Editorial / Recortados y con rosca política, mientras 37% de las mujeres jóvenes del Valle no tiene trabajo
Leé La Columna del Domingo, el tradicional análisis de la edición impresa de Jornada.
El debate político por el Presupuesto Nacional 2019 volvió a confirmar –por si hiciera falta- la intención de Mauricio Macri y del “mejor equipo de los últimos cincuenta años” que lo acompaña: quieren hacerles pagar a las provincias el costo de su brutal ajuste.
En ese contexto, el proyecto que ingresó el lunes pasado al Congreso aporta otro dato muy preocupante: uno de los impactos más severos lo sentirán las provincias patagónicas por el sablazo que pretenden hacer en las asignaciones familiares y a las jubilaciones a partir del próximo año.
Lo que el gobierno de Cambiemos quiere hacer con los jubilados patagónicos (los actuales y los que se jubilarán pronto) es simplemente demoledor. Les va a reducir diez puntos porcentuales el plus de “Zona” que se paga en la Patagonia a quienes se incorporen al beneficio. Y a los que ya cobran su haber jubilatorio con ese adicional de 40%, se los reducirá a la mitad (20%).
Y quienes superen los dos salarios mínimos, directamente no cobrarán ese diferencial. Implementar esta medida o hacerle una zancadilla a un jubilado en la calle va a tener el mismo grado de crueldad.
Arcioni hace su juego
Los movimientos que esta semana hizo el gobernador Mariano Arcioni siguen estando en la misma línea de lo que viene haciendo desde hace varias semanas: levantar el dedo contra el Gobierno nacional, criticar el ajuste y borrar con el codo los otros ajustes que él mismo permitió firmando, por ejemplo, el Pacto Fiscal que le pidió Nación.
No alcanza con decir todos los días que no le va a permitir a la Casa Rosada hacer cosas que ya hizo varias veces y, como si fuera poco, sigue haciendo. Arcioni se sigue acurrucando al calorcito de ese discurso que suena bien a los oídos de los golpeados chubutenses pero que no tiene ningún correlato con los hechos.
El gobierno de Cambiemos sigue esquilmando los bolsillos chubutenses, diga lo que diga Arcioni. Y si hubo retrocesos de Nación en algunos casos (como en el caso de las asignaciones familiares), fue por la movida que armaron algunos legisladores patagónicos y la presión de cierta dirigencia social, no porque el Gobierno del Chubut se haya presentado en la Justicia en un gesto de corrección política pero de nula relevancia política.
Arcioni está jugado a su reelección pero, por ahora, no ha conseguido muchas adhesiones de ningún sector relevante y el único apoyo que cerró para su candidatura lo obtuvo fuera de la provincia. Sergio Massa sueña con recomponer su golpeado Frente Renovador para una nueva aventura presidencial y quiere que el gobernador de Chubut sea su carta en la provincia. Ya lo ha llevado a varias reuniones como ladero de confianza: la última, un encuentro con dirigentes gremiales, muchos de los cuales se preguntaron quién era el que estaba a la izquierda del excandidato presidencial.
“Femicidio laboral”
Los distintos sectores políticos de Chubut han comenzado a reordenarse de cara a la contienda electoral de 2019. Tiene sentido porque hay muchas cosas que las actuales gestiones nacional y provincial han hecho muy mal y es necesario hacer un cambio en serio, de fondo, no discursivo como el que implementó Cambiemos.
Mientras tanto, la realidad sigue dándole cachetadas a la gente. El jueves, cuando se conocieron los resultados de la última Encuesta Permanente de Hogares del INDEC para el segundo trimestre del año, se confirmó una tendencia que venía desde la medición anterior: el desempleo no es un problema mayúsculo en la zona industrial más importante de Chubut, con cabecera en Comodoro Rivadavia; pero es un drama cada vez más amenazante en la zona del Valle, que sumados todos sus habitantes componen el aglomerado urbano más numeroso de la provincia.
El 11,7% de desempleo para Trelew-Rawson no fue una novedad. Lo realmente doloroso fueron las cifras desagregadas que informó el INDEC sobre la zona del Valle: casi el 37% de las mujeres hasta 29 años no tiene empleo. Es la tasa más alta de la Argentina en la actualidad y la más alta de la historia para esta zona de Chubut.
Peor aún: hace un año, esa cifra estaba en 21,2%. Es decir, casi que se duplicó entre 2017 y 2018.
Entre los varones jóvenes de hasta 29 años el desempleo es un problema pero tiene menor impacto que entre las mujeres: el 21,1% está desempleado. Claro que hace un año esa cifra se ubicaba en 12,7%.
Según el INDEC, en la zona de Trelew y Rawson hay al menos unas 8 mil personas desempleadas; otras 8 mil tienen un empleo precario y demandan otro para poder llegar a fin de mes; y 3 mil están subocupadas. Es decir, trabajan menos de lo que quisieran.
El informe también aporta datos sobre la precariedad laboral en todo Chubut: el empleo en “negro” trepa al 24,3%.
Casi ningún dirigente político de Chubut, y mucho menos los que ocupan cargos públicos en la actualidad, hablan de estos temas. No alcanza con criticar a Macri y Marcos Peña. Hay que ponerse el overol y pensar medidas que ayuden a paliar estos dramas socioeconómicos. La rosca política sirve para lo que vendrá. Pero estos problemas necesitan atención. Aquí y ahora.
Tampoco son muchas las organizaciones sociales que levantan la voz contra este virtual “femicidio laboral” que sufren las mujeres del Valle. En tres semanas se realizará el 33° Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew, el corazón del desempleo femenino en la Argentina, según la estadística del INDEC. ¿Casualidad o paradoja?
