Caminante chubutense inicia etapa internacional de su viaje

El jagüelero recorrió todas las provincias argentinas y se disponía hoy a ingresar en Bolivia. Su objetivo es llegar hasta Alaska.

24 SEP 2018 - 21:05 | Actualizado

El viaje empezó en la bahía de Lapataia, en Tierra del Fuego y continuó por todo el país, visitando cada capital de provincia para después ir por el continente.

A Martín Echegaray Davies el campo le quedó chico. Jagüelero de oficio pero aventurero por determinación, un día decidió caminar por el mundo. Impulsado por la historia de los pioneros galeses, una de sus primeras travesías importantes estuvo relacionada con la geografía del valle para recrear aquella primaria caminata entre la Bahía Nueva y el río Chubut, en busca de agua dulce.

Pero este hombre que ha transitado seis décadas de vida y que es oriundo de Trelew, dejó los molinos y los pozos de campo para animarse a más y hace poco menos de un año completó una vuelta a la provincia siguiendo los pasos de Jorge Luis Fontana y sus rifleros.

Y desde hace meses se ha impuesto un desafío mayúsculo. Llegar hasta Alaska caminando y, tras recorrer todas las provincias argentinas, este lunes se disponía a ingresar en Bolivia y así iniciar el periplo internacional del viaje.

La travesía se inició el 31 de octubre del año pasado y cuando pasó por el Valle Inferior del Río Chubut contó a Jornada que “la idea es unir Ushuaia con Alaska, pero previo a esto pasar por las 23 capitales de provincia. Ya hice Ushuaia, Río Gallegos, Rawson y ahora voy para Viedma, de ahí a Neuquén, Santa Rosa y La Plata. Después subo por el litoral y bajo de nuevo hasta Mendoza para subir por la cordillera hasta salir en La Quiaca”, contó el aventurero en enero de este año, pero esa parte del periplo ya se concretó.

De aquí en más el objetivo tendrá otro perfil, ya que Martín buscará la ruta más corta hacia Alaska, en una travesía que llevará algo más de tres años.

Con un “carricatre” como soporte de viaje, al cual comparó con un hotel 5 estrellas, la caminata diaria le ha permitido dar a conocer la zona y también conocer personas en toda la geografía argentina. En el carro lleva su ropa, una colchoneta, una bolsa de dormir, carpa, frazadas si hace más frío, una lona, todo lo comestible, ollas, sartenes, y todo lo necesario para concretar ese viaje.

Las más leídas

24 SEP 2018 - 21:05

El viaje empezó en la bahía de Lapataia, en Tierra del Fuego y continuó por todo el país, visitando cada capital de provincia para después ir por el continente.

A Martín Echegaray Davies el campo le quedó chico. Jagüelero de oficio pero aventurero por determinación, un día decidió caminar por el mundo. Impulsado por la historia de los pioneros galeses, una de sus primeras travesías importantes estuvo relacionada con la geografía del valle para recrear aquella primaria caminata entre la Bahía Nueva y el río Chubut, en busca de agua dulce.

Pero este hombre que ha transitado seis décadas de vida y que es oriundo de Trelew, dejó los molinos y los pozos de campo para animarse a más y hace poco menos de un año completó una vuelta a la provincia siguiendo los pasos de Jorge Luis Fontana y sus rifleros.

Y desde hace meses se ha impuesto un desafío mayúsculo. Llegar hasta Alaska caminando y, tras recorrer todas las provincias argentinas, este lunes se disponía a ingresar en Bolivia y así iniciar el periplo internacional del viaje.

La travesía se inició el 31 de octubre del año pasado y cuando pasó por el Valle Inferior del Río Chubut contó a Jornada que “la idea es unir Ushuaia con Alaska, pero previo a esto pasar por las 23 capitales de provincia. Ya hice Ushuaia, Río Gallegos, Rawson y ahora voy para Viedma, de ahí a Neuquén, Santa Rosa y La Plata. Después subo por el litoral y bajo de nuevo hasta Mendoza para subir por la cordillera hasta salir en La Quiaca”, contó el aventurero en enero de este año, pero esa parte del periplo ya se concretó.

De aquí en más el objetivo tendrá otro perfil, ya que Martín buscará la ruta más corta hacia Alaska, en una travesía que llevará algo más de tres años.

Con un “carricatre” como soporte de viaje, al cual comparó con un hotel 5 estrellas, la caminata diaria le ha permitido dar a conocer la zona y también conocer personas en toda la geografía argentina. En el carro lleva su ropa, una colchoneta, una bolsa de dormir, carpa, frazadas si hace más frío, una lona, todo lo comestible, ollas, sartenes, y todo lo necesario para concretar ese viaje.


NOTICIAS RELACIONADAS