¿Barack Obama se inclina al progresismo?

El presidente de Estados Unidos atacará el desempleo, demandará una profunda reforma migratoria y exigirá un mayor control de armas al ofrecer mañana lo que ya se califica como su discurso anual sobre el Estado más ambicioso y progresista.

11 FEB 2013 - 13:06 | Actualizado

El discurso de su segunda investidura presidencial fue "el último de su campaña por la reelección" y el de este martes será realmente "el primero" de su nuevo mandato, dijo William Galston, analista del centro de estudios Brookings y ex asesor del ex presidente Bill Clinton, según la agencia de noticias EFE.

El discurso del Estado de la Unión en Estados Unidos no sólo es una obligación constitucional del presidente, es también una tradición muy arraigada en el país, que espera todos los años escuchar a su mandatario dirigirse al Congreso con sus planes de gobierno, sus demandas y su visión de la nación.

"Voy a hablar de asegurarnos de que estamos enfocados en la creación de empleo en Estados Unidos", adelantó Obama el pasado jueves en Leesburg (Virginia) en una reunión de congresistas demócratas.

Eso se traducirá en dar prioridad a la educación para que "todos los jóvenes estén equipados con las habilidades que necesitan para competir", así como tener "una agenda energética que nos haga menos dependientes del petróleo extranjero" con el desarrollo de las energías limpias, agregó.

"Quiero hacer algo grande para dar seguridad y estabilidad a la economía y a las familias estadounidenses", destacó el presidente.

Analistas creen que es muy probable que en este mensaje regresen "a un primer plano" políticas relacionadas con el cambio climático, la inmigración y los derechos civiles, en particular de los homosexuales, que fueron "marginadas" en anteriores intervenciones de Obama.

Cuando fue investido por segunda ocasión, el pasado 21 de enero, Obama pidió a sus compatriotas unidad y acción para avanzar en asuntos como la inmigración, el control de las armas y el cambio climático.

Concretamente, en esa ocasión se convirtió en el primer presidente estadounidense que usó la palabra "gay" en un discurso de investidura, al defender que los homosexuales sean tratados como cualquier otra persona por la ley.

El crecimiento económico tras la grave crisis de 2008 "es una prioridad", dijo la semana pasada Obama, quien además subrayó que la reforma migratoria "es crucial", al igual que "no rehuir" la adopción de medidas "de sentido común" para un mayor control de las armas en el país.

Aunque las cuestiones nacionales dominarán en su intervención, Obama aprovechará también la oportunidad para marcar sus prioridades en política exterior, después de haber prometido en su investidura "coraje" para resolver mediante la diplomacia las diferencias con otros países.

Con el conflicto sirio a punto de cumplir dos años, recientemente se conoció que Obama rechazó en 2012 un plan para armar a la oposición apoyado entre otros por Hillary Clinton, su ex secretaria de Estado, y el saliente jefe del Pentágono, Leon Panetta.

Las tensiones con Irán por su programa nuclear siguen abiertas, con llamados a la negociación de ambas partes pero con pocos avances, mientras la Casa Blanca anunció que en los próximos meses Obama hará su primera visita a Israel y los territorios palestinos desde que es presidente.

Una vez más, Latinoamérica, la gran olvidada del discurso de Obama el año pasado, seguiría sin entrar entre las prioridades del primer presidente negro que ocupa la Casa Blanca.

Según un análisis del Washington Post, el de mañana puede ser el discurso sobre el Estado de la Unión más importante para Obama porque ya no está condicionado por el legado del gobierno anterior, el del republicano George W. Bush, ni por la proximidad de unas elecciones.

Si Obama suaviza el tono "batallador" del día de su investidura y ofrece "un verdadero diálogo" con la oposición, su discurso de este martes podría marcar el inicio de un segundo mandato "exitoso", vaticinó Galston.

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11 FEB 2013 - 13:06

El discurso de su segunda investidura presidencial fue "el último de su campaña por la reelección" y el de este martes será realmente "el primero" de su nuevo mandato, dijo William Galston, analista del centro de estudios Brookings y ex asesor del ex presidente Bill Clinton, según la agencia de noticias EFE.

El discurso del Estado de la Unión en Estados Unidos no sólo es una obligación constitucional del presidente, es también una tradición muy arraigada en el país, que espera todos los años escuchar a su mandatario dirigirse al Congreso con sus planes de gobierno, sus demandas y su visión de la nación.

"Voy a hablar de asegurarnos de que estamos enfocados en la creación de empleo en Estados Unidos", adelantó Obama el pasado jueves en Leesburg (Virginia) en una reunión de congresistas demócratas.

Eso se traducirá en dar prioridad a la educación para que "todos los jóvenes estén equipados con las habilidades que necesitan para competir", así como tener "una agenda energética que nos haga menos dependientes del petróleo extranjero" con el desarrollo de las energías limpias, agregó.

"Quiero hacer algo grande para dar seguridad y estabilidad a la economía y a las familias estadounidenses", destacó el presidente.

Analistas creen que es muy probable que en este mensaje regresen "a un primer plano" políticas relacionadas con el cambio climático, la inmigración y los derechos civiles, en particular de los homosexuales, que fueron "marginadas" en anteriores intervenciones de Obama.

Cuando fue investido por segunda ocasión, el pasado 21 de enero, Obama pidió a sus compatriotas unidad y acción para avanzar en asuntos como la inmigración, el control de las armas y el cambio climático.

Concretamente, en esa ocasión se convirtió en el primer presidente estadounidense que usó la palabra "gay" en un discurso de investidura, al defender que los homosexuales sean tratados como cualquier otra persona por la ley.

El crecimiento económico tras la grave crisis de 2008 "es una prioridad", dijo la semana pasada Obama, quien además subrayó que la reforma migratoria "es crucial", al igual que "no rehuir" la adopción de medidas "de sentido común" para un mayor control de las armas en el país.

Aunque las cuestiones nacionales dominarán en su intervención, Obama aprovechará también la oportunidad para marcar sus prioridades en política exterior, después de haber prometido en su investidura "coraje" para resolver mediante la diplomacia las diferencias con otros países.

Con el conflicto sirio a punto de cumplir dos años, recientemente se conoció que Obama rechazó en 2012 un plan para armar a la oposición apoyado entre otros por Hillary Clinton, su ex secretaria de Estado, y el saliente jefe del Pentágono, Leon Panetta.

Las tensiones con Irán por su programa nuclear siguen abiertas, con llamados a la negociación de ambas partes pero con pocos avances, mientras la Casa Blanca anunció que en los próximos meses Obama hará su primera visita a Israel y los territorios palestinos desde que es presidente.

Una vez más, Latinoamérica, la gran olvidada del discurso de Obama el año pasado, seguiría sin entrar entre las prioridades del primer presidente negro que ocupa la Casa Blanca.

Según un análisis del Washington Post, el de mañana puede ser el discurso sobre el Estado de la Unión más importante para Obama porque ya no está condicionado por el legado del gobierno anterior, el del republicano George W. Bush, ni por la proximidad de unas elecciones.

Si Obama suaviza el tono "batallador" del día de su investidura y ofrece "un verdadero diálogo" con la oposición, su discurso de este martes podría marcar el inicio de un segundo mandato "exitoso", vaticinó Galston.


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