El debate político por el Presupuesto Nacional 2019 volvió a confirmar –por si hiciera falta- la intención de Mauricio Macri y del “mejor equipo de los últimos cincuenta años” que lo acompaña: quieren hacerles pagar a las provincias el costo de su brutal ajuste.
En ese contexto, el proyecto que ingresó el lunes pasado al Congreso aporta otro dato muy preocupante: uno de los impactos más severos lo sentirán las provincias patagónicas por el sablazo que pretenden hacer en las asignaciones familiares y a las jubilaciones a partir del próximo año.
Lo que el gobierno de Cambiemos quiere hacer con los jubilados patagónicos (los actuales y los que se jubilarán pronto) es simplemente demoledor. Les va a reducir diez puntos porcentuales el plus de “Zona” que se paga en la Patagonia a quienes se incorporen al beneficio. Y a los que ya cobran su haber jubilatorio con ese adicional de 40%, se los reducirá a la mitad (20%).
Y quienes superen los dos salarios mínimos, directamente no cobrarán ese diferencial. Implementar esta medida o hacerle una zancadilla a un jubilado en la calle va a tener el mismo grado de crueldad.
Arcioni hace su juego
Los movimientos que esta semana hizo el gobernador Mariano Arcioni siguen estando en la misma línea de lo que viene haciendo desde hace varias semanas: levantar el dedo contra el Gobierno nacional, criticar el ajuste y borrar con el codo los otros ajustes que él mismo permitió firmando, por ejemplo, el Pacto Fiscal que le pidió Nación.
No alcanza con decir todos los días que no le va a permitir a la Casa Rosada hacer cosas que ya hizo varias veces y, como si fuera poco, sigue haciendo. Arcioni se sigue acurrucando al calorcito de ese discurso que suena bien a los oídos de los golpeados chubutenses pero que no tiene ningún correlato con los hechos.
El gobierno de Cambiemos sigue esquilmando los bolsillos chubutenses, diga lo que diga Arcioni. Y si hubo retrocesos de Nación en algunos casos (como en el caso de las asignaciones familiares), fue por la movida que armaron algunos legisladores patagónicos y la presión de cierta dirigencia social, no porque el Gobierno del Chubut se haya presentado en la Justicia en un gesto de corrección política pero de nula relevancia política.
Arcioni está jugado a su reelección pero, por ahora, no ha conseguido muchas adhesiones de ningún sector relevante y el único apoyo que cerró para su candidatura lo obtuvo fuera de la provincia. Sergio Massa sueña con recomponer su golpeado Frente Renovador para una nueva aventura presidencial y quiere que el gobernador de Chubut sea su carta en la provincia. Ya lo ha llevado a varias reuniones como ladero de confianza: la última, un encuentro con dirigentes gremiales, muchos de los cuales se preguntaron quién era el que estaba a la izquierda del excandidato presidencial.
“Femicidio laboral”
Los distintos sectores políticos de Chubut han comenzado a reordenarse de cara a la contienda electoral de 2019. Tiene sentido porque hay muchas cosas que las actuales gestiones nacional y provincial han hecho muy mal y es necesario hacer un cambio en serio, de fondo, no discursivo como el que implementó Cambiemos.
Mientras tanto, la realidad sigue dándole cachetadas a la gente. El jueves, cuando se conocieron los resultados de la última Encuesta Permanente de Hogares del INDEC para el segundo trimestre del año, se confirmó una tendencia que venía desde la medición anterior: el desempleo no es un problema mayúsculo en la zona industrial más importante de Chubut, con cabecera en Comodoro Rivadavia; pero es un drama cada vez más amenazante en la zona del Valle, que sumados todos sus habitantes componen el aglomerado urbano más numeroso de la provincia.
El 11,7% de desempleo para Trelew-Rawson no fue una novedad. Lo realmente doloroso fueron las cifras desagregadas que informó el INDEC sobre la zona del Valle: casi el 37% de las mujeres hasta 29 años no tiene empleo. Es la tasa más alta de la Argentina en la actualidad y la más alta de la historia para esta zona de Chubut.
Peor aún: hace un año, esa cifra estaba en 21,2%. Es decir, casi que se duplicó entre 2017 y 2018.
Entre los varones jóvenes de hasta 29 años el desempleo es un problema pero tiene menor impacto que entre las mujeres: el 21,1% está desempleado. Claro que hace un año esa cifra se ubicaba en 12,7%.
Según el INDEC, en la zona de Trelew y Rawson hay al menos unas 8 mil personas desempleadas; otras 8 mil tienen un empleo precario y demandan otro para poder llegar a fin de mes; y 3 mil están subocupadas. Es decir, trabajan menos de lo que quisieran.
El informe también aporta datos sobre la precariedad laboral en todo Chubut: el empleo en “negro” trepa al 24,3%.
Casi ningún dirigente político de Chubut, y mucho menos los que ocupan cargos públicos en la actualidad, hablan de estos temas. No alcanza con criticar a Macri y Marcos Peña. Hay que ponerse el overol y pensar medidas que ayuden a paliar estos dramas socioeconómicos. La rosca política sirve para lo que vendrá. Pero estos problemas necesitan atención. Aquí y ahora.
Tampoco son muchas las organizaciones sociales que levantan la voz contra este virtual “femicidio laboral” que sufren las mujeres del Valle. En tres semanas se realizará el 33° Encuentro Nacional de Mujeres en Trelew, el corazón del desempleo femenino en la Argentina, según la estadística del INDEC. ¿Casualidad o paradoja?