Piden el juicio para una pareja acusada de comerciar droga desde un pelotero

El local es de Puerto Madryn y se llama “Pepes y Peppas”. Les imputan venta de cocaína y marihuana.

Delivery. El pelotero de Puerto Madryn donde se produjo el allanamiento que generó un caso que ahora la Fiscalía quiere llevar a juicio.
11 AGO 2018 - 21:30 | Actualizado

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

La Fiscalía Federal de Rawson pidió elevar a juicio oral y público el caso de una pareja de Puerto Madryn procesada por la presunta venta de marihuana y cocaína desde su casa y en la modalidad “kiosco”. La pantalla para el negocio era un pelotero. El delito que se les imputa se agrava por haberse cometido cerca de escuelas y centros religiosos. Se trata de Laura Roth, de 53 años, y Daniel Ortiz, de 47, ambos en prisión preventiva.

Según la hipótesis del fiscal Fernando Gélvez, Roth y Ortiz habrían comercializado sustancias desde octubre de 2017 hasta el 23 de febrero de este año, día que fueron detenidos por personal de la División Antidrogas de la Policía Federal Argentina, en su domicilio de avenida Periodistas Chubutenses al 900 de Puerto Madryn.

“Esta actividad ilícita era realizada con habitualidad y las sustancias comercializadas eran cocaína y marihuana –dice la acusación- llevando a cabo la venta al menudeo con los clientes que llegaban a su vivienda”.

En un radio de 500 metros del domicilio están la Escuela Secundaria 775, el Jardín Maternal y Escuela de Nivel Inicial Municipal 2407 “Pichi Ñekum”, la Escuela Municipal 3 “Celina Balan de Padilla”, Hogar Materno Infantil “Dr. Elías Pérez Smolarsky” y la Iglesia Adventista “San Miguel”, todos de Madryn.

Del allanamiento se halló estupefacientes, tanto clorhidrato de cocaína (22,54 gramos) como cannabis sativa (43,22 gramos). También gran cantidad de dinero en efectivo, una balanza de precisión y teléfonos celulares. Al ser sorprendidos habrían intentado deshacerse de algunas bochas de cocaína en el baño.

El fiscal Gélvez describió que la venta de la pareja era en la modalidad “kiosco”, de acuerdo a las pesquisas de la División Antidrogas de la Policía Federal.

El caso se inició por las actuaciones policiales remitidas por el comisario Fabián Fernández. De las mismas se desprende que el sargento 1° Martín Herrera encontró debajo de la puerta de ingreso principal a esa dependencia, a las 5, un sobre de papel color blanco cerrado en sus extremos envuelto en cinta adhesiva transparente con las inscripción: “Ayuda! Policía Federal”. Cuando lo abrieron, en su interior había una hoja blanca plegada en tres partes. Era una nota manuscrita en cursiva que decía: “LAURA GRACIELA ROTH vende drogas, usando como pantalla un salón de fiestas ´Pepes y Peppas´, sito en Periodistas Chubutenses. La casa de ROTH queda al lado, casa con ladrillos y rejas negras”.

La investigación quedó en manos del fiscal, que le ordenó al jefe de la División Antidrogas de la ciudad del Golfo para que el personal a su cargo recabara datos respecto de la presunta comercialización.

La investigación estableció que la mujer se domiciliaba en Avenida Periodistas Chubutenses al 900. Era una casa de fachada de ladrillo colorado, con puerta de acceso de color blanco, de dos plantas, con cerco perimetral tipo malla de metal color negro, y de un local comercial lindero, identificado como el salón de fiestas infantiles, identificado por sus ventanales con dibujos infantiles y el nombre del comercio.

De acuerdo a la acusación, “con las vigilancias concretadas se acreditó las maniobras delictivas desarrolladas por los procesados (…) Se desprenden evidencias del despliegue delictual referido a la venta de estupefacientes llevada a cabo desde el domicilio investigado como ya dijera bajo la modalidad de ´Kiosco´. Se completa con las fotografías y registros fílmicos agregados al expediente.

