El “cura gaucho” Brochero ya es beato

Jubilo en Córdoba por la aprobación del Vaticano.

14 SEP 2013 - 23:08 | Actualizado

La ceremonia de beatificación fue presidida por el enviado del papa Francisco, el cardenal Angelo Amato, Prefecto para la Causa de los Santos, quien dio lectura al instrumento del Vaticano que concede al “venerable ciervo de Dios, José Gabriel del Rosario Brochero, sea llamado beato” y “que su fiesta pueda celebrarse cada año el día 16 del mes de marzo”.

Mientras los presentes manifestaban su alegría y agradecimiento por la beatificación, el cardenal Amato dio comienzo a su homilía destacando y valorando la figura de Brochero, al subrayar que “fue un verdadero benefactor de la humanidad” e instó a que “sigamos admirándolo, imitándolo en sus obras materiales y espirituales”.

El cardenal dijo que Brochero “dedicó su vida al bien y a la santificación de los fieles, sobre todo de los más necesitados” y que “cada día predicaba la palabra de Dios con homilías bien pensadas, bien articuladas y sin improvisaciones”.

Amato destacó que aún con su formación académica en filosofía supo llevar un “lenguaje simple, sencillo y popular para que todos pudiesen entender lo que decía. Un vocabulario serrano” y en ese sentido lo consideró “un verdadero comunicador que transmitía alegría y esperanza” a la gente.

En otro de los pasajes de su homilía el enviado del Vaticano valoró la “coherencia” entre la vida y la enseñanza evangélica de Brochero, a quien calificó como “una persona de gran riqueza espiritual que comunicaba el amor ilimitado de Dios”.

“Brochero predicaba, confesaba, dirigía, asistía a la gente” por intermedio de sus ejercicios espirituales renovadores desde la oración y como devoto de la Virgen María.

“Se caracterizaba por la inmensa caridad pastoral frente a los más necesitados. Se olvidaba de sí mismo para salir a caballo a visitar a la gente de su pueblo. Lo amaban, lo seguían. Fue un verdadero benefactor de la humanidad”, reiteró Amato.

Asimismo, enumeró las obras que Brochero consideraba de suma importancia para el desarrollo y crecimiento de la población y su gente, tal el caso de construcción de escuelas, albergues, iglesias, y destacó también su intervención para que los trabajadores “reciban un salario justo” a la par de sufrir por los niños que dejaban la escuela para trabajar.

El cardenal Amato ofreció luego la comunión a los presentes y los primeros en recibirla fueron Nicolás Flores y sus padres, Sandra Violino y Osvaldo Flores.

Nicolás es el adolescente que tuvo un grave accidente automovilístico en el 2000 y pudo salvar su vida al invocar su padre al cura Brochero, cuyo milagro fue el fundamento de la beatificación del `cura gaucho´. El sacerdote Jorge Frigerio, uno de los coordinadores de la organización de la ceremonia religiosa estimó que participaron más de 100.000 personas.

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14 SEP 2013 - 23:08

La ceremonia de beatificación fue presidida por el enviado del papa Francisco, el cardenal Angelo Amato, Prefecto para la Causa de los Santos, quien dio lectura al instrumento del Vaticano que concede al “venerable ciervo de Dios, José Gabriel del Rosario Brochero, sea llamado beato” y “que su fiesta pueda celebrarse cada año el día 16 del mes de marzo”.

Mientras los presentes manifestaban su alegría y agradecimiento por la beatificación, el cardenal Amato dio comienzo a su homilía destacando y valorando la figura de Brochero, al subrayar que “fue un verdadero benefactor de la humanidad” e instó a que “sigamos admirándolo, imitándolo en sus obras materiales y espirituales”.

El cardenal dijo que Brochero “dedicó su vida al bien y a la santificación de los fieles, sobre todo de los más necesitados” y que “cada día predicaba la palabra de Dios con homilías bien pensadas, bien articuladas y sin improvisaciones”.

Amato destacó que aún con su formación académica en filosofía supo llevar un “lenguaje simple, sencillo y popular para que todos pudiesen entender lo que decía. Un vocabulario serrano” y en ese sentido lo consideró “un verdadero comunicador que transmitía alegría y esperanza” a la gente.

En otro de los pasajes de su homilía el enviado del Vaticano valoró la “coherencia” entre la vida y la enseñanza evangélica de Brochero, a quien calificó como “una persona de gran riqueza espiritual que comunicaba el amor ilimitado de Dios”.

“Brochero predicaba, confesaba, dirigía, asistía a la gente” por intermedio de sus ejercicios espirituales renovadores desde la oración y como devoto de la Virgen María.

“Se caracterizaba por la inmensa caridad pastoral frente a los más necesitados. Se olvidaba de sí mismo para salir a caballo a visitar a la gente de su pueblo. Lo amaban, lo seguían. Fue un verdadero benefactor de la humanidad”, reiteró Amato.

Asimismo, enumeró las obras que Brochero consideraba de suma importancia para el desarrollo y crecimiento de la población y su gente, tal el caso de construcción de escuelas, albergues, iglesias, y destacó también su intervención para que los trabajadores “reciban un salario justo” a la par de sufrir por los niños que dejaban la escuela para trabajar.

El cardenal Amato ofreció luego la comunión a los presentes y los primeros en recibirla fueron Nicolás Flores y sus padres, Sandra Violino y Osvaldo Flores.

Nicolás es el adolescente que tuvo un grave accidente automovilístico en el 2000 y pudo salvar su vida al invocar su padre al cura Brochero, cuyo milagro fue el fundamento de la beatificación del `cura gaucho´. El sacerdote Jorge Frigerio, uno de los coordinadores de la organización de la ceremonia religiosa estimó que participaron más de 100.000 personas.


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