... Y el “Chato” Iglesias le puso un guiño a la final del “Clausura”

Deportivo Madryn superó a Ferrocarril Patagónico por 78 a 76 y se consagró bicampeón de la Asociación de Básquet del Este del Chubut, en el tercer juego de Play Off realizado en el Nuevo Palacio Aurinegro.

13 DIC 2013 - 0:49 | Actualizado

Casi imposible ponerse a escribir sin esgrimir comentarios tan repetibles y vulgares como “el final de un guión armado”, “se vivió la gran fiesta del básquet”, o al igual que en la ciudad de Trelew, hace 5 meses o en Puerto Madryn hace 72 horas, “Ferro dejó escapar el trofeo más preciado”.

Porque en realidad y en pocos minutos en el Nuevo Palacio Aurinegro se vivió todo esto ante una concurrencia que emocionó desde el principio al fin de la jornada, más allá de los 45 minutos de demora que tuvo el inicio del juego final.

Ferro fue más

Ferro fue más durante todo el juego, sobreponiéndose incluso a una terna arbitral que dejó mucho que desear ante la clara visión de los que saben de básquet, pero que en definitiva, no terminó incidiendo en el resultado final, porque en realidad a Ferro le volvió a faltar ´eso´ que deben tener los campeones y que si el tiro de Pablo Moldú cuando cerraba la noche que lo hubiera colocado como nuevo campeón, hoy pocos se atreverían a poner en tela de juicio. Desde el inicio mismo, el equipo de Andrés del Sol fue protagonista, sacando ventajas notorias, ante un Manitta que con bronca y claridad metió 6 puntos al hilo, disimulando las dos faltas que se ganó en pocos instantes para que a los 7 minutos de juego fuera ganando el equipo 18/9. Pero los tres minutos finales del cuarto fueron letales para la visita. Manitta sumaba la tercera, Rotta se ganaba una técnica y Balut comenzaba a tomar confianza con 5 puntos vitales que los envió a descansar con el tablero 19/23 en contra del local. El segundo cuarto fue otra vez la visita que hacía mejor las cosas, repartiendo el control del balón y los puntos en cada uno de los protagonistas que obligaba a Fabio Sanz a tomar recaudos jugados los cuatro minutos al perder su equipo un parcial de 9/4 (23/32) y ante la desesperación elegía muy mal los tiros exteriores (0/5) hasta que a poco del final González conseguía el único de toda la noche y Rotta (muy individualista) sumaba la tercera falta, siendo Arias, con gran trabajo quien disimulara las falencias, ganar el cuarto por 9 puntos e irse al descanso con un sorpresivo y alentador 45/32 a su favor.

Otra imagen

La tercera fracción dio claras muestras que Sanz metió ´mando´ en la zona de vestuario ya que su equipo comenzó a brindar otra imagen, ´esa´ que hay que exponer cuando el juego no es el ideal. Rotta quedó marcado al sumar la cuarta falta y el ´Turco´ Balut, con coraje y pasión (13 puntos en el cuarto), se puso el partido en sus hombros, dando el incentivo a sus compañeros y el aliento de su gente que obligó a Del Sol a pedir tiempo muerto cuando restaban 3 minutos (40/47), que ya no le alcanzaba con el esfuerzo de Moldú (8). Pero, pasó desapercibido todo esto para Balut ya que dos triples terribles, le daba alcance en el marcador (50/51), aunque Rotta le daría aire al cerrar el parcial con un triple.

El último fue para el infarto. Deportivo Madryn era mística y coraje. Ferro, garra e hidalguía, que le permitió con 4 minutos de juego, mantener el resultado a su favor (68/60).

Durante tres minutos, se repartieron errores y virtudes, ingresando al sendero final con 74/65 para la visita.

Para el infarto

Pero vendría otra escena y otro actor apareciendo en la inolvidable noche y esta vez fue Barifuzza que con dos triples consecutivos más un doble de Bondarenco dejaba al ´aurinegro´ en el tablero a tan solo una unidad.

Vale un título

Quedaban 23¨ para el final y Forrest, como 72 horas atrás metió un tiro terrible de 7 metros para que su equipo pasase al frente. Lo igualaría Manitta, para llegar la dramática jugada final donde Bondarenco a tan solo un segundo para el final y tras una asistencia de Barifuzza, convertía el doble que valía un campeonato, más allá que el corazón se les paralizó a todos, cuando Moldú desde la mitad de la cancha tiró una bomba que reventó en el aro y que hubiera servido para que Ferro ganase el partido.

Después la locura desatada, que se ganó a través de un largo sufrimiento que duró casi casi todo el partido, pero que se mereció desde la templanza, desde el cambio a tiempo y desde la actitud para jugar una final como se debe jugar: con los dientes apretados y con un afán desesperado por el triunfo; hecho que, a todas luces, fue obtenido, repitiendo el éxito del campeonato de básquet pasado y una similar definición, pero en Trelew. Un año formidable para la ciudad de Puerto Madryn y más aún para el Deprotivo homónimo, que está dulce en estas fiestas.