El trabajo de campo detectó que la tarde del 31 de octubre de 2017, ingresó a la casa investigada un hombre con una campera del “Club Deportivo Madryn”. Se retiró a los dos o tres minutos manipulando con ambas manos frente a su abdomen un objeto de pequeñas dimensiones. Otro día se verificaron doce llegadas de personas que permanecieron pocos minutos en su interior para luego retirarse del sitio. El 14 de diciembre de 2017 se vio a un sujeto que salió de la vivienda también manipulando un elemento pequeño.

El 5 de febrero, día de los allanamientos en la casa, en la ropa de Roth se hallaron $17.100. Ortiz poseía $5.000 en el bolsillo izquierdo de su pantalón; $8.219 en el bolsillo derecho de su campera y en su billetera, $ 470 y un envoltorio de nylon blanco con 0,5 gramos de sustancia blanca. En el bolsillo izquierdo de la campera un envoltorio de nylon con la misma sustancia.

Se secuestraron envoltorios dispersos en la vivienda que contenían sustancia verde parduzca de características vegetales, y otros sustancia polvorienta blanca; una balanza gris “Aspen” de precisión, celulares y las sumas de $65.000, $ 11.096 y $35.810. En la guantera de la camioneta Duster se halló un tubo transparente con polvo blanco.

Según los informes policiales, “el pelotero no registraba prácticamente movimiento alguno”. Pero sí llegaban al domicilio varias personas en diferentes medios de transporte, que permanecían en el interior de la vivienda por menos de cuatro minutos. “La mayor afluencia de gente se observó durante las tardes hasta la noche, en particular los fines de semana”. La gente se iba siempre manipulando algún objeto pequeño en sus manos.

Llamaba la atención que cuando había controles de la Policía, “las personas que llegaban al lugar no eran atendidas y que cuando dicho control concluía era notoria la concurrencia de personas al domicilio”.

La mujer y una menor serían quienes atendían a los “clientes” ya que Ortiz “estaba en la vivienda y en más de una oportunidad hacía de ´campana´”. No sólo el pelotero no registraba movimiento sino que no se observó el arribo de niños ni gente portando tortas, gaseosas o comestibles en general, “lo que es característico cuando se alquila un salón de fiestas infantiles”.

“En este caso –evaluó el fiscal-, exteriorizo que se probaron y describieron tanto los hechos como las pruebas para considerar que tanto objetiva como subjetivamente se dan los extremos del tipo penal aludido. Destaco que los aludidos Roth y Ortiz realizaron la actividad ilícita achacada (comercio de estupefacientes) sabiendo lo que hacían y queriendo realizarlo en la realidad. De la prueba ponderada se desprende que actuaron con dolo directo al ejercer el comercio de estupefacientes en forma habitual y con fines de lucro”.

En cuanto a la agravante que se achaca a la pareja, “se encuentra acreditada con los informes policiales y croquis que se glosaron al legajo, los que demuestran la cercanía del domicilio de Roth y Ortiz a escuelas de distintos niveles, un centro asistencial y otro religioso, habiendo realizado los incusos la actividad delictual con habitualidad y continuidad desde octubre de 2017 hasta febrero de 2018, en horarios diurnos y nocturnos”.

El fiscal pidió investigar a una tercera persona: Fernando Daniel Roth. Estaba presente en los allanamientos. Al ser requisado llevaba en el bolsillo delantero de su pantalón de jean un envoltorio de nylon negro, con sustancia vegetal verde amarronada, picadura de marihuana. De su bolsillo derecho de su pantalón se incautaron $18.100 y del bolsillo trasero derecho, una billetera con $3.680.

