Abuso en la Seccional Segunda: otros dos policías confesaron su participación en el hecho

Son un médico y un agente de esa comisaría de Trelew. El juicio empezaba ayer pero se postergó hasta el jueves. Hay otros 5 acusados. Los acusan de apremios ilegales y vejámenes contra un joven que estuvo detenido.

04 MAR 2013 - 22:51 | Actualizado

El juicio en el que se juzgará a un grupo de policías por abuso sexual y apremios ilegales en perjuicio de un menor, episodio ocurrido el 18 de enero de 2012, se suspendió 72 horas. Es que los defensores de dos de los imputados pidieron ingresar a la instancia de “juicio abreviado”.

De esta forma, el policía Adolfo Carballo y el médico policial Norberto Zaghis se sumarán a Mario Bevacqua, el efectivo que confesó ante el juez José García haber participado de los hechos. Bevacqua fue condenado a tres años de prisión en suspenso y 6 años de inhabilitación en cargos públicos. La nueva fecha fijada para el debate es el jueves 7 a las 9. Y la audiencia para el juicio abreviado de Carballo y Zaghis se dispuso para mañana a las 7.

El escrito por el cual solicitan la suspensión del debate y exponen sus fundamentos ante el director de la Oficina Judicial, Walter Flammia, fue firmado por los abogados Patricio Romero, Romano Cominetti (defensores), Sergio Rey (querellante) y el fiscal general Arnaldo Maza. Flammia respondió confirmando las fechas. Intervendrá el juez penal Alberto García.

Así quedarían cinco involucrados que serán sometidos a juicio oral y público: se trata de los efectivos Aníbal Muñoz, Carlos Treuquil, Carlos Pato, Sergio Castillo y Hugo Ortiz, acusados de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido por dos o más personas y por personal perteneciente a las fuerzas policiales en ocasión de sus funciones en concurso ideal con tortura; en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia; en concurso real con vejaciones.

Jornada accedió al acta del jueves 28 de febrero, con la declaración de Mario Gabriel Bevacqua ante el juez García. Estuvieron presentes ese día los fiscales María Tolomei, Arnaldo Maza y Enrique Kaltenmeier; el defensor particular fue el abogado Gustavo Latorre. La audiencia fue presenciada por los padres de la víctima: Fernando Almonacid y Estela Alvarado.

Según el acta, Bevacqua “se hace cargo de la participación en los hechos cual lo ha relatado el Ministerio Público Fiscal y reconoce la autoría en los hechos imputados. Sin perjuicio de lo expresado señala su deseo de exponer los detalles de su participación en el hecho adentrándose en el relato de lo ocurrido el día del hecho”, dice el texto.

Según el testimonio clave, “manifiesta que él conducía el móvil policial y que aprehendida la víctima, al llegar a la comisaría fue entregada por su compañero Ortiz a otros funcionarios, luego de lo cual se dirigió a la cuadra (lugar de descanso existente en el interior de la comisaría a la espera de novedades que hagan necesaria la presencia policial) donde preparó mates para tomar.

Así las cosas, oyó griterío, luego de lo cual pudo divisar el ingreso de una joven que fue esposada, la cual se encontraba muy alterada. La joven al pasar ante su presencia “increpó al declarante”, revela.

Bevacqua recordó que se fue de la comisaría a trasladar otros empleados policiales y al regresar a la dependencia “notó que había un estado de ánimo caldeado”. No se ocupó de averiguar a qué se debía “porque no le incumbía y porque por otra parte, su jerarquía no se lo permitía. Señala que no conoce más acerca de lo imputado por Fiscalía”, manifiesta.

Asimismo, el texto señala que “al ser interrogado respecto al reconocimiento de la golpiza al menor al momento de la detención, el imputado indica que reconoce haber participado en los hechos que se le han imputado”. Y ante la pregunta de “cuánto tiempo permaneció en la cuadra”, respondió “unos 30 o 40 minutos”. Tras la declaración, la querella solicitó que se aplique la prohibición de acercamiento del imputado a la víctima y sus familiares.“La conciencia los hizo hablar”“Mi hijo se quiso suicidar tres veces. Está en tratamiento psicológico y la luchamos todos los días”. Con lágrimas y voz quebrada, Fernando Almonacid, padre del joven presuntamente abusado, exigió justicia. Junto con su esposa, desde temprano esperaron sentados en un banco del sexto de Tribunales. Aguardaban que llegue al fin el día en que se sepa “qué pasó” aquel 18 de enero de 2012 que cambió sus vidas.

