La prensa de EE.UU. revela la brutalidad de la CIA

La CIA mintió sobre la brutalidad de la tortura en interrogatorios durante la presidencia de George W. Bush, según un informe del Senado revelado por The Washington Post.

01 ABR 2014 - 11:29 | Actualizado

La Central de Inteligencia de Estados Unidos ocultó determinadas prácticas de tortura y exageró la importancia de algunos complots y prisioneros para justificar sus métodos, indica el documento elaborado por el Comité de Inteligencia del Senado.

Al resumir el texto de 6.300 páginas, el Washington Post dice que también se acusa a la CIA de ocultar informaciones decisivas obtenidas mediante técnicas brutales de interrogatorio.

Sin embargo, puntualiza el diario, los datos más importantes sobre la actividad de Al Qaeda, como "los que llevaron a la operación contra Osama bin Laden en 2011", no fueron obtenidos con esos métodos de tortura.

"La CIA describe varias veces (su programa) al Departamento de Justicia y finalmente al Congreso como la única forma de obtener datos, de otra manera inalcanzables, que ayudaron a desbaratar complots terroristas y salvar miles de vidas", dijo un funcionario a los investigadores.

"¿Eso fue realmente cierto", se pregunta a renglón seguido. "La respuesta es no", afirma.

El documento fue elaborado con los "detallados relatos de decenas de personas detenidas por la CIA" entre 2002 y 2006 y funcionarios relacionados, tanto de esa época como actuales, explicó el diario.

En esos años, en plena guerra contra "el terrorismo" decretada por Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la agencia aplicaba diversos métodos de tortura en los interrogatorios, según grupos de derechos humanos y la autobiografía del entonces presidente "Decision Points" (Puntos de decisión).

Entre otros métodos reconocidos se incluyen la privación de sueño y el llamado "submarino", que consiste en sumergir al torturado en líquido hasta el límite del ahogamiento, además de todo tipo de golpes y amenazas.

El documento habla sobre una red de instalaciones secretas de detención, conocidas como "agujeros negros", donde los prisioneros eran objeto de duras técnicas de interrogatorio.

Los archivos clasificados revisados por los investigadores ponen de manifiesto las divisiones internas sobre el programa de interrogatorios, dijo el Washington Post citando a funcionarios.

Hubo un caso en el que algunos agentes de la CIA abandonaron una prisión secreta que tenían en Tailandia debido a las brutales torturas que se estaban aplicando, aseguró el diario.

El informe incluso cita casos en que jefes locales de la CIA exigían la continuación de las torturas incluso después de que los analistas estaban convencidos de que los prisioneros no tenían más información que dar.

La CIA se negó a hacer comentarios sobre el informe, el cuál es confidencial. El diario dijo que sólo estuvo autorizado a divulgar algunos detalles gracias a las filtraciones hechas por funcionarios que tienen acceso al documento.

Oficialmente, el actual presidente estadounidense, Barack Obama, prohibió esos métodos en 2009.

Se espera que el Comité de Inteligencia del Senado vote el jueves para enviar un resumen del informe a Obama para su desclasificación.

El pasado 12 de marzo, el mandatario declaró: "me comprometo totalmente a desclasificar ese informe no bien esté terminado".

Sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron que podrí­an pasar meses antes de que esa sección propuesta para desclasificar, que contiene alrededor de 20 conclusiones y suma unas 400 páginas, sea realmente liberada al público.

El informe se divide en tres volúmenes: uno que traza la cronología de las operaciones de interrogatorio, otro que evalúa las reclamaciones de los funcionarios de inteligencia y un tercero que contiene estudios de casos sobre prácticamente todos los prisioneros bajo custodia de la CIA desde que el programa comenzó en 2001.

Las autoridades dijeron que el informe fue despojado de ciertos detalles, incluyendo la ubicación de las prisiones de la CIA y los nombres de los agentes de la agencia que no ocupan puestos de supervisión.

Además de los cargos que se desprenderían del informe, la CIA está acusada de haber obstaculizado el trabajo de los parlamentarios que se dedicaron durante tres años a la redacción de ese texto, sobre todo suprimiendo documentos de sus servidores.

