Directores de 10 escuelas secundarias de Trelew y Gaiman se reunieron para debatir un problema en común: la alimentación de los alumnos. Coincidieron en que por la desocupación, la situación de muchos estudiantes es “complicada” y necesitan una ayuda alimentaria. Muchas escuelas reciben partidas para la compra de productos pero otras no. Acordaron elaborar un comunicado para pedir al Gobierno provincial que provea de los fondos necesarios a los establecimientos donde se necesite ayuda urgente para que los chicos que no cuenten con la provisión de alimentos puedan tener las comidas diarias básicas.
Crece la crisis
Participaron los responsables de los establecimientos 712, 793, 720, 744, 7713, 775, 1724, 763,730 y 7716. Aseguraron que el incremento de chicos que concurren a las escuelas que tienen la Copa de Leche se incrementó en forma notoria este año. “El año pasado hicimos el intento de implementar Copa de Leche y la verdad que fueron muy pocos. Este año van casi todos. Ya no hay chicos en el pasillo en los recreos”, dijo uno de los directores.
En algunos establecimientos la Copa de Leche existe desde el Nivel Primario y las partidas indicaron que no seguiría en el nivel secundario. “¿Qué hacemos cuando el chico ingresa a la secundaria? ¿Les decimos que ya no pueden tener más hambre? El único alimento que se les proporciona es el desayuno y la merienda”, remarcó un director.
Desactualizado
Un tema en común fue el costo de los productos. En las escuelas la partida mensual quedó desactualizada. Por ejemplo, en abril los 800 gramos de leche en polvo costaban 104 pesos y ahora 140 pesos.
El encuentro fue informal. Los docentes relataron experiencias propias y expusieron qué les está haciendo falta, con el compromiso de plasmarlo en un documento y elevarlo al Gobierno. “Estoy conmovido por el papá de tres alumnos que van a mi escuela. La esposa falleció hace poco, a él se le terminó la obra que estaba trabajando y lloró en la Dirección de la Escuela porque no tenía cómo alimentar a sus hijos. A esa gente el Estado debe ayudarla”, puntualizó.
Ante tamaño panorama ni directivos, ni docentes ni alumnos se quedan con los brazos cruzados. “Intentamos juntar fondos como podemos. Les damos harina, grasa y lo que podamos para que los chicos vendan a contraturno pastelitos o tortas fritas. Es la forma de colaborar entre todos, pero necesitamos una respuesta urgente del Estado”.#
Directores de 10 escuelas secundarias de Trelew y Gaiman se reunieron para debatir un problema en común: la alimentación de los alumnos. Coincidieron en que por la desocupación, la situación de muchos estudiantes es “complicada” y necesitan una ayuda alimentaria. Muchas escuelas reciben partidas para la compra de productos pero otras no. Acordaron elaborar un comunicado para pedir al Gobierno provincial que provea de los fondos necesarios a los establecimientos donde se necesite ayuda urgente para que los chicos que no cuenten con la provisión de alimentos puedan tener las comidas diarias básicas.
Crece la crisis
Participaron los responsables de los establecimientos 712, 793, 720, 744, 7713, 775, 1724, 763,730 y 7716. Aseguraron que el incremento de chicos que concurren a las escuelas que tienen la Copa de Leche se incrementó en forma notoria este año. “El año pasado hicimos el intento de implementar Copa de Leche y la verdad que fueron muy pocos. Este año van casi todos. Ya no hay chicos en el pasillo en los recreos”, dijo uno de los directores.
En algunos establecimientos la Copa de Leche existe desde el Nivel Primario y las partidas indicaron que no seguiría en el nivel secundario. “¿Qué hacemos cuando el chico ingresa a la secundaria? ¿Les decimos que ya no pueden tener más hambre? El único alimento que se les proporciona es el desayuno y la merienda”, remarcó un director.
Desactualizado
Un tema en común fue el costo de los productos. En las escuelas la partida mensual quedó desactualizada. Por ejemplo, en abril los 800 gramos de leche en polvo costaban 104 pesos y ahora 140 pesos.
El encuentro fue informal. Los docentes relataron experiencias propias y expusieron qué les está haciendo falta, con el compromiso de plasmarlo en un documento y elevarlo al Gobierno. “Estoy conmovido por el papá de tres alumnos que van a mi escuela. La esposa falleció hace poco, a él se le terminó la obra que estaba trabajando y lloró en la Dirección de la Escuela porque no tenía cómo alimentar a sus hijos. A esa gente el Estado debe ayudarla”, puntualizó.
Ante tamaño panorama ni directivos, ni docentes ni alumnos se quedan con los brazos cruzados. “Intentamos juntar fondos como podemos. Les damos harina, grasa y lo que podamos para que los chicos vendan a contraturno pastelitos o tortas fritas. Es la forma de colaborar entre todos, pero necesitamos una respuesta urgente del Estado”.#