El esfuerzo por salir adelante y lo triste de la situación que les tocó vivir como padres fueron expresados por Fernando como pudo. Las largas horas en Tribunales y la lucha incansable por conseguir justicia parece que están dando sus frutos.

Opinó de la confesión del policía Mario Bevacqua, que en juicio abreviado fue condenado a 3 años de prisión en suspenso. “Fue importante ese testimonio porque dio un giro tremendo. Él se hace cargo de la golpiza, lo sacaron del patio de mi casa sin ningún motivo. Nosotros siempre vinimos con la verdad”, dijo Fernando.

El padre no se cansa de decir que “esos policías que le hicieron eso a mi hijo lo tienen que pagar. La Policía no puede actuar de esa manera. Es muy importante que salga a la luz, esto no tiene que pasar nunca más. Se va a llegar a la verdad. Esperamos más de un año para que hablen. Con mi señora siempre decimos que primero está la justicia de Dios, pero el remordimiento de conciencia yo calculo que los llevó a hablar. Sé que todos los policías tienen familia y no tienen la culpa”, valoró.

Almonacid contó que su hijo “está en tratamiento con el psicólogo. Estamos luchando todos los días. Tiene una criatura de 5 meses porque fue papá, por ahí anda alegre y por ahí, triste. El año pasado luchamos porque se quiso quitar la vida tres veces”.

“Es continua la lucha, todos los días luchamos para que salga, no se va a borrar fácilmente el daño que le hicieron, lo vamos a comprobar en el juicio porque mi hijo dijo la verdad. Mi hijo tuvo valentía tremenda para hablar”, sostuvo cerrando los ojos y dándose fuerzas para continuar con el relato.

“A pesar de que cumplió 17 años aún es una criatura. No tenía justificación de por qué se lo llevaron. Inventaron una pelea que jamás existió, hay un video que lo ratifica. Estos policías no tienen perdón de Dios”.

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04 MAR 2013 - 22:51

El juicio en el que se juzgará a un grupo de policías por abuso sexual y apremios ilegales en perjuicio de un menor, episodio ocurrido el 18 de enero de 2012, se suspendió 72 horas. Es que los defensores de dos de los imputados pidieron ingresar a la instancia de “juicio abreviado”.

De esta forma, el policía Adolfo Carballo y el médico policial Norberto Zaghis se sumarán a Mario Bevacqua, el efectivo que confesó ante el juez José García haber participado de los hechos. Bevacqua fue condenado a tres años de prisión en suspenso y 6 años de inhabilitación en cargos públicos. La nueva fecha fijada para el debate es el jueves 7 a las 9. Y la audiencia para el juicio abreviado de Carballo y Zaghis se dispuso para mañana a las 7.

El escrito por el cual solicitan la suspensión del debate y exponen sus fundamentos ante el director de la Oficina Judicial, Walter Flammia, fue firmado por los abogados Patricio Romero, Romano Cominetti (defensores), Sergio Rey (querellante) y el fiscal general Arnaldo Maza. Flammia respondió confirmando las fechas. Intervendrá el juez penal Alberto García.

Así quedarían cinco involucrados que serán sometidos a juicio oral y público: se trata de los efectivos Aníbal Muñoz, Carlos Treuquil, Carlos Pato, Sergio Castillo y Hugo Ortiz, acusados de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido por dos o más personas y por personal perteneciente a las fuerzas policiales en ocasión de sus funciones en concurso ideal con tortura; en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia; en concurso real con vejaciones.

Jornada accedió al acta del jueves 28 de febrero, con la declaración de Mario Gabriel Bevacqua ante el juez García. Estuvieron presentes ese día los fiscales María Tolomei, Arnaldo Maza y Enrique Kaltenmeier; el defensor particular fue el abogado Gustavo Latorre. La audiencia fue presenciada por los padres de la víctima: Fernando Almonacid y Estela Alvarado.

