Los querellantes están convencidos del abuso pero los defensores prefirieron el silencio

Para los abogados acusadores, la confesión de Bevacqua se suma a otras evidencias. Del otro lado prefirieron no adelantar la estrategia de la defensa.

04 MAR 2013 - 22:55 | Actualizado

Estamos convencidos no sólo de la hipótesis de acusación en este juicio sino que consideramos que hay abundantes pruebas para refrendar los dichos. Las pericias médicas son contundentes, la lesión respecto del abuso y la tortura fueron constatadas y no son testimonios aislados. Es contundente y las pruebas una a otras se fortalecen”.

Es la opinión del abogado querellante Germán Kexel en cuanto al juicio contra los policías por el presunto abuso en la Comisaría 2ª de Trelew. “Llegamos al juicio luego de una investigación de 1 año y dos meses, muy sólida y profunda. Los fiscales y la Defensoría Pública estamos querellando en nombre de la familia Almonacid y contamos con muchísimos elementos que fueron ventilados en audiencias anteriores y que vamos a plasmar”.

Según el letrado, se trata de “testimonios directos de lo que sucedió en la vía pública y la comisaría respecto a los delitoss que se imputan como también prueba documental que fortalece aún más”.

Kexel aseveró: “Estamos muy confiados en que vamos a lograr lo que venimos a este debate que es la condena de delitos tan importantes como se cometieron en este caso”, resaltó

Golpes y patadas

Consultado respecto a los detalles de la declaración del imputado Mario Bevacqua, que admitió su participación, el abogado indicó: “Lo que dijo es que a él le tocó conducir uno de los automóviles que se dirigieron hacia el pasaje San Luis, donde se efectuó la aprehensión del menor. Fue de forma tal que constituyó el delito de vejaciones (golpes)”.

Según Kexel, se trató de una detención que se apartó de lo que indican los manuales policiales sobre procedimientos. “Hubo golpes, patadas y hasta le apoyaron la rodilla en la espalda. Fue privación ilegal de la libertad, no había motivo alguno para realizar esta detención”.

“Bevacqua reconoció que manejaba un automóvil y junto con otros policías efectuaron la privación ilegítima de la libertad sin motivo alguno, agravada porque fue con violencia y formó parte de los golpes que se le dieron en la vía publica”.

El abogado destacó que el imputado admitió que trasladaron a la víctima a la Comisaría “y se lo entregan a otro de los imputados que era el encargado del turno. Él pasa a otro lugar de la comisaría y se desentiende pero ve a los policías moverse dentro de las dependencias”, subrayó.

En un momento “se traslada para hacer un servicio adicional y nota que ve un clima pesado y extraño”, dijo Kexel. “Tenemos acreditada la primera parte: las vejaciones, los golpes y privación ilegal de la libertad”.

En ese sentido, admitió que el relato “se condice con el testimonio de los vecinos y de amigos de la víctima, lo que robustece muchísimo la hipótesis de la querella y la fiscalía”, resaltó.

El condenado, consultado sobre los motivos de la detención, “no abundó en detalles”. Aseguró que “algún vecino llamó por teléfono con respecto a que un menor se desplazaba con otra mujer discutiendo o charlando con tironeo. Pero no es causa de aprehensión con violencia y golpes”. Bevacqua dijo que “le entregó el menor al cabo Treuquil -otro de los imputados- encargado en ese momento en la comisaría”, concluyó.

Por su parte, el querellante Sergio Rey adelantó que “con las personas que entendemos autoras de este hecho vamos a ir con el máximo rigor en el pedido de penas”. Graficó que la escala penal para los delitos que se investigan en esta causa “han sido elevadísimas”.

En cuanto al testimonio de Bevacqua, recordó que “en primera instancia, cuando denunciamos el hecho todo era una versión. Con estas cuestiones queda demostrada la hipótesis de la acusación y también el terreno para el delito más grave, porque aún hablamos de delitos menores, que son graves obviamente”.

Los abogados David Patricio Romero y Romano Cominetti son defensores de los imputados Adolfo Carballo (policía) y Fernando Norberto Zaghis (médico policial). Tras su pedido de “juicio abreviado” para sus clientes (ver página 3), aclararon a la prensa que no darían detalle de las declaraciones de sus defendidos. Pero en diálogo informal explicaron que en un juicio corto, los imputados “asumen responsabilidades para conseguir una sentencia más justa y no someterse a un debate a que a su criterio, no es lo que dice la Fiscalía que pasó”.

