Barack Obama pide apoyo al ala belicista para atacar Siria

El presidente de EEUU comenzó su campaña para convencer al Congreso de apoyar un ataque buscando el apoyo de dos referentes del belicismo republicano en el Senado, quienes por su parte reclamaron una intervención más amplia y "sostenible".

02 SEP 2013 - 19:56 | Actualizado

Los dos invitados a la Casa Blanca en el feriado del Día del Trabajo fueron el senador por Arizona y ex candidato presidencial republicano en 2008, John McCain, y el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, miembro de la Comisión de Servicios Armados del Senado, informó la agencia de noticias EFE.

Los dos dirigentes vienen reclamando la intervención directa de Washington en Siria desde el inicio del conflicto armado entre el gobierno de Bashar Al Assad y las milicias opositoras en 2011.

Obama anunció el fin de semana su determinación de atacar, aunque dijo que pedirá autorización del Congreso.

Al salir de una reunión con el presidente, el senador McCain celebró la decisión de intervenir militarmente en Siria y advirtió que "un voto en contra (en el Congreso) sería catastrófico en sus consecuencias" en Siria y en futuras crisis internacionales.

Sin disimular sus críticas a la política exterior de Obama, McCain opinó que el desafío actual del mandatario será garantizarle a los legisladores que su decisión de atacar "es diferente a los últimos dos años de negligencia" de su gobierno frente al conflicto sirio.

En una breve declaración a la prensa en los jardines de la Casa Blanca junto con McCain, el senador Graham también valoró la decisión de Obama.

"Si (los legisladores) no ven la conexión entre Siria e Irán están ciegos y no ven la realidad con claridad. Necesitamos un plan de seguridad sostenible, ya que Siria es un cáncer que crece en la región de Medio Oriente", sostuvo.

McCain fue aún más lejos que su compañero y pidió explícitamente que una eventual intervención militar estadounidense cambie la relación de fuerzas internas dentro del conflicto sirio, que ya lleva más de dos años y medio y se cobró más de 100.000 vidas.

"Necesitamos articular un compromiso que reduzca las capacidades de Assad y aumente las capacidades (militares) del Ejército Libre Sirio (principal frente armado opositor)", instó McCain, quien hace sólo unos meses viajó a Siria y se reunió con combatientes de las milicias opositoras.

En el jardín de la Casa Blanca el senador republicano no se mostró tan tajante como en una entrevista que dio horas antes, en la que adelantó que no apoyaría un ataque "limitado".

"No pueden ser, en mi opinión, nada más que pinchacitos con misiles crucero", había dicho en entrevista con la cadena CBS.

Obama se encuentra actualmente en una posición muy difícil a la hora de crear un consenso en el Congreso sobre este tema.

Por un lado, algunos representantes y senadores creen que no es suficiente lanzar un ataque "limitado" para castigar al gobierno de Al Assad por un presunto ataque con armas químicas ocurrido el mes pasado cerca de Damasco que según Washington dejó 1.429 civiles muertos.

Por otro lado, numerosos legisladores norteamericanos no quieren ningún ataque en absoluto, especialmente luego de que el Parlamento británico rechazara, la semana pasada, la participación del Reino Unido, el principal aliado de Estados Unidos, en la eventual ofensiva contra Siria.

Uno de ellos es el representante demócrata por California y miembro de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja, Adam Schiff, quien hoy adelantó que no apoyará la moción presentada el domingo en el Capitolio.

"La Casa Blanca presentó un proyecto de ley que autoriza el uso de la fuerza que, como está redactado, es tan amplio, que podría justificar cualquier cosa desde un ataque limitado con misiles crusero hasta una zona de exclusión aérea o el despliegue de soldados estadounidenses en el terreno", advirtió.

Por ahora el Congreso está en su receso veraniego hasta el 9 de septiembre, y numerosas fuentes políticas citadas hoy por medios estadounidenses indican que varios legisladores no estarían a favor de reanudar las sesiones esta semana, como había propuesto ayer el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.

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02 SEP 2013 - 19:56

Los dos invitados a la Casa Blanca en el feriado del Día del Trabajo fueron el senador por Arizona y ex candidato presidencial republicano en 2008, John McCain, y el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, miembro de la Comisión de Servicios Armados del Senado, informó la agencia de noticias EFE.

Los dos dirigentes vienen reclamando la intervención directa de Washington en Siria desde el inicio del conflicto armado entre el gobierno de Bashar Al Assad y las milicias opositoras en 2011.

Obama anunció el fin de semana su determinación de atacar, aunque dijo que pedirá autorización del Congreso.

Al salir de una reunión con el presidente, el senador McCain celebró la decisión de intervenir militarmente en Siria y advirtió que "un voto en contra (en el Congreso) sería catastrófico en sus consecuencias" en Siria y en futuras crisis internacionales.

Sin disimular sus críticas a la política exterior de Obama, McCain opinó que el desafío actual del mandatario será garantizarle a los legisladores que su decisión de atacar "es diferente a los últimos dos años de negligencia" de su gobierno frente al conflicto sirio.

En una breve declaración a la prensa en los jardines de la Casa Blanca junto con McCain, el senador Graham también valoró la decisión de Obama.

"Si (los legisladores) no ven la conexión entre Siria e Irán están ciegos y no ven la realidad con claridad. Necesitamos un plan de seguridad sostenible, ya que Siria es un cáncer que crece en la región de Medio Oriente", sostuvo.

McCain fue aún más lejos que su compañero y pidió explícitamente que una eventual intervención militar estadounidense cambie la relación de fuerzas internas dentro del conflicto sirio, que ya lleva más de dos años y medio y se cobró más de 100.000 vidas.

"Necesitamos articular un compromiso que reduzca las capacidades de Assad y aumente las capacidades (militares) del Ejército Libre Sirio (principal frente armado opositor)", instó McCain, quien hace sólo unos meses viajó a Siria y se reunió con combatientes de las milicias opositoras.

En el jardín de la Casa Blanca el senador republicano no se mostró tan tajante como en una entrevista que dio horas antes, en la que adelantó que no apoyaría un ataque "limitado".

"No pueden ser, en mi opinión, nada más que pinchacitos con misiles crucero", había dicho en entrevista con la cadena CBS.

Obama se encuentra actualmente en una posición muy difícil a la hora de crear un consenso en el Congreso sobre este tema.

Por un lado, algunos representantes y senadores creen que no es suficiente lanzar un ataque "limitado" para castigar al gobierno de Al Assad por un presunto ataque con armas químicas ocurrido el mes pasado cerca de Damasco que según Washington dejó 1.429 civiles muertos.

Por otro lado, numerosos legisladores norteamericanos no quieren ningún ataque en absoluto, especialmente luego de que el Parlamento británico rechazara, la semana pasada, la participación del Reino Unido, el principal aliado de Estados Unidos, en la eventual ofensiva contra Siria.

Uno de ellos es el representante demócrata por California y miembro de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja, Adam Schiff, quien hoy adelantó que no apoyará la moción presentada el domingo en el Capitolio.

"La Casa Blanca presentó un proyecto de ley que autoriza el uso de la fuerza que, como está redactado, es tan amplio, que podría justificar cualquier cosa desde un ataque limitado con misiles crusero hasta una zona de exclusión aérea o el despliegue de soldados estadounidenses en el terreno", advirtió.

Por ahora el Congreso está en su receso veraniego hasta el 9 de septiembre, y numerosas fuentes políticas citadas hoy por medios estadounidenses indican que varios legisladores no estarían a favor de reanudar las sesiones esta semana, como había propuesto ayer el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.


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