La columna de Elio Rossi / Los sobrevivientes del Titanic siguen de jolgorio

Vamos a tomar como ejemplo el caso Meza. Maximiliano Meza, el joven que supo hacer las delicias de los sufridos hinchas de GELP junto a Nacho Fernández (actualmente en River).

03 SEP 2018 - 20:12 | Actualizado

Por Elio Rossi.

Jugaban indistintamente por los “carriles” (por la banda, por el costado) derecho e izquierdo; cambiaban con absoluta naturalidad prescindiendo del grito desde el banco de suplentes.

Maxi fue uno de los elegidos de última para intentar escribir la historia en Rusia. Buen jugador, sin duda.

Tiene contrato con Independiente hasta junio del 2021 aunque las partes han agregado la llamada “cláusula de rescisión” por un valor que fluctúa de acuerdo a quién comunica en... 10 millones de dólares!.

Son 15 según su representante o 25 según la dirigencia de Independiente.

Quizá ambas partes tienen razón: el fútbol argentino suele dividir la totalidad de un pase y si sumamos la partes (el 40% del Club, el 40% del papá y el...40% restante de una sociedad de fomento), da 120%. Les juro que ocurre. Pero volvamos a Meza.

¿Cómo funciona la cuestión?.

Si Maxi (28 años) termina su contrato en Independiente dentro de dos junios, todo lo que le pague el PSG (juguemos a poner un ejemplo), va a parar a la cuenta del jugador.

Si en cambio se va antes, jugador, representante y Club se repartirán el monto de la cláusula de rescisión de acuerdo con lo que hayan acordado en su momento.

Quiero decir, si el volante no se va por su propia voluntad (supongamos que se enamora de Avellaneda, o no quiere cambiar su entorno de afectos), le pondrán una 45 en la sien y no tendrá más remedio que irse.

Aún cuando tanto él como los hombres del Club juren que quieren que Meza sea otro Bochini.

Tienen a mano para recordar cuando Pipita Higuaín pasó del Nápoles a la Juve, previo pago de la cláusula de 90 palos euros. El “efecto Argentina” tiene por cierto, su particularidad. Se parece a aquello aunque difiere en montos y psicología.

Vivo (produzco) en pesos pero pienso (me endeudo) en dólares/euros.

Efecto Argentina de Martínez de Hoz/Menem/Macri (en tanto continuidad de proyecto histórico económico), con consecuencia que deviene “efecto fútbol argentino”. River es otro caso. No son los únicos obviamente (River e Independiente). La Banda contrajo deuda brutal cuando el dólar cotizaba a menos de 18 pesos.

Hoy martes, al momento de publicarse estas líneas apenas unos meses después, hay que poner +/- 40 mangos para ver un “verdolaga” y no sabemos cuál será el techo (del dólar).

¿A algún socio de River por fuera de quienes integran la comisión directiva como opositores le importa?

Da la sensación que no.

Si el “Muñeco” llega a meter otro batacazo que incluya, por ejemplo, la eliminación de Boca en otro mano a mano, nadie se preocupará por los 7 millones de dólares (a 40, 50 o lo que valga al momento de pagar), que el Club tiene que desembolsar al año en concepto de sueldo.

Por eso el presidente de River ruega que “Chiqui” Tapia se convenza de que el Muñeco puede ser el próximo iluminado que dirija al seleccionado argentino de fútbol.

La AFA es, pese a quien le pese, el único “club” argentino que puede pensar y endeudarse en dólares.

Ni Boca, salvo que gane todos los años la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, cosas que, en los años de Angelici, no ha ocurrido.

No hay problema para Angelici, claro. “Dibuja” los balances a troche y moche. Total la Nave va (la Superliga también conocida como el Titanic y su músicos en cubierta).

Pero el fútbol es paralelo a cualquier realidad. Resiste, surfea, se ríe de cualquier realidad.

¿Default?, ¿millones?, ¿bolsos?, ¿cuadernos de la coimas? (en tono juez Oyarbide claro), mucho gusto soy el Fútbol Argentino y me río de janeiro. En el Planeta Fútbol no hay cabida para ningún FMI ni para madame Lagarde. Solo basta que Baliño no vea un penal o que Fernando Echenique cobre uno sin falta para que el Circo le gane eternamente por goleada al Pan. O que Maxi no se enamore del Club como para quedarse hasta terminar su contrato.