“De acuerdo a lo detallado y las circunstancias en que fueron halladas las sustancias estupefacientes, en el marco de un allanamiento por comercialización de sustancias estupefacientes, sumado a la gran cantidad de dinero que portaba –la mayor cantidad de billetes eran de $500 y $100- no puede descartarse a priori que Roth haya sido ajeno a la actividad delictual desarrollada por su hermana Laura y la pareja de ésta, más aún cuando habita el departamento contiguo al investigado”.#
 

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Delivery. El pelotero de Puerto Madryn donde se produjo el allanamiento que generó un caso que ahora la Fiscalía quiere llevar a juicio.
11 AGO 2018 - 21:30

Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez

La Fiscalía Federal de Rawson pidió elevar a juicio oral y público el caso de una pareja de Puerto Madryn procesada por la presunta venta de marihuana y cocaína desde su casa y en la modalidad “kiosco”. La pantalla para el negocio era un pelotero. El delito que se les imputa se agrava por haberse cometido cerca de escuelas y centros religiosos. Se trata de Laura Roth, de 53 años, y Daniel Ortiz, de 47, ambos en prisión preventiva.

Según la hipótesis del fiscal Fernando Gélvez, Roth y Ortiz habrían comercializado sustancias desde octubre de 2017 hasta el 23 de febrero de este año, día que fueron detenidos por personal de la División Antidrogas de la Policía Federal Argentina, en su domicilio de avenida Periodistas Chubutenses al 900 de Puerto Madryn.

“Esta actividad ilícita era realizada con habitualidad y las sustancias comercializadas eran cocaína y marihuana –dice la acusación- llevando a cabo la venta al menudeo con los clientes que llegaban a su vivienda”.

En un radio de 500 metros del domicilio están la Escuela Secundaria 775, el Jardín Maternal y Escuela de Nivel Inicial Municipal 2407 “Pichi Ñekum”, la Escuela Municipal 3 “Celina Balan de Padilla”, Hogar Materno Infantil “Dr. Elías Pérez Smolarsky” y la Iglesia Adventista “San Miguel”, todos de Madryn.

Del allanamiento se halló estupefacientes, tanto clorhidrato de cocaína (22,54 gramos) como cannabis sativa (43,22 gramos). También gran cantidad de dinero en efectivo, una balanza de precisión y teléfonos celulares. Al ser sorprendidos habrían intentado deshacerse de algunas bochas de cocaína en el baño.

El fiscal Gélvez describió que la venta de la pareja era en la modalidad “kiosco”, de acuerdo a las pesquisas de la División Antidrogas de la Policía Federal.

El caso se inició por las actuaciones policiales remitidas por el comisario Fabián Fernández. De las mismas se desprende que el sargento 1° Martín Herrera encontró debajo de la puerta de ingreso principal a esa dependencia, a las 5, un sobre de papel color blanco cerrado en sus extremos envuelto en cinta adhesiva transparente con las inscripción: “Ayuda! Policía Federal”. Cuando lo abrieron, en su interior había una hoja blanca plegada en tres partes. Era una nota manuscrita en cursiva que decía: “LAURA GRACIELA ROTH vende drogas, usando como pantalla un salón de fiestas ´Pepes y Peppas´, sito en Periodistas Chubutenses. La casa de ROTH queda al lado, casa con ladrillos y rejas negras”.

La investigación quedó en manos del fiscal, que le ordenó al jefe de la División Antidrogas de la ciudad del Golfo para que el personal a su cargo recabara datos respecto de la presunta comercialización.

La investigación estableció que la mujer se domiciliaba en Avenida Periodistas Chubutenses al 900. Era una casa de fachada de ladrillo colorado, con puerta de acceso de color blanco, de dos plantas, con cerco perimetral tipo malla de metal color negro, y de un local comercial lindero, identificado como el salón de fiestas infantiles, identificado por sus ventanales con dibujos infantiles y el nombre del comercio.

De acuerdo a la acusación, “con las vigilancias concretadas se acreditó las maniobras delictivas desarrolladas por los procesados (…) Se desprenden evidencias del despliegue delictual referido a la venta de estupefacientes llevada a cabo desde el domicilio investigado como ya dijera bajo la modalidad de ´Kiosco´. Se completa con las fotografías y registros fílmicos agregados al expediente.

