“Reto”: un lavadero de autos para ganarse la vida y hacer frente a las adicciones

Funciona en Puerto Madryn.

23 ABR 2014 - 22:12 | Actualizado

Una forma de ganarse la vida, una nueva posibilidad de salir adelante, así ven al lavadero de autos “Reto” los jóvenes que hoy lo trabajan. Son de diferentes localidades, Enzo Damián Pereira, uno de los encargados de la Fundación Reto a la Vida, es de Tucumán y él junto a otros 6 jóvenes forman parte del emprendimiento. Todos tuvieron problemas con las drogas y el alcohol, ingresaron a la Fundación para poder ordenar su vida y hoy tienen un lavadero mediante el cual subsisten.

Ubicado en Domecq García Norte 89, el Lavadero Reto es un espacio que los jóvenes utilizan para transmitir su experiencia de vida, al tiempo que generan un ingreso. “Somos un grupo de 7 jóvenes, hay tres encargados y un matrimonio que nos guía. Pertenecemos a un centro cristiano, gratuito, donde hoy podemos ayudar a las personas como un día nos ayudaron a nosotros. Hoy sentimos que podemos ser útiles en las manos de Dios”, dijo Enzo, quien relató parte de su experiencia con la droga y espera ser parte del camino de aquellos que aún no pueden dejarla.

Cambio de vida

En todo momento hacen referencia a su logro, a su elección de querer salir adelante y ese es el mensaje que les interesa transmitir. No sólo para ellos, sino para los demás, porque alientan a que otros jóvenes se acerquen, y pidan ayuda si la necesitan.

Enzo no dudó en compartir su historia, y así relató que tuvo problemas con las drogas y el alcohol, “consumí por 6 años, desde que era chico. Cuando tenía 9 años me empecé a escapar de mi casa, y el juntarme con gente que no tenía que juntarme, la curiosidad me llevó a consumirlo”, dijo.

Agregó: “me agarró una sobredosis muchos años después y a los 14 me quise suicidar. Ahí fue cuando toqué fondo y dije, quiero cambiar, ya no puedo vivir más así. Perdí la confianza, el respeto de mi familia, y prácticamente estaba en la calle. Eso me llevó a pedir ayuda, y encontré un lugar en Córdoba, aunque no tenía ganas de irme de Tucumán fui a internarme con un hermano mayor que me siguió, y hoy hace 9 años que estoy en la Fundación”, señaló Enzo, orgulloso del lugar donde se encuentra hoy.

Mensaje de esperanza

El lavadero de autos es una forma de comunicarse para ellos “nosotros más allá de lavar autos, de brindar un servicio, hablamos con la gente. Lo usamos como una herramienta para poder anunciar el Evangelio, no como unos fanáticos, sino como personas que hoy podemos dar testimonio de lo que para nosotros fue un cambio de vida. Hoy podemos decir que para nosotros Jesús puede cambiar la vida de las personas”, destacó, sin dejar de mencionar que es una fuente de trabajo para que pueda ingresar dinero que ayuda a mantener la fundación, el día a día de las personas que la componen.

Hace casi dos meses que funciona el lavadero, y apelan al crecimiento. “La gente respeta mucho nuestro mensaje, la verdad que nos hemos encontrado con buena predisposición. Nosotros queremos compartir lo que nos pasó. También vemos mucha necesidad, y por eso hablamos con ellos, nos responden con respeto y no se ofenden si les regalamos una Biblia, por ejemplo”, remarcó Enzo.

La experiencia en Madryn

A sólo siete meses de asentarse en la ciudad portuaria, destacaron el acompañamiento de las Iglesias Evangelistas que los ayudaron y convocaron para dar su testimonio. Sobre todo destacaron que no pretenden molestar sino ganarse la vida y compartir su mensaje de fe y esperanza. “Nosotros queremos estar acá, trabajar, y ayudar al otro porque nosotros estuvimos en la misma condición un día”, remarcó Enzo.

En la ciudad, la Fundación se encuentra en España al 2050, y desde allí organizan sus trabajos, que no sólo son en el Lavadero de autos sino que también hacen jardinería, albañilería, entre otras actividades para generar ingresos.