Según el acta, Bevacqua “se hace cargo de la participación en los hechos cual lo ha relatado el Ministerio Público Fiscal y reconoce la autoría en los hechos imputados. Sin perjuicio de lo expresado señala su deseo de exponer los detalles de su participación en el hecho adentrándose en el relato de lo ocurrido el día del hecho”, dice el texto.

Según el testimonio clave, “manifiesta que él conducía el móvil policial y que aprehendida la víctima, al llegar a la comisaría fue entregada por su compañero Ortiz a otros funcionarios, luego de lo cual se dirigió a la cuadra (lugar de descanso existente en el interior de la comisaría a la espera de novedades que hagan necesaria la presencia policial) donde preparó mates para tomar.

Así las cosas, oyó griterío, luego de lo cual pudo divisar el ingreso de una joven que fue esposada, la cual se encontraba muy alterada. La joven al pasar ante su presencia “increpó al declarante”, revela.

Bevacqua recordó que se fue de la comisaría a trasladar otros empleados policiales y al regresar a la dependencia “notó que había un estado de ánimo caldeado”. No se ocupó de averiguar a qué se debía “porque no le incumbía y porque por otra parte, su jerarquía no se lo permitía. Señala que no conoce más acerca de lo imputado por Fiscalía”, manifiesta.

Asimismo, el texto señala que “al ser interrogado respecto al reconocimiento de la golpiza al menor al momento de la detención, el imputado indica que reconoce haber participado en los hechos que se le han imputado”. Y ante la pregunta de “cuánto tiempo permaneció en la cuadra”, respondió “unos 30 o 40 minutos”. Tras la declaración, la querella solicitó que se aplique la prohibición de acercamiento del imputado a la víctima y sus familiares.“La conciencia los hizo hablar”“Mi hijo se quiso suicidar tres veces. Está en tratamiento psicológico y la luchamos todos los días”. Con lágrimas y voz quebrada, Fernando Almonacid, padre del joven presuntamente abusado, exigió justicia. Junto con su esposa, desde temprano esperaron sentados en un banco del sexto de Tribunales. Aguardaban que llegue al fin el día en que se sepa “qué pasó” aquel 18 de enero de 2012 que cambió sus vidas.

El esfuerzo por salir adelante y lo triste de la situación que les tocó vivir como padres fueron expresados por Fernando como pudo. Las largas horas en Tribunales y la lucha incansable por conseguir justicia parece que están dando sus frutos.

Opinó de la confesión del policía Mario Bevacqua, que en juicio abreviado fue condenado a 3 años de prisión en suspenso. “Fue importante ese testimonio porque dio un giro tremendo. Él se hace cargo de la golpiza, lo sacaron del patio de mi casa sin ningún motivo. Nosotros siempre vinimos con la verdad”, dijo Fernando.

El padre no se cansa de decir que “esos policías que le hicieron eso a mi hijo lo tienen que pagar. La Policía no puede actuar de esa manera. Es muy importante que salga a la luz, esto no tiene que pasar nunca más. Se va a llegar a la verdad. Esperamos más de un año para que hablen. Con mi señora siempre decimos que primero está la justicia de Dios, pero el remordimiento de conciencia yo calculo que los llevó a hablar. Sé que todos los policías tienen familia y no tienen la culpa”, valoró.

Almonacid contó que su hijo “está en tratamiento con el psicólogo. Estamos luchando todos los días. Tiene una criatura de 5 meses porque fue papá, por ahí anda alegre y por ahí, triste. El año pasado luchamos porque se quiso quitar la vida tres veces”.

“Es continua la lucha, todos los días luchamos para que salga, no se va a borrar fácilmente el daño que le hicieron, lo vamos a comprobar en el juicio porque mi hijo dijo la verdad. Mi hijo tuvo valentía tremenda para hablar”, sostuvo cerrando los ojos y dándose fuerzas para continuar con el relato.

“A pesar de que cumplió 17 años aún es una criatura. No tenía justificación de por qué se lo llevaron. Inventaron una pelea que jamás existió, hay un video que lo ratifica. Estos policías no tienen perdón de Dios”.


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