El trabajo de campo detectó que la tarde del 31 de octubre de 2017, ingresó a la casa investigada un hombre con una campera del “Club Deportivo Madryn”. Se retiró a los dos o tres minutos manipulando con ambas manos frente a su abdomen un objeto de pequeñas dimensiones. Otro día se verificaron doce llegadas de personas que permanecieron pocos minutos en su interior para luego retirarse del sitio. El 14 de diciembre de 2017 se vio a un sujeto que salió de la vivienda también manipulando un elemento pequeño.

El 5 de febrero, día de los allanamientos en la casa, en la ropa de Roth se hallaron $17.100. Ortiz poseía $5.000 en el bolsillo izquierdo de su pantalón; $8.219 en el bolsillo derecho de su campera y en su billetera, $ 470 y un envoltorio de nylon blanco con 0,5 gramos de sustancia blanca. En el bolsillo izquierdo de la campera un envoltorio de nylon con la misma sustancia.

Se secuestraron envoltorios dispersos en la vivienda que contenían sustancia verde parduzca de características vegetales, y otros sustancia polvorienta blanca; una balanza gris “Aspen” de precisión, celulares y las sumas de $65.000, $ 11.096 y $35.810. En la guantera de la camioneta Duster se halló un tubo transparente con polvo blanco.

Según los informes policiales, “el pelotero no registraba prácticamente movimiento alguno”. Pero sí llegaban al domicilio varias personas en diferentes medios de transporte, que permanecían en el interior de la vivienda por menos de cuatro minutos. “La mayor afluencia de gente se observó durante las tardes hasta la noche, en particular los fines de semana”. La gente se iba siempre manipulando algún objeto pequeño en sus manos.

Llamaba la atención que cuando había controles de la Policía, “las personas que llegaban al lugar no eran atendidas y que cuando dicho control concluía era notoria la concurrencia de personas al domicilio”.

La mujer y una menor serían quienes atendían a los “clientes” ya que Ortiz “estaba en la vivienda y en más de una oportunidad hacía de ´campana´”. No sólo el pelotero no registraba movimiento sino que no se observó el arribo de niños ni gente portando tortas, gaseosas o comestibles en general, “lo que es característico cuando se alquila un salón de fiestas infantiles”.

“En este caso –evaluó el fiscal-, exteriorizo que se probaron y describieron tanto los hechos como las pruebas para considerar que tanto objetiva como subjetivamente se dan los extremos del tipo penal aludido. Destaco que los aludidos Roth y Ortiz realizaron la actividad ilícita achacada (comercio de estupefacientes) sabiendo lo que hacían y queriendo realizarlo en la realidad. De la prueba ponderada se desprende que actuaron con dolo directo al ejercer el comercio de estupefacientes en forma habitual y con fines de lucro”.

En cuanto a la agravante que se achaca a la pareja, “se encuentra acreditada con los informes policiales y croquis que se glosaron al legajo, los que demuestran la cercanía del domicilio de Roth y Ortiz a escuelas de distintos niveles, un centro asistencial y otro religioso, habiendo realizado los incusos la actividad delictual con habitualidad y continuidad desde octubre de 2017 hasta febrero de 2018, en horarios diurnos y nocturnos”.

El fiscal pidió investigar a una tercera persona: Fernando Daniel Roth. Estaba presente en los allanamientos. Al ser requisado llevaba en el bolsillo delantero de su pantalón de jean un envoltorio de nylon negro, con sustancia vegetal verde amarronada, picadura de marihuana. De su bolsillo derecho de su pantalón se incautaron $18.100 y del bolsillo trasero derecho, una billetera con $3.680.

“De acuerdo a lo detallado y las circunstancias en que fueron halladas las sustancias estupefacientes, en el marco de un allanamiento por comercialización de sustancias estupefacientes, sumado a la gran cantidad de dinero que portaba –la mayor cantidad de billetes eran de $500 y $100- no puede descartarse a priori que Roth haya sido ajeno a la actividad delictual desarrollada por su hermana Laura y la pareja de ésta, más aún cuando habita el departamento contiguo al investigado”.#
 


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