Esquel: la pizzería que cocinaba la marihuana y otros datos inéditos

Se conocieron reveladores detalles en torno a la organización que se dedicaba a la producción, venta y recaudación en la cordillera producto del cultivo de marihuana. Se supo cómo era la cocina de marihuana y cómo era el método para su distribución en la comarca andina. La ganancia del comercio.

24 ABR 2014 - 21:57 | Actualizado

Por Antonio Sayavedra

Una clave para completar las pruebas contra la organización que recibió un golpe antidrogas en Esquel y Trevelin fue “Otto Pizza”, local de Belgrano al 500, que tal surge de los datos policiales usaría como pantalla “Quaker” Gáspari, de 26 años –también conocido como “Cachete”- quien sería el principal integrante del grupo para comercializar estupefacientes.

En ese comercio, la División Drogas de la Policía halló marihuana compactada, que era traída de afuera, ya que la producida aquí es de otras características. El jefe del área, Leonardo Bustos, seguía en la cordillera supervisando las actuaciones en el marco de los operativos simultáneos en ambas ciudades.

El funcionario destacó la tarea de la Brigada local y la apertura del juez federal de Esquel, Guido Otranto, que autorizó la investigación que incluyó escuchas telefónicas, centrales para los allanamientos tras cuatro meses de paciente trabajo de inteligencia.

Bustos se refirió a la diferencia de la droga descubierta en los procedimientos de Esquel y Trevelin con la detectada en la pizzería, que por su compactación se tiene que era traída de otros puntos del país. El allanamiento permitió saber que en el comercio se cortaba la marihuana y se fraccionaba, era el lugar de la cocina del estupefaciente y un punto de venta.

En la investigación se obtuvieron detalles de los clientes de la organización presuntamente liderada por Gáspari, pero aclaró que “no perseguimos a los consumidores sino que volcamos todo nuestro esfuerzo a neutralizar a quienes comercializan drogas”.

En la investigación la Policía hasta se habría valido del cruzamiento de datos con el padrón de contribuyentes del municipio y la AFIP, para comprobar que en el movimiento impositivo la pizzería no era rentable en el mismo nivel que el movimiento permanente de gente que se observaba en diversos horarios. La observación, filmaciones del lugar y escuchas llevaron al éxito de los procedimientos simultáneos.

Otranto decide

Confirmó Bustos que el principal responsable seguía detenido y el adelanto de Jornada de que hay una mujer involucrada (hermana de Gáspari). No se descarta que el juez Otranto ordene más detenciones. En el caso de la mujer hay dificultades ya que ni en Esquel ni en la zona hay lugar específico para detención de damas.

También facilitó la contundencia de los procedimientos, el acto de “corte”, como se lo denomina en la jerga, que es cuando se aguarda que al vendedor se le acerque un cliente para caerle en la intercepción. Ocurrió el miércoles en Don Bosco al 500, cuando Gáspari estaba comercializando, y los patrulleros impidieron el paso de su automóvil Clío beige.

En cuanto a la cantidad secuestrada en los operativos de Esquel y Trevelin, la marihuana compactada en ladrillos pesaba más de 2 kilos, a lo que se suman 9 plantas, hojas y cannabis sativa fraccionada, que hacían 3 kilos.

En Trevelin las plantas alcanzaban hasta los 2 metros de altura, y en un recipiente hallaron hojas listas para el procesamiento. Para graficar el comercio que habría montado el detenido “Cachete” Gáspari, Bustos dijo que trabajaban “como una pyme familiar, y la pantalla era la pizzería”.

La cocina por dentro

Los policías dudan en cómo llamar al operativo: “Quaker” por el alias de Gáspari; “Marihuana, o “Muzarella”. La mujer involucrada vive en Trevelin, se llama Mariana y es hermana de Gáspari. También sería vinculada a la banda la novia de “Cachete”. El mismo miércoles a la tarde secuestraron otros elementos válidos para la causa en la casa de la madre de Gáspari, en Don Bosco al 30, entre ellos “tuqueras”.

En la casa de Gáspari, en el pasaje Inacayal de barrio Buenos Aires, descubrieron un espacio muy estrecho donde se hacía un tratamiento para preservar las plantas de marihuana: dos lámparas de 500 wats, un caloventor y un temporizador, de manera de controlar una temperatura acorde para el normal desarrollo de las plantaciones. Había entre 8 y 10 plantas, y el cuarto tenía orificios tapados con papel aluminio, para que no ingresara luz natural.

En la pizzería

El local de la pizzería era la cocina de la droga. La División Drogas halló una clásica cocina narco con balanzas, elementos para cortar, ladrillos de marihuana, bultos más chicos, y hasta un listado en el que se anotaban los clientes y el monto de la venta.

Parece que la recaudación venía bien porque compraba el kilo de marihuana a 10 mil pesos y vendía esa cantidad estimativamente en 30 mil pesos; se deduce que por la venta de los casi 3 kilos recaudaría unos 90 mil pesos.

