Quiere ser la primera piloto en incendios forestales

Debió suspender el último tramo de su formación por motivos personales. Financió la carrera con un crédito bancario que todavía está pagando. “Es un desafío personal”.

10 ABR 2014 - 22:09 | Actualizado

Trevelin tiene a la única mujer de la provincia que aspira a ser piloto de avión. Ella es Moira Sosa, una apasionada por la actividad y más aún en el ámbito de la tarea en incendios forestales. Ha cumplido con la cantidad de horas de vuelo que requiere el curso y, de no haber mediado algunos inconvenientes relacionados con su salud, hoy estaría rindiendo el examen psico-físico en la Fuerza Aérea.

La mujer contó que todavía está pagando el crédito bancario que solicitó para afrontar la carrera. Aseguró que le pone “mucho empeño y esfuerzo porque además de pensar en convertirse en piloto, soy divorciada y tengo que atender a mis hijos”. Se aferra a su objetivo y asegura: “La peleo todos los días; no quiero que me regalen nada, pero quiero finalizar con lo que empecé por el bien de la zona, y seguiré poniéndole ganas”.

Sosa, que también es periodista de profesión, habla con mucha vocación sobre la aviación, y aún sin haber podido viajar a la prueba final sigue apostando a que recuperará esa chance. “Estoy poniendo toda la energía en eso”, asegura.

La aspirante a piloto, que una vez recibida la tendría como la única en la región, la provincia y el país en la especialidad de combate de incendios forestales, afirmó que su vocación está motivada “por muchas cosas: porque es una necesidad pero fundamentalmente porque es un sueño y un desafío personal. Sería bueno que haya pilotos en la zona para no tener que contratar profesionales de otro lado. Incluso tendríamos que contar con un avión vigía para la prevención de siniestros forestales”, acotó.

Sosa contó que mientras que asistió al curso de formación tuvo asistencia perfecta en el aeródromo de Gendarmería en Trevelin. Para cumplir la rutina se levantaba a las 7 para ir al hangar para hacerle cambio de aceite al avión, o controlarle el combustible.

Debido a la situación de salud que enfrenta, Sosa no ha podido volar desde hace un tiempo. “Lloré varias veces”, admite, pero asegura que va en franca recuperación y espera rendir pronto el examen que la habilite a cumplir su sueño.

“Es una actividad que me puede y que me ha hecho bajar un par de cambios. Yo era muy visceral, de enojarme mucho y de carácter fuerte, y esto me ayudó a modificar esas formas”.

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10 ABR 2014 - 22:09

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La mujer contó que todavía está pagando el crédito bancario que solicitó para afrontar la carrera. Aseguró que le pone “mucho empeño y esfuerzo porque además de pensar en convertirse en piloto, soy divorciada y tengo que atender a mis hijos”. Se aferra a su objetivo y asegura: “La peleo todos los días; no quiero que me regalen nada, pero quiero finalizar con lo que empecé por el bien de la zona, y seguiré poniéndole ganas”.

Sosa, que también es periodista de profesión, habla con mucha vocación sobre la aviación, y aún sin haber podido viajar a la prueba final sigue apostando a que recuperará esa chance. “Estoy poniendo toda la energía en eso”, asegura.

La aspirante a piloto, que una vez recibida la tendría como la única en la región, la provincia y el país en la especialidad de combate de incendios forestales, afirmó que su vocación está motivada “por muchas cosas: porque es una necesidad pero fundamentalmente porque es un sueño y un desafío personal. Sería bueno que haya pilotos en la zona para no tener que contratar profesionales de otro lado. Incluso tendríamos que contar con un avión vigía para la prevención de siniestros forestales”, acotó.

Sosa contó que mientras que asistió al curso de formación tuvo asistencia perfecta en el aeródromo de Gendarmería en Trevelin. Para cumplir la rutina se levantaba a las 7 para ir al hangar para hacerle cambio de aceite al avión, o controlarle el combustible.

Debido a la situación de salud que enfrenta, Sosa no ha podido volar desde hace un tiempo. “Lloré varias veces”, admite, pero asegura que va en franca recuperación y espera rendir pronto el examen que la habilite a cumplir su sueño.

“Es una actividad que me puede y que me ha hecho bajar un par de cambios. Yo era muy visceral, de enojarme mucho y de carácter fuerte, y esto me ayudó a modificar esas formas”.


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