Papelón en Punta Tombo durante el fin de semana por falta de guías

Por las restricciones y las faltas de guías hubo turistas que tuvieron que esperar varias horas a la intemperie, sin poder ingresar a la reserva. La confitería estaba cerrada y algunos decidieron volver al Valle y Madryn.

26 SEP 2012 - 22:40 | Actualizado

Un verdadero papelón se vivió el último fin de semana en Punta Tombo, donde cientos de turistas tuvieron que esperar por horas para ver los pingüinos, mientras que otros decidieron regresar a la zona del valle y Puerto Madryn.
La reserva de pingüinos tuvo una importante convocatoria de turistas de la región durante el fin de semana, pero las restricciones para ingresar a los senderos y la falta de personal para atender la demanda, habrían generado demoras excesivas y mal humor en los visitantes.
Una vecina relató a FM Tiempo de Puerto Madryn (99.1) la situación que tuvieron que vivir en la reserva durante el fin de semana, cuando con chicos pequeños debieron realizar una cola de más de dos horas hasta que finalmente desistieron de visitar los senderos y se volvieron, debido a las condiciones climáticas y lo absurdo del sistema que se ha implementado en el lugar.
Silvia López relató que el domingo viajó con sus hijos y sus nietos hasta la reserva de pingüinos, donde se encontraron con una “impresionante” cantidad de gente de la región que había llegado para recorrer la pingüinera. Después de estacionar el auto en la zona delimitada para tal fin debieron realizar una cola para pagar la entrada al lugar y desde allí se observaba “una cola en forma de caracol en la zona del centro de interpretación”, que la vecina interpretó como un grupo de turistas que quería ver esas instalaciones.
Cola

Al llegar al lugar donde estaba la gente se enteraron de que en realidad, esa cola era para poder subirse a un vehículo utilitario que cubre la distancia entre el centro de interpretación y el inicio de los senderos (poco más de 200 metros) y que sería la única alternativa habilitada para poder ver los pingüinos, ya que no estaría permitido el ingreso de particulares directamente al lugar desde el cual se inicia la excursión con los guardafaunas.
Silvia contó que si bien el día estaba soleado, hacía frío y sus nietos empezaron a sentir las inclemencias, ya que la espera debía realizarse al aire libre y para colmo la confitería que se construyó junto al Centro de Interpretación se encontraba cerrada en pleno fin de semana largo.
“Todos sabemos que no podemos entrar 500 turistas juntos a los senderos, está buena la preservación pero tampoco es para volverse paranoicos, no se entiende por qué no juntan a la gente en grupos de 10 o 20 personas, le explican qué cosas pueden hacer dentro de la pingüinera y qué cosas no”.
En perjuicio de la situación que vivieron los turistas que fueron por sus propios medios hasta Punta Tombo, Silvia relató que los colectivos y combis de las agencias de turismo llegaban con los contingentes hasta el viejo estacionamiento y los grupos bajaban con sus guías e ingresaban al lugar” generando lo que la vecina entiende es “un trato discriminatorio”.
Sin visita

La vecina contó cómo finalmente, después de más de dos horas de esperar a la intemperie, decidieron con su familia volver a Puerto Madryn, ya que no tenían certezas de cuánto tiempo pasaría hasta que pudieran subir a uno de los vehículos que cubre una distancia de poco más de 200 metros hasta los senderos.
Silvia dijo que “en la cola había mas o menos 400 personas, muchos eran mayores, también chicos, que empezaron a tener frío y hambre y para colmo la confitería estaba cerrada”.
La mujer lamentó lo ocurrido, teniendo en cuenta que el destino Punta Tombo, al igual que otros destinos de Chubut, son promocionados en distintas partes del país. “Yo no hago este comentario de mala onda, yo quiero que la gente siga viniendo, pero hagamos las cosas bien”, dijo la oyente y agregó que “los fines de semana largos no se puede improvisar, ya se sabe que es una avalancha de gente”.#

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26 SEP 2012 - 22:40

Un verdadero papelón se vivió el último fin de semana en Punta Tombo, donde cientos de turistas tuvieron que esperar por horas para ver los pingüinos, mientras que otros decidieron regresar a la zona del valle y Puerto Madryn.
La reserva de pingüinos tuvo una importante convocatoria de turistas de la región durante el fin de semana, pero las restricciones para ingresar a los senderos y la falta de personal para atender la demanda, habrían generado demoras excesivas y mal humor en los visitantes.
Una vecina relató a FM Tiempo de Puerto Madryn (99.1) la situación que tuvieron que vivir en la reserva durante el fin de semana, cuando con chicos pequeños debieron realizar una cola de más de dos horas hasta que finalmente desistieron de visitar los senderos y se volvieron, debido a las condiciones climáticas y lo absurdo del sistema que se ha implementado en el lugar.
Silvia López relató que el domingo viajó con sus hijos y sus nietos hasta la reserva de pingüinos, donde se encontraron con una “impresionante” cantidad de gente de la región que había llegado para recorrer la pingüinera. Después de estacionar el auto en la zona delimitada para tal fin debieron realizar una cola para pagar la entrada al lugar y desde allí se observaba “una cola en forma de caracol en la zona del centro de interpretación”, que la vecina interpretó como un grupo de turistas que quería ver esas instalaciones.
Cola

Al llegar al lugar donde estaba la gente se enteraron de que en realidad, esa cola era para poder subirse a un vehículo utilitario que cubre la distancia entre el centro de interpretación y el inicio de los senderos (poco más de 200 metros) y que sería la única alternativa habilitada para poder ver los pingüinos, ya que no estaría permitido el ingreso de particulares directamente al lugar desde el cual se inicia la excursión con los guardafaunas.
Silvia contó que si bien el día estaba soleado, hacía frío y sus nietos empezaron a sentir las inclemencias, ya que la espera debía realizarse al aire libre y para colmo la confitería que se construyó junto al Centro de Interpretación se encontraba cerrada en pleno fin de semana largo.
“Todos sabemos que no podemos entrar 500 turistas juntos a los senderos, está buena la preservación pero tampoco es para volverse paranoicos, no se entiende por qué no juntan a la gente en grupos de 10 o 20 personas, le explican qué cosas pueden hacer dentro de la pingüinera y qué cosas no”.
En perjuicio de la situación que vivieron los turistas que fueron por sus propios medios hasta Punta Tombo, Silvia relató que los colectivos y combis de las agencias de turismo llegaban con los contingentes hasta el viejo estacionamiento y los grupos bajaban con sus guías e ingresaban al lugar” generando lo que la vecina entiende es “un trato discriminatorio”.
Sin visita

La vecina contó cómo finalmente, después de más de dos horas de esperar a la intemperie, decidieron con su familia volver a Puerto Madryn, ya que no tenían certezas de cuánto tiempo pasaría hasta que pudieran subir a uno de los vehículos que cubre una distancia de poco más de 200 metros hasta los senderos.
Silvia dijo que “en la cola había mas o menos 400 personas, muchos eran mayores, también chicos, que empezaron a tener frío y hambre y para colmo la confitería estaba cerrada”.
La mujer lamentó lo ocurrido, teniendo en cuenta que el destino Punta Tombo, al igual que otros destinos de Chubut, son promocionados en distintas partes del país. “Yo no hago este comentario de mala onda, yo quiero que la gente siga viniendo, pero hagamos las cosas bien”, dijo la oyente y agregó que “los fines de semana largos no se puede improvisar, ya se sabe que es una avalancha de gente”.#


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