“Hoy me siento libre, la masculinización del tórax no es estética, ayuda a ser feliz”

La intervención que se le realizó al joven cumple con la Ley 26.743. Se trata de una mastectomía. La norma habla del “libre desarrollo personal”. Para su realización, no se requiere autorización judicial ni administrativa. En exclusiva, Jornada accedió al testimonio del chico operado.

22 SEP 2018 - 20:47 | Actualizado

Lo primero que hice fue llorar cuando me desperté. Hoy vivo feliz. La masculinización del tórax es muy importante para un chico trans. No es estética. Lo ayuda a ser feliz”. Así definió a Jornada, el joven cuya cirugía fue histórica en Trelew. Bajo la ley 26.743 de Identidad y Género logró que un cirujano plástico le realice una mastectomía para extraer sus glándulas mamarias. Este diario anunció esta intervención el 20 de agosto. Un mes después, el paciente confirmó que se realizó con éxito y está en recuperación. “Hoy sí puedo decir que me siento libre”, deslizó. Es la primera operación de estas características en Chubut, en un hospital público y gratis.

Con algunas molestias lógicas del pos-operatorio pero con una sonrisa que denotó todo el tiempo el “objetivo cumplido” el joven, que hoy tiene 26 años y prefirió reservar su identidad, describió en una entrevista con Jornada cómo fue su experiencia. Confirmó que hace unos 4 años que viene luchando para conseguir la intervención quirúrgica pero por cuestiones económicas y por el difícil acceso a profesionales que realicen esta práctica en la zona, la veía cada vez más lejana. No tenía mucha información y remarcó que “yo no sabía que esta ley se podía cumplir, así, como se cumplió”.

Resaltó que incluso pensó en ir a operarse a otra provincia. “Tuve muchos días de altos y bajos. No podía, no quería ir por ejemplo, a la playa. Me quedaba encerrado en mi casa. Me deprimía y hasta pensé en el suicidio. Esto me cambió todo. Así fue mi vida cuando empecé a pensar en esta operación”, relató.

Construcción social

Confirma la frase que tantas veces se refrenda en los medios o en cada lugar en que se pregunta qué es lo que siente una persona trans: el sexo es una construcción social, nada tiene que ver con los genitales. “Yo me siento hombre desde que tengo noción. Creo, no sé, desde los 4 años. Nunca lo expresaba en mi familia. Pero ahora, pude dar este gran paso”, afirmó con soltura.

La manera de no sufrir tanto ante la discriminación, los malos tratos de la sociedad y las miradas acusadoras, fue ocultándose. Describió que “no ser nadie era lo mejor. En realidad, trataba de no formar parte de grupos. Prefería estar en espacios cerrados. Nada más que eso”.

“Se portaron muy bien”

Muchas veces la incomodidad o el destrato está dentro del mismo seno familiar. Pero en este caso, lo complicado para el joven fue el principio de su lucha. Luego, recibió todo el apoyo y el amor, especialmente de su madre, incondicional. “En mi familia costó un poco. No te voy a mentir. Que te traten de una manera cuando muchos años fue de otra, cuesta. Costó pero se fue acomodando de a poco. Se portaron muy bien conmigo”, dijo en tono de reconocimiento y halago.

El nombre

No obstante, recordó un punto en particular que lo hizo reír. “Con el nombre nomás fue el conflicto. Yo siempre estuve pensado cómo me quería llamar, pero a mi mamá no le gustó. Me pidió que elija otro nombre. Accedí”.

Ante la pregunta: ¿Qué cambió en vos a raíz de esta operación? Su respuesta fue: “Ahora me siento libre. Sí, esa es la sensación que tengo. Puedo ser libre. Puedo ser normal. Me puedo sacar una remera en la playa. Una mujer siempre se tiene que cubrir. Te digo la verdad, me sentía en un cuerpo atrapado porque yo eso no lo podía hacer. No lo hacía”.

“No es estética”

¿Qué les decís a quienes piensan que esta operación es una cuestión de estética y dudan de su importancia? “Les digo que no es para nada estético. La necesitan muchos pibes para sentirse cómodos. Otras cirugías no sé, pero la masculinización del tórax es importante para un chico trans. Lo ayuda a ser feliz”.

El chico que hoy puede sentirse como siempre quiso y ser quien es, le sugirió a que quienes estén pasando por su misma situación, que se informen. Que está en vigencia la ley. “Yo no tenía noción que existía. Le agradezco a Darío. Hoy vivo feliz. Un poco molesto por la operación pero ya estaré bien. Iré a una playa y haré lo que me gusta”.

“Lloré”

Terminó la entrevista resumiendo su sentimiento. “Lo primero que hice fue llorar cuando me desperté. Me saqué la carga. Le agradezco mucho también al doctor Moya y a los directivos del hospital que se portaron muy bien. Me trataron muy bien todos. Solo sugeriría que el personal de salud se capacite un poco más, porque hubo quien me hizo preguntas que me incomodaron y desde el desconocimiento. Pero en general, muchas gracias a todos”.

Marco legal

El 20 de agosto, Jornada publicó la entrevista a Darío Mesa, integrante del colectivo LGBT. Confirmó que este tipo de operaciones tienen un costo de unos $100 a $150 mil. Y precisó que dicha intervención cumple con la Ley 26.743, que en sus artículos 2° y 11° reza: “Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.

“Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”, agregó.