01 ABR 2014 - 11:29

La Central de Inteligencia de Estados Unidos ocultó determinadas prácticas de tortura y exageró la importancia de algunos complots y prisioneros para justificar sus métodos, indica el documento elaborado por el Comité de Inteligencia del Senado.

Al resumir el texto de 6.300 páginas, el Washington Post dice que también se acusa a la CIA de ocultar informaciones decisivas obtenidas mediante técnicas brutales de interrogatorio.

Sin embargo, puntualiza el diario, los datos más importantes sobre la actividad de Al Qaeda, como "los que llevaron a la operación contra Osama bin Laden en 2011", no fueron obtenidos con esos métodos de tortura.

"La CIA describe varias veces (su programa) al Departamento de Justicia y finalmente al Congreso como la única forma de obtener datos, de otra manera inalcanzables, que ayudaron a desbaratar complots terroristas y salvar miles de vidas", dijo un funcionario a los investigadores.

"¿Eso fue realmente cierto", se pregunta a renglón seguido. "La respuesta es no", afirma.

El documento fue elaborado con los "detallados relatos de decenas de personas detenidas por la CIA" entre 2002 y 2006 y funcionarios relacionados, tanto de esa época como actuales, explicó el diario.

En esos años, en plena guerra contra "el terrorismo" decretada por Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, la agencia aplicaba diversos métodos de tortura en los interrogatorios, según grupos de derechos humanos y la autobiografía del entonces presidente "Decision Points" (Puntos de decisión).

Entre otros métodos reconocidos se incluyen la privación de sueño y el llamado "submarino", que consiste en sumergir al torturado en líquido hasta el límite del ahogamiento, además de todo tipo de golpes y amenazas.

El documento habla sobre una red de instalaciones secretas de detención, conocidas como "agujeros negros", donde los prisioneros eran objeto de duras técnicas de interrogatorio.

Los archivos clasificados revisados por los investigadores ponen de manifiesto las divisiones internas sobre el programa de interrogatorios, dijo el Washington Post citando a funcionarios.

Hubo un caso en el que algunos agentes de la CIA abandonaron una prisión secreta que tenían en Tailandia debido a las brutales torturas que se estaban aplicando, aseguró el diario.

El informe incluso cita casos en que jefes locales de la CIA exigían la continuación de las torturas incluso después de que los analistas estaban convencidos de que los prisioneros no tenían más información que dar.

La CIA se negó a hacer comentarios sobre el informe, el cuál es confidencial. El diario dijo que sólo estuvo autorizado a divulgar algunos detalles gracias a las filtraciones hechas por funcionarios que tienen acceso al documento.

Oficialmente, el actual presidente estadounidense, Barack Obama, prohibió esos métodos en 2009.

Se espera que el Comité de Inteligencia del Senado vote el jueves para enviar un resumen del informe a Obama para su desclasificación.

El pasado 12 de marzo, el mandatario declaró: "me comprometo totalmente a desclasificar ese informe no bien esté terminado".

Sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron que podrí­an pasar meses antes de que esa sección propuesta para desclasificar, que contiene alrededor de 20 conclusiones y suma unas 400 páginas, sea realmente liberada al público.

El informe se divide en tres volúmenes: uno que traza la cronología de las operaciones de interrogatorio, otro que evalúa las reclamaciones de los funcionarios de inteligencia y un tercero que contiene estudios de casos sobre prácticamente todos los prisioneros bajo custodia de la CIA desde que el programa comenzó en 2001.

Las autoridades dijeron que el informe fue despojado de ciertos detalles, incluyendo la ubicación de las prisiones de la CIA y los nombres de los agentes de la agencia que no ocupan puestos de supervisión.

Además de los cargos que se desprenderían del informe, la CIA está acusada de haber obstaculizado el trabajo de los parlamentarios que se dedicaron durante tres años a la redacción de ese texto, sobre todo suprimiendo documentos de sus servidores.


NOTICIAS RELACIONADAS