Sobre libertad de prensa, mordazas y dirigentes

La columna de Elio Rossi.

23 JUL 2018 - 20:31 | Actualizado

Angelici hizo echar al Flaco Azzaro de TyC Sports. Hasta se dio el lujo de anunciarlo el día anterior por la misma señal.

Al mediodía dijo: “Hay en este canal gente que nos falta el respeto y programas que no deberían estar al aire”, palabras más palabras menos.

Se refería a No Todo Pasa en general y al Flaco Azzaro en particular.

Al día siguiente le comunicaron al periodista que ya no formaba parte del envío diario.

¿Qué hizo Azzaro?

Opinó que Angelici, por encima de Tapia, era el principal responsable de la (errónea) elección de la súper estrella del “chanta-pufismo” nac&pop llamado por algunos “el zurdo de Casilda”, alias, Jorge Sampaoli.

La brutalidad brutal de los brutos con poder, que Angelici representa en modo excelso, se puso de manifiesto con la naturalidad que ha hecho carne por estos días la promiscua relación entre los dueños de medios y los dirigentes (políticos y deportivos).

El deterioro va de Macri a Angelici derecho viejo en lo específicamente vinculado al fútbol.

Parece una utopía imaginar que en un programa de radio o en uno de tevé cuyos dueños comparten derechos de televisión en sociedad con la AFA, se pueda hacer periodismo.

Me refiero a publicar noticias y/o emitir opiniones. Ni hablar de una investigación que muestre, por ejemplo, cómo Francescoli está en ambos lados del mostrador: del Club y de su propia empresa en sociedad con Paco Casal.

Esto (publicar y opinar), formó parte de la normalidad hasta mediados del 2000.

Fue con la llegada del corrupto Alejandro Burzaco (2006) cuando los dueños de medios pasan a considerar a los dirigentes de los clubes (y de la AFA), como socios concretos capaces de tomar decisiones en los directorios de las empresas.

Angelici es, en los hechos, un CEO de TyC Sports. También de Fox.

Si la AFA le vendiera sus derechos de tevé a ESPN, entrarían en zona de riesgo todos los que laburan allí, hasta Quique Wolf.

A veces, incluso, siendo más papistas que el Papa, los gerentes se aterrorizan ante (no ya una investigación que pudiera poner de manifiesto hechos de corrupción o severamente reñida con la ética -el citado caso del ídolo uruguayo-), sino cuando se opina con relación a decisiones de fútbol. La contratación o el despido de un entrenador.

Parece absurdo pero funciona así.

Angelici hizo echar a Claudio Freyre, periodista que funcionaba como una suerte de vocero/representante de Juan Román Riquelme, primero en TN y luego en Fox, señal de Torneos (Burzaco-Grondona).

Cuando Freyre tomó partido por Román en alguna contradicción (¡mínima, imaginen!) entre el futbolista y el dirigente, fue eyectado con indemnización y todo.

Una negociación posterior entre dos políticos (Riquelme y Angelici), devolvió el trabajo a Freyre.

¿Los Ceos de Fox?

A la orden claro.

¿La verdad? ¿los dichos? ¿lo publicado?

No le importan a nadie.

Manda el dirigente, obedece el gerente de turno.

Los televidentes y su derecho a la información, bien gracias.

El derecho a publicar de los periodistas, bien gracias. Solo en medios alternativos, no allí, entre los dueños de la pelota.

Supe publicar en los 90 una noticia que involucraba a Macri, Palermo y Gustavo Arribas (en aquel momento testaferro del presidente del club, hoy jefe de espías del gobierno del Pro).

Macri era el verdadero dueño de un porcentaje del 9, adquirido a Estudiantes y vendido luego a Europa en un “gran negocio para el Club”.

Obvio que me desmintieron.

Seguro que Carlos Ávila (dueño del Torneos y Competencias, ahora se llama Torneos), recibió llamados insultantes de aquel presidente de Boca; un hecho que Fernando Niembro (conductor del programa de radio en La Red), se bancó el reclamo del hombre que él había “inventado” como dirigente.

¿Fui censurado?

¿Me echaron?

Absolutamente no. Conté todo el viernes en radio, defendí la información con el mismísimo Macri en línea (no me pudo desmentir) y mostré el contrato por televisión al domingo siguiente en Tribuna Caliente (producción de Torneos y Competencias por Telefé).

Hoy ello no sería posible.

No sería posible ni siquiera opinar como si se tratara de agua tibia, acerca de la completa incapacidad del presidente de Boca, al que le sobra el dinero y la influencia sobre casi todos los sectores del fútbol argentino y buena parte de la Justicia, pero no se le cae una idea.

Solo sabe de aprietes.

Como el que acaba de ejercer contra Flavio Azzaro.

Angelici es, al fin, la prueba viviente no de la decadencia del periodismo deportivo, sino de la más abierta promiscuidad de los poderes que hieren de muerte cualquier manifestación de libertad. Hasta la más inocente.

