El Papa Francisco recibe hoy al presidente Barack Obama

Cumbre de líderes mundiales en Roma.

26 MAR 2014 - 22:29 | Actualizado

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó ayer a Roma para reunirse hoy con el Papa Francisco y autoridades de Italia, en medio de un imponente despliegue de seguridad que amenaza con paralizar la vida de la Ciudad Eterna.

Al desconcierto de los turistas y el enfado de los romanos, se sumaron ayer algunos carteles en contra de la visita del presidente estadounidense, con la leyenda “Roma está con Putin.

Obama huésped indeseable”, firmados por grupos de extrema derecha como el Movimiento Social Europeo.

Existe incertidumbre también por saber qué destino tendrán las anunciadas protestas de grupos de inmigrantes latinoamericanos que residen en Estados Unidos, quienes le pidieron ayer al Papa que interceda ante Obama para detener las deportaciones y que se pronuncie a favor de la reforma migratoria en ese país.

Esa, como otras manifestaciones previstas frente a la embajada de Estados Unidos, generan preocupaciones respecto a la actitud que pueden tomar los estrictos y celosos servicios de inteligencia que siempre acompañan a los presidentes de la potencia norteamericana.

El avión presidencial estadounidense Air Force One aterrizó con treinta minutos de retraso en el aeropuerto de Fiumicino a las 21.20 (las 17.20 de Argentina), proveniente de Bruselas, donde Obama participó ayer de una cumbre Estados Unidos-Unión Europea (UE).

Para la llegada del avión, se cerró el tráfico aéreo en Italia durante media hora, y la misma medida se adoptará en algunos intervalos de tiempo hoy y durante su partida el viernes por la mañana, indicaron medios romanos.

A su llegada, esperada con gran expectación por los periodistas acreditados en el aeropuerto, Obama fue recibido por el embajador de Estados Unidos en Roma, John Phillips, y su colega ante la Santa Sede, Kenneth F. Hackett, informó la agencia de noticias EFE.

Tras los saludos, Obama -acompañado por una nutrida delegación y con una escolta compuesta de 26 vehículos blindados y ocho motocicletas- emprendió viaje hacia la Villa Taverna, en el barrio romano de Parioli, residencia del embajador de Estados Unidos.

Durante la estancia de Obama en la capital romana, 36 horas aproximadamente, el vecindario permanecerá blindado por más de 1.000 agentes, entre fuerzas especiales italianas y vehículos acorazados estadounidenses, según los medios. Además, 200 agentes de los servicios secretos de la Casa Blanca acompañarán en todo momento al mandatario.

Asimismo, se pondrá en marcha el sistema “Jammer”, inhibidor de frecuencias, que puede causar fallos en el normal funcionamiento de los dispositivos móviles. Luego de verse con el papa Francisco en el Vaticano, Obama tiene previsto reunirse también hoy con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y con el primer ministro del país, Matteo Renzi. Por la tarde, hará turismo por la ciudad y visitará el emblemático Coliseo, que permanecerá cerrado al resto del público durante toda la jornada, lo que también genera malestar. Desde hace varios días, agentes del FBI, la CIA y del equipo de seguridad personal del presidente se instalaron en Roma para estudiar cada esquina de la ciudad y poner en marcha el protocolo de actuación con todas las garantí­as posibles. En cuanto al encuentro con el Jorge Bergoglio, se espera que ambos líderes hablen de la paz y de la lucha contra la pobreza, y hagan un repaso de los conflictos en Ucrania y Siria, según informaron medios italianos. Como informó la Radio Vaticana, el pontífice aseguró ayer a un grupo de religiosos centroafricanos que hablará con Obama sobre el violento conflicto entre cristianos y musulmanes que sufre la República Centroafricana. En la Santa Sede, el presidente estadounidense se entrevistará también con el secretario de Estado vaticano y mano derecha de Francisco, Pietro Parolín. Desde Washington se comunicó el entusiasmo del mandatario norteamericano por conocer a un pontífice que “conquistó la atención del mundo con su ministerio en favor de los pobres y marginados”.#

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26 MAR 2014 - 22:29

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó ayer a Roma para reunirse hoy con el Papa Francisco y autoridades de Italia, en medio de un imponente despliegue de seguridad que amenaza con paralizar la vida de la Ciudad Eterna.

