El Fondo tendrá una partida asignada que no deberá ser inferior al 1 por ciento del Presupuesto total de la provincia. Estará destinado a la compra de alimentos para la atención prioritaria “de las necesidades básicas de la población de alta vulnerabilidad y en riesgo de subsistencia”.
El programa y la administración del Fondo será supervisado por un Consejo Consultivo integrado por 6 representantes: uno del Ministerio de Familia, uno del de Salud, uno por el de Educación, dos por el Poder Legislativo y un lugar asignado para el Defensor del Pueblo.
Tanto el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación deberán realizar seguimientos de control alimentario en las escuelas, así como el control de aspectos vinculados al peso, edad, talla de los chicos con el fin de identificar aquellos casos vulnerables para notificar al Consejo Consultivo y dar respuesta inmediata.
Otro aspecto importante será cómo se repartirán los recursos del Fondo para los municipios. Un 40% se distribuirá en función del porcentaje de población que se encuentra por debajo de la línea de pobreza y el otro 60% quedará supeditado a la evaluación del Consejo para enviar de forma directa a los casos vulnerables que hayan sido detectados.
Para darle un buen funcionamiento al Fondo de Emergencia Alimentaria, se creará de forma paralela un Registro con aquellas instituciones, organizaciones y particulares que cuenten con comedores o merenderos que queden bajo la órbita del presente fondo especial.
Los municipios luego de informar al Consejo Consultivo la ejecución de los fondos recibidos, productos adquiridos, precios y proveedores, deberán establecer los mecanismos necesarios para garantizar el destino de los fondos transferidos y su ejecución.
Considerandos
Entre los fundamentos, la diputada explica que “es de extrema gravedad la realidad por la que está atravesando la provincia y los municipios” y “es hora de dar una respuesta inmediata por parte del Estado a situaciones de pobreza y vulnerabilidad que están afectando la salud y el binestar de nuestros niños y niñas”.
Esto hace que “distintas organizaciones sociales estén abocadas a cubrir necesidades básicas alimentarias de niños y niñas y sus grupos familiares”. Y argumenta que “esta situación ya la vivimos en la época de los 90´, que se abrían numerosos comedores municipales vulnerando la dignidad y la integración de la familia”.
Y marca asimismo que “un niño cuando sufre desnutrición ve afectada su supervivencia, el buen funcionamiento de su cuerpo y de sus capacidades cognitivas e intelectuales. Sin una buena nutrición, un niño no podría aprender ni en las mejores escuelas”. Resta ahora aguardar cómo será el tratamiento en la cámara chubutense. #
El Fondo tendrá una partida asignada que no deberá ser inferior al 1 por ciento del Presupuesto total de la provincia. Estará destinado a la compra de alimentos para la atención prioritaria “de las necesidades básicas de la población de alta vulnerabilidad y en riesgo de subsistencia”.
El programa y la administración del Fondo será supervisado por un Consejo Consultivo integrado por 6 representantes: uno del Ministerio de Familia, uno del de Salud, uno por el de Educación, dos por el Poder Legislativo y un lugar asignado para el Defensor del Pueblo.
Tanto el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación deberán realizar seguimientos de control alimentario en las escuelas, así como el control de aspectos vinculados al peso, edad, talla de los chicos con el fin de identificar aquellos casos vulnerables para notificar al Consejo Consultivo y dar respuesta inmediata.
Otro aspecto importante será cómo se repartirán los recursos del Fondo para los municipios. Un 40% se distribuirá en función del porcentaje de población que se encuentra por debajo de la línea de pobreza y el otro 60% quedará supeditado a la evaluación del Consejo para enviar de forma directa a los casos vulnerables que hayan sido detectados.
Para darle un buen funcionamiento al Fondo de Emergencia Alimentaria, se creará de forma paralela un Registro con aquellas instituciones, organizaciones y particulares que cuenten con comedores o merenderos que queden bajo la órbita del presente fondo especial.
Los municipios luego de informar al Consejo Consultivo la ejecución de los fondos recibidos, productos adquiridos, precios y proveedores, deberán establecer los mecanismos necesarios para garantizar el destino de los fondos transferidos y su ejecución.
Considerandos
Entre los fundamentos, la diputada explica que “es de extrema gravedad la realidad por la que está atravesando la provincia y los municipios” y “es hora de dar una respuesta inmediata por parte del Estado a situaciones de pobreza y vulnerabilidad que están afectando la salud y el binestar de nuestros niños y niñas”.
Esto hace que “distintas organizaciones sociales estén abocadas a cubrir necesidades básicas alimentarias de niños y niñas y sus grupos familiares”. Y argumenta que “esta situación ya la vivimos en la época de los 90´, que se abrían numerosos comedores municipales vulnerando la dignidad y la integración de la familia”.
Y marca asimismo que “un niño cuando sufre desnutrición ve afectada su supervivencia, el buen funcionamiento de su cuerpo y de sus capacidades cognitivas e intelectuales. Sin una buena nutrición, un niño no podría aprender ni en las mejores escuelas”. Resta ahora aguardar cómo será el tratamiento en la cámara chubutense. #