El Mercosur sumó a Bolivia y avanza

La XLIV Reunión que culminó en Brasilia sumó a la patria de Evo y refleja la decisión de los países de la región de consolidar la integración.

09 DIC 2012 - 15:08 | Actualizado

En un contexto en el que resalta la recesión en la que finalmente cayó la Eurozona al acumular dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo, las economías de los países que integran el Mercado Común del Sur siguen marcando números positivos -sin la fuerza de los años anteriores pero positivos al fin- y se posicionan de cara al 2013 con la explicita decisión de profundizar las políticas de integración y de fortalecimiento de los mercados internos.

La Argentina concurrió a las discusiones que se llevaron a cabo en el Palacio Itamaraty, con una nutrida delegación, inédita en los últimos tiempos, integrada por funcionarios ministeriales de primera línea, con cinco ministros, cuatro de ellos vinculados a la economía y la producción, y varios secretarios de Estado.

Esta presencia marcó claramente la importancia que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le da al bloque regional, tal como lo hizo el ex presidente Néstor Kirchner, quien reflotó un Mercosur casi inactivo y sin objetivos de mayor integración que la que tenía entonces.

Además viajaron una importante cantidad de dirigentes políticos, empresarios, sociales y estudiantiles, que tuvieron presencia en los distintos foros de debate que se realizaron en torno a la Cumbre.

El Mercosur demostró así que no sólo la unión política y comercial es fundamental para el fortalecimiento del bloque, sino que también el abordaje de las problemáticas empresarias, sociales y juveniles resultan vitales para la integración regional.

Los ministros de Economía y los presidentes de bancos centrales no ocultaron su satisfacción por los resultados que cada país mostró en el encuentro que mantuvieron el jueves por la tarde, previo a la reunión de presidentes.

Allí los funcionarios exhibieron las cifras de sus economías, con importantes avances en materia de actividad industrial y agropecuaria, en creación de empleo, en redistribución de la riqueza y en reducción de la pobreza.

Los jefes de Estado del Mercosur coronaron ese optimismo que se cierne sobre América del Sur en los últimos nueve años, a partir de políticas estructurales de crecimiento económico con inclusión social, con el anuncio de aceptar discutir un acuerdo comercial con la Unión Europea, pero sin otorgar las tradicionales concesiones que debilitaban las industrias locales y amenazaban las fuentes de empleo.

En esta oportunidad se dejó en claro que el Mercosur firmará sólo un acuerdo que signifique verdaderos beneficios para sus economías y, sobre todo, para sus pueblos.

El debut de Venezuela en el Mercosur como miembro pleno mostró un bloque con un enorme potencial en producción industrial, agrícola y energética.

También una unión de naciones con un crecimiento económico promedio superior al de los países desarrollados, lo mismo que sus niveles de desempleo y de pobreza, mejores que los de la Unión Europea y los Estados Unidos.

La satisfacción y el optimismo que reinaron en esta cumbre estuvieron fuertemente vinculados a que una vez más, como sucedió en 2008, la región aguantó el cimbronazo de la crisis del mundo desarrollado.

Todos volvieron a recordar aquella premisa de los `90 que decía que cuando el mundo se resfriaba a Latinoamérica le daba una pulmonía.

Y coincidieron que nuevamente ahora el mundo está engripado y Latinoamérica apenas estornuda.

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09 DIC 2012 - 15:08

En un contexto en el que resalta la recesión en la que finalmente cayó la Eurozona al acumular dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo, las economías de los países que integran el Mercado Común del Sur siguen marcando números positivos -sin la fuerza de los años anteriores pero positivos al fin- y se posicionan de cara al 2013 con la explicita decisión de profundizar las políticas de integración y de fortalecimiento de los mercados internos.

La Argentina concurrió a las discusiones que se llevaron a cabo en el Palacio Itamaraty, con una nutrida delegación, inédita en los últimos tiempos, integrada por funcionarios ministeriales de primera línea, con cinco ministros, cuatro de ellos vinculados a la economía y la producción, y varios secretarios de Estado.

Esta presencia marcó claramente la importancia que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le da al bloque regional, tal como lo hizo el ex presidente Néstor Kirchner, quien reflotó un Mercosur casi inactivo y sin objetivos de mayor integración que la que tenía entonces.

Además viajaron una importante cantidad de dirigentes políticos, empresarios, sociales y estudiantiles, que tuvieron presencia en los distintos foros de debate que se realizaron en torno a la Cumbre.

El Mercosur demostró así que no sólo la unión política y comercial es fundamental para el fortalecimiento del bloque, sino que también el abordaje de las problemáticas empresarias, sociales y juveniles resultan vitales para la integración regional.

Los ministros de Economía y los presidentes de bancos centrales no ocultaron su satisfacción por los resultados que cada país mostró en el encuentro que mantuvieron el jueves por la tarde, previo a la reunión de presidentes.

Allí los funcionarios exhibieron las cifras de sus economías, con importantes avances en materia de actividad industrial y agropecuaria, en creación de empleo, en redistribución de la riqueza y en reducción de la pobreza.

Los jefes de Estado del Mercosur coronaron ese optimismo que se cierne sobre América del Sur en los últimos nueve años, a partir de políticas estructurales de crecimiento económico con inclusión social, con el anuncio de aceptar discutir un acuerdo comercial con la Unión Europea, pero sin otorgar las tradicionales concesiones que debilitaban las industrias locales y amenazaban las fuentes de empleo.

En esta oportunidad se dejó en claro que el Mercosur firmará sólo un acuerdo que signifique verdaderos beneficios para sus economías y, sobre todo, para sus pueblos.

El debut de Venezuela en el Mercosur como miembro pleno mostró un bloque con un enorme potencial en producción industrial, agrícola y energética.

También una unión de naciones con un crecimiento económico promedio superior al de los países desarrollados, lo mismo que sus niveles de desempleo y de pobreza, mejores que los de la Unión Europea y los Estados Unidos.

La satisfacción y el optimismo que reinaron en esta cumbre estuvieron fuertemente vinculados a que una vez más, como sucedió en 2008, la región aguantó el cimbronazo de la crisis del mundo desarrollado.

Todos volvieron a recordar aquella premisa de los `90 que decía que cuando el mundo se resfriaba a Latinoamérica le daba una pulmonía.

Y coincidieron que nuevamente ahora el mundo está engripado y Latinoamérica apenas estornuda.


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