En la mesa en la que teóricamente se preparaban las pizzas no vieron los policías nada semejante a esa tarea, pues se usaba para trabajar la droga en la cocina. Por las dudas guardaban droga en el freezer.

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24 ABR 2014 - 21:57

Por Antonio Sayavedra

Una clave para completar las pruebas contra la organización que recibió un golpe antidrogas en Esquel y Trevelin fue “Otto Pizza”, local de Belgrano al 500, que tal surge de los datos policiales usaría como pantalla “Quaker” Gáspari, de 26 años –también conocido como “Cachete”- quien sería el principal integrante del grupo para comercializar estupefacientes.

En ese comercio, la División Drogas de la Policía halló marihuana compactada, que era traída de afuera, ya que la producida aquí es de otras características. El jefe del área, Leonardo Bustos, seguía en la cordillera supervisando las actuaciones en el marco de los operativos simultáneos en ambas ciudades.

El funcionario destacó la tarea de la Brigada local y la apertura del juez federal de Esquel, Guido Otranto, que autorizó la investigación que incluyó escuchas telefónicas, centrales para los allanamientos tras cuatro meses de paciente trabajo de inteligencia.

Bustos se refirió a la diferencia de la droga descubierta en los procedimientos de Esquel y Trevelin con la detectada en la pizzería, que por su compactación se tiene que era traída de otros puntos del país. El allanamiento permitió saber que en el comercio se cortaba la marihuana y se fraccionaba, era el lugar de la cocina del estupefaciente y un punto de venta.

En la investigación se obtuvieron detalles de los clientes de la organización presuntamente liderada por Gáspari, pero aclaró que “no perseguimos a los consumidores sino que volcamos todo nuestro esfuerzo a neutralizar a quienes comercializan drogas”.

En la investigación la Policía hasta se habría valido del cruzamiento de datos con el padrón de contribuyentes del municipio y la AFIP, para comprobar que en el movimiento impositivo la pizzería no era rentable en el mismo nivel que el movimiento permanente de gente que se observaba en diversos horarios. La observación, filmaciones del lugar y escuchas llevaron al éxito de los procedimientos simultáneos.

Otranto decide

Confirmó Bustos que el principal responsable seguía detenido y el adelanto de Jornada de que hay una mujer involucrada (hermana de Gáspari). No se descarta que el juez Otranto ordene más detenciones. En el caso de la mujer hay dificultades ya que ni en Esquel ni en la zona hay lugar específico para detención de damas.

También facilitó la contundencia de los procedimientos, el acto de “corte”, como se lo denomina en la jerga, que es cuando se aguarda que al vendedor se le acerque un cliente para caerle en la intercepción. Ocurrió el miércoles en Don Bosco al 500, cuando Gáspari estaba comercializando, y los patrulleros impidieron el paso de su automóvil Clío beige.

En cuanto a la cantidad secuestrada en los operativos de Esquel y Trevelin, la marihuana compactada en ladrillos pesaba más de 2 kilos, a lo que se suman 9 plantas, hojas y cannabis sativa fraccionada, que hacían 3 kilos.

En Trevelin las plantas alcanzaban hasta los 2 metros de altura, y en un recipiente hallaron hojas listas para el procesamiento. Para graficar el comercio que habría montado el detenido “Cachete” Gáspari, Bustos dijo que trabajaban “como una pyme familiar, y la pantalla era la pizzería”.

La cocina por dentro

Los policías dudan en cómo llamar al operativo: “Quaker” por el alias de Gáspari; “Marihuana, o “Muzarella”. La mujer involucrada vive en Trevelin, se llama Mariana y es hermana de Gáspari. También sería vinculada a la banda la novia de “Cachete”. El mismo miércoles a la tarde secuestraron otros elementos válidos para la causa en la casa de la madre de Gáspari, en Don Bosco al 30, entre ellos “tuqueras”.

En la casa de Gáspari, en el pasaje Inacayal de barrio Buenos Aires, descubrieron un espacio muy estrecho donde se hacía un tratamiento para preservar las plantas de marihuana: dos lámparas de 500 wats, un caloventor y un temporizador, de manera de controlar una temperatura acorde para el normal desarrollo de las plantaciones. Había entre 8 y 10 plantas, y el cuarto tenía orificios tapados con papel aluminio, para que no ingresara luz natural.

En la pizzería

El local de la pizzería era la cocina de la droga. La División Drogas halló una clásica cocina narco con balanzas, elementos para cortar, ladrillos de marihuana, bultos más chicos, y hasta un listado en el que se anotaban los clientes y el monto de la venta.

Parece que la recaudación venía bien porque compraba el kilo de marihuana a 10 mil pesos y vendía esa cantidad estimativamente en 30 mil pesos; se deduce que por la venta de los casi 3 kilos recaudaría unos 90 mil pesos.

En la mesa en la que teóricamente se preparaban las pizzas no vieron los policías nada semejante a esa tarea, pues se usaba para trabajar la droga en la cocina. Por las dudas guardaban droga en el freezer.


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