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13 DIC 2013 - 0:49

Casi imposible ponerse a escribir sin esgrimir comentarios tan repetibles y vulgares como “el final de un guión armado”, “se vivió la gran fiesta del básquet”, o al igual que en la ciudad de Trelew, hace 5 meses o en Puerto Madryn hace 72 horas, “Ferro dejó escapar el trofeo más preciado”.

Porque en realidad y en pocos minutos en el Nuevo Palacio Aurinegro se vivió todo esto ante una concurrencia que emocionó desde el principio al fin de la jornada, más allá de los 45 minutos de demora que tuvo el inicio del juego final.

Ferro fue más

Ferro fue más durante todo el juego, sobreponiéndose incluso a una terna arbitral que dejó mucho que desear ante la clara visión de los que saben de básquet, pero que en definitiva, no terminó incidiendo en el resultado final, porque en realidad a Ferro le volvió a faltar ´eso´ que deben tener los campeones y que si el tiro de Pablo Moldú cuando cerraba la noche que lo hubiera colocado como nuevo campeón, hoy pocos se atreverían a poner en tela de juicio. Desde el inicio mismo, el equipo de Andrés del Sol fue protagonista, sacando ventajas notorias, ante un Manitta que con bronca y claridad metió 6 puntos al hilo, disimulando las dos faltas que se ganó en pocos instantes para que a los 7 minutos de juego fuera ganando el equipo 18/9. Pero los tres minutos finales del cuarto fueron letales para la visita. Manitta sumaba la tercera, Rotta se ganaba una técnica y Balut comenzaba a tomar confianza con 5 puntos vitales que los envió a descansar con el tablero 19/23 en contra del local. El segundo cuarto fue otra vez la visita que hacía mejor las cosas, repartiendo el control del balón y los puntos en cada uno de los protagonistas que obligaba a Fabio Sanz a tomar recaudos jugados los cuatro minutos al perder su equipo un parcial de 9/4 (23/32) y ante la desesperación elegía muy mal los tiros exteriores (0/5) hasta que a poco del final González conseguía el único de toda la noche y Rotta (muy individualista) sumaba la tercera falta, siendo Arias, con gran trabajo quien disimulara las falencias, ganar el cuarto por 9 puntos e irse al descanso con un sorpresivo y alentador 45/32 a su favor.

Otra imagen

La tercera fracción dio claras muestras que Sanz metió ´mando´ en la zona de vestuario ya que su equipo comenzó a brindar otra imagen, ´esa´ que hay que exponer cuando el juego no es el ideal. Rotta quedó marcado al sumar la cuarta falta y el ´Turco´ Balut, con coraje y pasión (13 puntos en el cuarto), se puso el partido en sus hombros, dando el incentivo a sus compañeros y el aliento de su gente que obligó a Del Sol a pedir tiempo muerto cuando restaban 3 minutos (40/47), que ya no le alcanzaba con el esfuerzo de Moldú (8). Pero, pasó desapercibido todo esto para Balut ya que dos triples terribles, le daba alcance en el marcador (50/51), aunque Rotta le daría aire al cerrar el parcial con un triple.

El último fue para el infarto. Deportivo Madryn era mística y coraje. Ferro, garra e hidalguía, que le permitió con 4 minutos de juego, mantener el resultado a su favor (68/60).

Durante tres minutos, se repartieron errores y virtudes, ingresando al sendero final con 74/65 para la visita.

Para el infarto

Pero vendría otra escena y otro actor apareciendo en la inolvidable noche y esta vez fue Barifuzza que con dos triples consecutivos más un doble de Bondarenco dejaba al ´aurinegro´ en el tablero a tan solo una unidad.

Vale un título

Quedaban 23¨ para el final y Forrest, como 72 horas atrás metió un tiro terrible de 7 metros para que su equipo pasase al frente. Lo igualaría Manitta, para llegar la dramática jugada final donde Bondarenco a tan solo un segundo para el final y tras una asistencia de Barifuzza, convertía el doble que valía un campeonato, más allá que el corazón se les paralizó a todos, cuando Moldú desde la mitad de la cancha tiró una bomba que reventó en el aro y que hubiera servido para que Ferro ganase el partido.

Después la locura desatada, que se ganó a través de un largo sufrimiento que duró casi casi todo el partido, pero que se mereció desde la templanza, desde el cambio a tiempo y desde la actitud para jugar una final como se debe jugar: con los dientes apretados y con un afán desesperado por el triunfo; hecho que, a todas luces, fue obtenido, repitiendo el éxito del campeonato de básquet pasado y una similar definición, pero en Trelew. Un año formidable para la ciudad de Puerto Madryn y más aún para el Deprotivo homónimo, que está dulce en estas fiestas.


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