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04 MAR 2013 - 22:55

Estamos convencidos no sólo de la hipótesis de acusación en este juicio sino que consideramos que hay abundantes pruebas para refrendar los dichos. Las pericias médicas son contundentes, la lesión respecto del abuso y la tortura fueron constatadas y no son testimonios aislados. Es contundente y las pruebas una a otras se fortalecen”.

Es la opinión del abogado querellante Germán Kexel en cuanto al juicio contra los policías por el presunto abuso en la Comisaría 2ª de Trelew. “Llegamos al juicio luego de una investigación de 1 año y dos meses, muy sólida y profunda. Los fiscales y la Defensoría Pública estamos querellando en nombre de la familia Almonacid y contamos con muchísimos elementos que fueron ventilados en audiencias anteriores y que vamos a plasmar”.

Según el letrado, se trata de “testimonios directos de lo que sucedió en la vía pública y la comisaría respecto a los delitoss que se imputan como también prueba documental que fortalece aún más”.

Kexel aseveró: “Estamos muy confiados en que vamos a lograr lo que venimos a este debate que es la condena de delitos tan importantes como se cometieron en este caso”, resaltó

Golpes y patadas

Consultado respecto a los detalles de la declaración del imputado Mario Bevacqua, que admitió su participación, el abogado indicó: “Lo que dijo es que a él le tocó conducir uno de los automóviles que se dirigieron hacia el pasaje San Luis, donde se efectuó la aprehensión del menor. Fue de forma tal que constituyó el delito de vejaciones (golpes)”.

Según Kexel, se trató de una detención que se apartó de lo que indican los manuales policiales sobre procedimientos. “Hubo golpes, patadas y hasta le apoyaron la rodilla en la espalda. Fue privación ilegal de la libertad, no había motivo alguno para realizar esta detención”.

“Bevacqua reconoció que manejaba un automóvil y junto con otros policías efectuaron la privación ilegítima de la libertad sin motivo alguno, agravada porque fue con violencia y formó parte de los golpes que se le dieron en la vía publica”.

El abogado destacó que el imputado admitió que trasladaron a la víctima a la Comisaría “y se lo entregan a otro de los imputados que era el encargado del turno. Él pasa a otro lugar de la comisaría y se desentiende pero ve a los policías moverse dentro de las dependencias”, subrayó.

En un momento “se traslada para hacer un servicio adicional y nota que ve un clima pesado y extraño”, dijo Kexel. “Tenemos acreditada la primera parte: las vejaciones, los golpes y privación ilegal de la libertad”.

En ese sentido, admitió que el relato “se condice con el testimonio de los vecinos y de amigos de la víctima, lo que robustece muchísimo la hipótesis de la querella y la fiscalía”, resaltó.

El condenado, consultado sobre los motivos de la detención, “no abundó en detalles”. Aseguró que “algún vecino llamó por teléfono con respecto a que un menor se desplazaba con otra mujer discutiendo o charlando con tironeo. Pero no es causa de aprehensión con violencia y golpes”. Bevacqua dijo que “le entregó el menor al cabo Treuquil -otro de los imputados- encargado en ese momento en la comisaría”, concluyó.

Por su parte, el querellante Sergio Rey adelantó que “con las personas que entendemos autoras de este hecho vamos a ir con el máximo rigor en el pedido de penas”. Graficó que la escala penal para los delitos que se investigan en esta causa “han sido elevadísimas”.

En cuanto al testimonio de Bevacqua, recordó que “en primera instancia, cuando denunciamos el hecho todo era una versión. Con estas cuestiones queda demostrada la hipótesis de la acusación y también el terreno para el delito más grave, porque aún hablamos de delitos menores, que son graves obviamente”.

Los abogados David Patricio Romero y Romano Cominetti son defensores de los imputados Adolfo Carballo (policía) y Fernando Norberto Zaghis (médico policial). Tras su pedido de “juicio abreviado” para sus clientes (ver página 3), aclararon a la prensa que no darían detalle de las declaraciones de sus defendidos. Pero en diálogo informal explicaron que en un juicio corto, los imputados “asumen responsabilidades para conseguir una sentencia más justa y no someterse a un debate a que a su criterio, no es lo que dice la Fiscalía que pasó”.


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