Toda mi solidaridad con Azzaro a quien espero reencontrar los domingos al mediodía por Canal 26 muy pronto. Y mi repudio absoluto a la brutalidad brutal del poder de turno.#

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23 JUL 2018 - 20:31

Angelici hizo echar al Flaco Azzaro de TyC Sports. Hasta se dio el lujo de anunciarlo el día anterior por la misma señal.

Al mediodía dijo: “Hay en este canal gente que nos falta el respeto y programas que no deberían estar al aire”, palabras más palabras menos.

Se refería a No Todo Pasa en general y al Flaco Azzaro en particular.

Al día siguiente le comunicaron al periodista que ya no formaba parte del envío diario.

¿Qué hizo Azzaro?

Opinó que Angelici, por encima de Tapia, era el principal responsable de la (errónea) elección de la súper estrella del “chanta-pufismo” nac&pop llamado por algunos “el zurdo de Casilda”, alias, Jorge Sampaoli.

La brutalidad brutal de los brutos con poder, que Angelici representa en modo excelso, se puso de manifiesto con la naturalidad que ha hecho carne por estos días la promiscua relación entre los dueños de medios y los dirigentes (políticos y deportivos).

El deterioro va de Macri a Angelici derecho viejo en lo específicamente vinculado al fútbol.

Parece una utopía imaginar que en un programa de radio o en uno de tevé cuyos dueños comparten derechos de televisión en sociedad con la AFA, se pueda hacer periodismo.

Me refiero a publicar noticias y/o emitir opiniones. Ni hablar de una investigación que muestre, por ejemplo, cómo Francescoli está en ambos lados del mostrador: del Club y de su propia empresa en sociedad con Paco Casal.

Esto (publicar y opinar), formó parte de la normalidad hasta mediados del 2000.

Fue con la llegada del corrupto Alejandro Burzaco (2006) cuando los dueños de medios pasan a considerar a los dirigentes de los clubes (y de la AFA), como socios concretos capaces de tomar decisiones en los directorios de las empresas.

Angelici es, en los hechos, un CEO de TyC Sports. También de Fox.

Si la AFA le vendiera sus derechos de tevé a ESPN, entrarían en zona de riesgo todos los que laburan allí, hasta Quique Wolf.

A veces, incluso, siendo más papistas que el Papa, los gerentes se aterrorizan ante (no ya una investigación que pudiera poner de manifiesto hechos de corrupción o severamente reñida con la ética -el citado caso del ídolo uruguayo-), sino cuando se opina con relación a decisiones de fútbol. La contratación o el despido de un entrenador.

Parece absurdo pero funciona así.

Angelici hizo echar a Claudio Freyre, periodista que funcionaba como una suerte de vocero/representante de Juan Román Riquelme, primero en TN y luego en Fox, señal de Torneos (Burzaco-Grondona).

Cuando Freyre tomó partido por Román en alguna contradicción (¡mínima, imaginen!) entre el futbolista y el dirigente, fue eyectado con indemnización y todo.

Una negociación posterior entre dos políticos (Riquelme y Angelici), devolvió el trabajo a Freyre.

¿Los Ceos de Fox?

A la orden claro.

¿La verdad? ¿los dichos? ¿lo publicado?

No le importan a nadie.

Manda el dirigente, obedece el gerente de turno.

Los televidentes y su derecho a la información, bien gracias.

El derecho a publicar de los periodistas, bien gracias. Solo en medios alternativos, no allí, entre los dueños de la pelota.

Supe publicar en los 90 una noticia que involucraba a Macri, Palermo y Gustavo Arribas (en aquel momento testaferro del presidente del club, hoy jefe de espías del gobierno del Pro).

Macri era el verdadero dueño de un porcentaje del 9, adquirido a Estudiantes y vendido luego a Europa en un “gran negocio para el Club”.

Obvio que me desmintieron.

Seguro que Carlos Ávila (dueño del Torneos y Competencias, ahora se llama Torneos), recibió llamados insultantes de aquel presidente de Boca; un hecho que Fernando Niembro (conductor del programa de radio en La Red), se bancó el reclamo del hombre que él había “inventado” como dirigente.

¿Fui censurado?

¿Me echaron?

Absolutamente no. Conté todo el viernes en radio, defendí la información con el mismísimo Macri en línea (no me pudo desmentir) y mostré el contrato por televisión al domingo siguiente en Tribuna Caliente (producción de Torneos y Competencias por Telefé).

Hoy ello no sería posible.

No sería posible ni siquiera opinar como si se tratara de agua tibia, acerca de la completa incapacidad del presidente de Boca, al que le sobra el dinero y la influencia sobre casi todos los sectores del fútbol argentino y buena parte de la Justicia, pero no se le cae una idea.

Solo sabe de aprietes.

Como el que acaba de ejercer contra Flavio Azzaro.

Angelici es, al fin, la prueba viviente no de la decadencia del periodismo deportivo, sino de la más abierta promiscuidad de los poderes que hieren de muerte cualquier manifestación de libertad. Hasta la más inocente.

Toda mi solidaridad con Azzaro a quien espero reencontrar los domingos al mediodía por Canal 26 muy pronto. Y mi repudio absoluto a la brutalidad brutal del poder de turno.#


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