Al desconcierto de los turistas y el enfado de los romanos, se sumaron ayer algunos carteles en contra de la visita del presidente estadounidense, con la leyenda “Roma está con Putin.

Obama huésped indeseable”, firmados por grupos de extrema derecha como el Movimiento Social Europeo.

Existe incertidumbre también por saber qué destino tendrán las anunciadas protestas de grupos de inmigrantes latinoamericanos que residen en Estados Unidos, quienes le pidieron ayer al Papa que interceda ante Obama para detener las deportaciones y que se pronuncie a favor de la reforma migratoria en ese país.

Esa, como otras manifestaciones previstas frente a la embajada de Estados Unidos, generan preocupaciones respecto a la actitud que pueden tomar los estrictos y celosos servicios de inteligencia que siempre acompañan a los presidentes de la potencia norteamericana.

El avión presidencial estadounidense Air Force One aterrizó con treinta minutos de retraso en el aeropuerto de Fiumicino a las 21.20 (las 17.20 de Argentina), proveniente de Bruselas, donde Obama participó ayer de una cumbre Estados Unidos-Unión Europea (UE).

Para la llegada del avión, se cerró el tráfico aéreo en Italia durante media hora, y la misma medida se adoptará en algunos intervalos de tiempo hoy y durante su partida el viernes por la mañana, indicaron medios romanos.

A su llegada, esperada con gran expectación por los periodistas acreditados en el aeropuerto, Obama fue recibido por el embajador de Estados Unidos en Roma, John Phillips, y su colega ante la Santa Sede, Kenneth F. Hackett, informó la agencia de noticias EFE.

Tras los saludos, Obama -acompañado por una nutrida delegación y con una escolta compuesta de 26 vehículos blindados y ocho motocicletas- emprendió viaje hacia la Villa Taverna, en el barrio romano de Parioli, residencia del embajador de Estados Unidos.

Durante la estancia de Obama en la capital romana, 36 horas aproximadamente, el vecindario permanecerá blindado por más de 1.000 agentes, entre fuerzas especiales italianas y vehículos acorazados estadounidenses, según los medios. Además, 200 agentes de los servicios secretos de la Casa Blanca acompañarán en todo momento al mandatario.

Asimismo, se pondrá en marcha el sistema “Jammer”, inhibidor de frecuencias, que puede causar fallos en el normal funcionamiento de los dispositivos móviles. Luego de verse con el papa Francisco en el Vaticano, Obama tiene previsto reunirse también hoy con el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, y con el primer ministro del país, Matteo Renzi. Por la tarde, hará turismo por la ciudad y visitará el emblemático Coliseo, que permanecerá cerrado al resto del público durante toda la jornada, lo que también genera malestar. Desde hace varios días, agentes del FBI, la CIA y del equipo de seguridad personal del presidente se instalaron en Roma para estudiar cada esquina de la ciudad y poner en marcha el protocolo de actuación con todas las garantí­as posibles. En cuanto al encuentro con el Jorge Bergoglio, se espera que ambos líderes hablen de la paz y de la lucha contra la pobreza, y hagan un repaso de los conflictos en Ucrania y Siria, según informaron medios italianos. Como informó la Radio Vaticana, el pontífice aseguró ayer a un grupo de religiosos centroafricanos que hablará con Obama sobre el violento conflicto entre cristianos y musulmanes que sufre la República Centroafricana. En la Santa Sede, el presidente estadounidense se entrevistará también con el secretario de Estado vaticano y mano derecha de Francisco, Pietro Parolín. Desde Washington se comunicó el entusiasmo del mandatario norteamericano por conocer a un pontífice que “conquistó la atención del mundo con su ministerio en favor de los pobres y marginados”.#


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