Fuentes ligadas a la causa confiaron que el forense adelantó a la fiscal del caso, que el pequeño murió quemado.

En un primer momento se barajaba la posibilidad de que el niño haya fallecido antes por la inhalación de monóxido de carbono, pero los forenses habrían determinado que fue la acción del fuego la que se cobró su vida, lo que le provocó un sufrimiento extremo.


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