La Cámara Penal dejó preso a Lüters
La Cámara Penal de Trelew le negó la prisión domiciliaria a Diego Lüters, uno de los acusados por las causas El Embrujo y Revelación.
Ayer por la tarde fue sometido a una audiencia de revisión luego de que el juez Sergio Piñeda rechazara su hábeas corpus y ordenara que siga preso en la Comisaría 2ª de Trelew. Allí está desde el 7 de marzo.
El defensor público de Lüters, Lisandro Benítez, había solicitado al juez del caso que se tome en cuenta la “lesión” sufrida por su asistido, toda vez que se mantiene su prisión.
Planteó riesgos por haber revelado datos clave y nombres de funcionarios y exfuncionarios involucrados en ilícitos e insistió con que la intención de su defendido en colaborar con las investigaciones en las cuales se lo implica.
Asimismo, la defensa puntualizó sobre los altercados procesales que le generó a funcionarios del Gobierno en curso sus declaraciones en los tribunales. No hubo representantes de Fiscalía en la audiencia, “pese a que se los había notificado”, dijeron los jueces Omar Florencio Minatta, Gustavo Alejandro Defranco y Adrián Roberto Barrios.
El trío confirmó la negativa del juez Piñeda debido a la falta de elementos que prueben un agravamiento de la detención que justifique la morigeración. Advirtieron que las condiciones carcelarias son las mismas para todos los detenidos, al igual que el riesgo para la integridad física.
El defensor había hecho una extensa argumentación sobre el encierro de su asistido, en el contexto de una crisis carcelaria.
Dijo que el Estado no cumplía con las normas constitucionales ni con el Código Procesal. Recordó que el Ministerio de Gobierno indicó que no se podía garantizar la integridad física de Lüters.
Lüters habló sobre los problemas contraídos en prisión y los padecimientos de su familia, incluidos sus hijos de 3 y 9 años. Como alternativa a la prisión domiciliaria, pidió, al menos, salidas esporádicas para vincularse con ellos. Esta última petición la Cámara la dejó abierta a consideración del juez natural de la causa.
La audiencia estaba pactada para las 15 en sexto piso del Palacio de Tribunales. Pasados 20 minutos la demora era evidente. Poco después, un llamado se disculpó con el personal de la Oficina Judicial ya que al detenido lo habían llevado por error a Rawson, donde vienen ocurriendo buena parte de las audiencias relacionadas a estos casos.
Ayer por la tarde fue sometido a una audiencia de revisión luego de que el juez Sergio Piñeda rechazara su hábeas corpus y ordenara que siga preso en la Comisaría 2ª de Trelew. Allí está desde el 7 de marzo.
El defensor público de Lüters, Lisandro Benítez, había solicitado al juez del caso que se tome en cuenta la “lesión” sufrida por su asistido, toda vez que se mantiene su prisión.
Planteó riesgos por haber revelado datos clave y nombres de funcionarios y exfuncionarios involucrados en ilícitos e insistió con que la intención de su defendido en colaborar con las investigaciones en las cuales se lo implica.
Asimismo, la defensa puntualizó sobre los altercados procesales que le generó a funcionarios del Gobierno en curso sus declaraciones en los tribunales. No hubo representantes de Fiscalía en la audiencia, “pese a que se los había notificado”, dijeron los jueces Omar Florencio Minatta, Gustavo Alejandro Defranco y Adrián Roberto Barrios.
El trío confirmó la negativa del juez Piñeda debido a la falta de elementos que prueben un agravamiento de la detención que justifique la morigeración. Advirtieron que las condiciones carcelarias son las mismas para todos los detenidos, al igual que el riesgo para la integridad física.
El defensor había hecho una extensa argumentación sobre el encierro de su asistido, en el contexto de una crisis carcelaria.
Dijo que el Estado no cumplía con las normas constitucionales ni con el Código Procesal. Recordó que el Ministerio de Gobierno indicó que no se podía garantizar la integridad física de Lüters.
Lüters habló sobre los problemas contraídos en prisión y los padecimientos de su familia, incluidos sus hijos de 3 y 9 años. Como alternativa a la prisión domiciliaria, pidió, al menos, salidas esporádicas para vincularse con ellos. Esta última petición la Cámara la dejó abierta a consideración del juez natural de la causa.
La audiencia estaba pactada para las 15 en sexto piso del Palacio de Tribunales. Pasados 20 minutos la demora era evidente. Poco después, un llamado se disculpó con el personal de la Oficina Judicial ya que al detenido lo habían llevado por error a Rawson, donde vienen ocurriendo buena parte de las audiencias relacionadas a estos casos.