Libre desarrollo personal

Su artículo 11 habla del “Derecho al libre desarrollo personal”. Todas las personas mayores de 18 años podrán, para garantizar el goce de su salud integral, “acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”#

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22 SEP 2018 - 20:47

Lo primero que hice fue llorar cuando me desperté. Hoy vivo feliz. La masculinización del tórax es muy importante para un chico trans. No es estética. Lo ayuda a ser feliz”. Así definió a Jornada, el joven cuya cirugía fue histórica en Trelew. Bajo la ley 26.743 de Identidad y Género logró que un cirujano plástico le realice una mastectomía para extraer sus glándulas mamarias. Este diario anunció esta intervención el 20 de agosto. Un mes después, el paciente confirmó que se realizó con éxito y está en recuperación. “Hoy sí puedo decir que me siento libre”, deslizó. Es la primera operación de estas características en Chubut, en un hospital público y gratis.

Con algunas molestias lógicas del pos-operatorio pero con una sonrisa que denotó todo el tiempo el “objetivo cumplido” el joven, que hoy tiene 26 años y prefirió reservar su identidad, describió en una entrevista con Jornada cómo fue su experiencia. Confirmó que hace unos 4 años que viene luchando para conseguir la intervención quirúrgica pero por cuestiones económicas y por el difícil acceso a profesionales que realicen esta práctica en la zona, la veía cada vez más lejana. No tenía mucha información y remarcó que “yo no sabía que esta ley se podía cumplir, así, como se cumplió”.

Resaltó que incluso pensó en ir a operarse a otra provincia. “Tuve muchos días de altos y bajos. No podía, no quería ir por ejemplo, a la playa. Me quedaba encerrado en mi casa. Me deprimía y hasta pensé en el suicidio. Esto me cambió todo. Así fue mi vida cuando empecé a pensar en esta operación”, relató.

Construcción social

Confirma la frase que tantas veces se refrenda en los medios o en cada lugar en que se pregunta qué es lo que siente una persona trans: el sexo es una construcción social, nada tiene que ver con los genitales. “Yo me siento hombre desde que tengo noción. Creo, no sé, desde los 4 años. Nunca lo expresaba en mi familia. Pero ahora, pude dar este gran paso”, afirmó con soltura.

La manera de no sufrir tanto ante la discriminación, los malos tratos de la sociedad y las miradas acusadoras, fue ocultándose. Describió que “no ser nadie era lo mejor. En realidad, trataba de no formar parte de grupos. Prefería estar en espacios cerrados. Nada más que eso”.

“Se portaron muy bien”

Muchas veces la incomodidad o el destrato está dentro del mismo seno familiar. Pero en este caso, lo complicado para el joven fue el principio de su lucha. Luego, recibió todo el apoyo y el amor, especialmente de su madre, incondicional. “En mi familia costó un poco. No te voy a mentir. Que te traten de una manera cuando muchos años fue de otra, cuesta. Costó pero se fue acomodando de a poco. Se portaron muy bien conmigo”, dijo en tono de reconocimiento y halago.

El nombre

No obstante, recordó un punto en particular que lo hizo reír. “Con el nombre nomás fue el conflicto. Yo siempre estuve pensado cómo me quería llamar, pero a mi mamá no le gustó. Me pidió que elija otro nombre. Accedí”.

Ante la pregunta: ¿Qué cambió en vos a raíz de esta operación? Su respuesta fue: “Ahora me siento libre. Sí, esa es la sensación que tengo. Puedo ser libre. Puedo ser normal. Me puedo sacar una remera en la playa. Una mujer siempre se tiene que cubrir. Te digo la verdad, me sentía en un cuerpo atrapado porque yo eso no lo podía hacer. No lo hacía”.

“No es estética”

¿Qué les decís a quienes piensan que esta operación es una cuestión de estética y dudan de su importancia? “Les digo que no es para nada estético. La necesitan muchos pibes para sentirse cómodos. Otras cirugías no sé, pero la masculinización del tórax es importante para un chico trans. Lo ayuda a ser feliz”.

El chico que hoy puede sentirse como siempre quiso y ser quien es, le sugirió a que quienes estén pasando por su misma situación, que se informen. Que está en vigencia la ley. “Yo no tenía noción que existía. Le agradezco a Darío. Hoy vivo feliz. Un poco molesto por la operación pero ya estaré bien. Iré a una playa y haré lo que me gusta”.

“Lloré”

Terminó la entrevista resumiendo su sentimiento. “Lo primero que hice fue llorar cuando me desperté. Me saqué la carga. Le agradezco mucho también al doctor Moya y a los directivos del hospital que se portaron muy bien. Me trataron muy bien todos. Solo sugeriría que el personal de salud se capacite un poco más, porque hubo quien me hizo preguntas que me incomodaron y desde el desconocimiento. Pero en general, muchas gracias a todos”.

Marco legal

El 20 de agosto, Jornada publicó la entrevista a Darío Mesa, integrante del colectivo LGBT. Confirmó que este tipo de operaciones tienen un costo de unos $100 a $150 mil. Y precisó que dicha intervención cumple con la Ley 26.743, que en sus artículos 2° y 11° reza: “Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo”.

“Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales”, agregó.

Libre desarrollo personal

Su artículo 11 habla del “Derecho al libre desarrollo personal”. Todas las personas mayores de 18 años podrán, para garantizar el goce de su salud integral, “acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”#


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