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03 SEP 2018 - 20:12

Por Elio Rossi.

Jugaban indistintamente por los “carriles” (por la banda, por el costado) derecho e izquierdo; cambiaban con absoluta naturalidad prescindiendo del grito desde el banco de suplentes.

Maxi fue uno de los elegidos de última para intentar escribir la historia en Rusia. Buen jugador, sin duda.

Tiene contrato con Independiente hasta junio del 2021 aunque las partes han agregado la llamada “cláusula de rescisión” por un valor que fluctúa de acuerdo a quién comunica en... 10 millones de dólares!.

Son 15 según su representante o 25 según la dirigencia de Independiente.

Quizá ambas partes tienen razón: el fútbol argentino suele dividir la totalidad de un pase y si sumamos la partes (el 40% del Club, el 40% del papá y el...40% restante de una sociedad de fomento), da 120%. Les juro que ocurre. Pero volvamos a Meza.

¿Cómo funciona la cuestión?.

Si Maxi (28 años) termina su contrato en Independiente dentro de dos junios, todo lo que le pague el PSG (juguemos a poner un ejemplo), va a parar a la cuenta del jugador.

Si en cambio se va antes, jugador, representante y Club se repartirán el monto de la cláusula de rescisión de acuerdo con lo que hayan acordado en su momento.

Quiero decir, si el volante no se va por su propia voluntad (supongamos que se enamora de Avellaneda, o no quiere cambiar su entorno de afectos), le pondrán una 45 en la sien y no tendrá más remedio que irse.

Aún cuando tanto él como los hombres del Club juren que quieren que Meza sea otro Bochini.

Tienen a mano para recordar cuando Pipita Higuaín pasó del Nápoles a la Juve, previo pago de la cláusula de 90 palos euros. El “efecto Argentina” tiene por cierto, su particularidad. Se parece a aquello aunque difiere en montos y psicología.

Vivo (produzco) en pesos pero pienso (me endeudo) en dólares/euros.

Efecto Argentina de Martínez de Hoz/Menem/Macri (en tanto continuidad de proyecto histórico económico), con consecuencia que deviene “efecto fútbol argentino”. River es otro caso. No son los únicos obviamente (River e Independiente). La Banda contrajo deuda brutal cuando el dólar cotizaba a menos de 18 pesos.

Hoy martes, al momento de publicarse estas líneas apenas unos meses después, hay que poner +/- 40 mangos para ver un “verdolaga” y no sabemos cuál será el techo (del dólar).

¿A algún socio de River por fuera de quienes integran la comisión directiva como opositores le importa?

Da la sensación que no.

Si el “Muñeco” llega a meter otro batacazo que incluya, por ejemplo, la eliminación de Boca en otro mano a mano, nadie se preocupará por los 7 millones de dólares (a 40, 50 o lo que valga al momento de pagar), que el Club tiene que desembolsar al año en concepto de sueldo.

Por eso el presidente de River ruega que “Chiqui” Tapia se convenza de que el Muñeco puede ser el próximo iluminado que dirija al seleccionado argentino de fútbol.

La AFA es, pese a quien le pese, el único “club” argentino que puede pensar y endeudarse en dólares.

Ni Boca, salvo que gane todos los años la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, cosas que, en los años de Angelici, no ha ocurrido.

No hay problema para Angelici, claro. “Dibuja” los balances a troche y moche. Total la Nave va (la Superliga también conocida como el Titanic y su músicos en cubierta).

Pero el fútbol es paralelo a cualquier realidad. Resiste, surfea, se ríe de cualquier realidad.

¿Default?, ¿millones?, ¿bolsos?, ¿cuadernos de la coimas? (en tono juez Oyarbide claro), mucho gusto soy el Fútbol Argentino y me río de janeiro. En el Planeta Fútbol no hay cabida para ningún FMI ni para madame Lagarde. Solo basta que Baliño no vea un penal o que Fernando Echenique cobre uno sin falta para que el Circo le gane eternamente por goleada al Pan. O que Maxi no se enamore del Club como para quedarse hasta terminar su contrato.


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