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23 ABR 2014 - 22:12

Una forma de ganarse la vida, una nueva posibilidad de salir adelante, así ven al lavadero de autos “Reto” los jóvenes que hoy lo trabajan. Son de diferentes localidades, Enzo Damián Pereira, uno de los encargados de la Fundación Reto a la Vida, es de Tucumán y él junto a otros 6 jóvenes forman parte del emprendimiento. Todos tuvieron problemas con las drogas y el alcohol, ingresaron a la Fundación para poder ordenar su vida y hoy tienen un lavadero mediante el cual subsisten.

Ubicado en Domecq García Norte 89, el Lavadero Reto es un espacio que los jóvenes utilizan para transmitir su experiencia de vida, al tiempo que generan un ingreso. “Somos un grupo de 7 jóvenes, hay tres encargados y un matrimonio que nos guía. Pertenecemos a un centro cristiano, gratuito, donde hoy podemos ayudar a las personas como un día nos ayudaron a nosotros. Hoy sentimos que podemos ser útiles en las manos de Dios”, dijo Enzo, quien relató parte de su experiencia con la droga y espera ser parte del camino de aquellos que aún no pueden dejarla.

Cambio de vida

En todo momento hacen referencia a su logro, a su elección de querer salir adelante y ese es el mensaje que les interesa transmitir. No sólo para ellos, sino para los demás, porque alientan a que otros jóvenes se acerquen, y pidan ayuda si la necesitan.

Enzo no dudó en compartir su historia, y así relató que tuvo problemas con las drogas y el alcohol, “consumí por 6 años, desde que era chico. Cuando tenía 9 años me empecé a escapar de mi casa, y el juntarme con gente que no tenía que juntarme, la curiosidad me llevó a consumirlo”, dijo.

Agregó: “me agarró una sobredosis muchos años después y a los 14 me quise suicidar. Ahí fue cuando toqué fondo y dije, quiero cambiar, ya no puedo vivir más así. Perdí la confianza, el respeto de mi familia, y prácticamente estaba en la calle. Eso me llevó a pedir ayuda, y encontré un lugar en Córdoba, aunque no tenía ganas de irme de Tucumán fui a internarme con un hermano mayor que me siguió, y hoy hace 9 años que estoy en la Fundación”, señaló Enzo, orgulloso del lugar donde se encuentra hoy.

Mensaje de esperanza

El lavadero de autos es una forma de comunicarse para ellos “nosotros más allá de lavar autos, de brindar un servicio, hablamos con la gente. Lo usamos como una herramienta para poder anunciar el Evangelio, no como unos fanáticos, sino como personas que hoy podemos dar testimonio de lo que para nosotros fue un cambio de vida. Hoy podemos decir que para nosotros Jesús puede cambiar la vida de las personas”, destacó, sin dejar de mencionar que es una fuente de trabajo para que pueda ingresar dinero que ayuda a mantener la fundación, el día a día de las personas que la componen.

Hace casi dos meses que funciona el lavadero, y apelan al crecimiento. “La gente respeta mucho nuestro mensaje, la verdad que nos hemos encontrado con buena predisposición. Nosotros queremos compartir lo que nos pasó. También vemos mucha necesidad, y por eso hablamos con ellos, nos responden con respeto y no se ofenden si les regalamos una Biblia, por ejemplo”, remarcó Enzo.

La experiencia en Madryn

A sólo siete meses de asentarse en la ciudad portuaria, destacaron el acompañamiento de las Iglesias Evangelistas que los ayudaron y convocaron para dar su testimonio. Sobre todo destacaron que no pretenden molestar sino ganarse la vida y compartir su mensaje de fe y esperanza. “Nosotros queremos estar acá, trabajar, y ayudar al otro porque nosotros estuvimos en la misma condición un día”, remarcó Enzo.

En la ciudad, la Fundación se encuentra en España al 2050, y desde allí organizan sus trabajos, que no sólo son en el Lavadero de autos sino que también hacen jardinería, albañilería, entre otras actividades para generar ingresos.


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