Una madre llora a sus tres hijos asesinados, vive amenazada y pide que se haga justicia

Es Diana Mercedes Montesino. En tres años, mataron a tres de sus hijos. Los últimos dos en el transcurso de un mes. Pide que la escuchen antes que sigan las muertes. Y asegura que todo se debe a una venganza.

24 MAY 2014 - 22:15 | Actualizado

A Diana Mercedes Montesino le asesinaron tres hijos en tres años. Los últimos dos, en un mes. Tiene tanto dolor que no sabe cómo seguir adelante. Sin embargo, hay una palabra que repite hasta el cansancio: justicia. Vive con su marido Romeo Cosme del Campo Epulef de 54 años en el ingreso al barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia. Y no sólo deben convivir con su dolor: también con las amenazas que viven de manera contínua.

“Es todo por venganza. Si seguimos así, como alguna vez dijo Diego nos van a matar a todos” le dijo Mercedes a Jornada. “Pido que alguien termine con toda esta pesadilla que está viviendo mi familia. No podemos más”.

La historia que cuenta es increíble. Todo comenzó en marzo de 2010. Su hija Nadia estaba noviando con Damián Vera. Algo pasó entre los dos y Vera llegó hasta la casa con un revólver, de madrugada y empezó a los tiros. Iba a matar a su novia, pero mató a su hermana Eliana que hacía poco tiempo y con un bebé de 6 meses había llegado desde Mendoza donde residía.

El primer gran dolor para la familia que intentó reponerse del golpe, pero no pudo. El 27 de agosto del año pasado Hugo Epulef recibe una golpiza en plena calle. Lo dejaron desnudo. Lo acusaban de “buchón” por haber declarado en contra de Vera en el juicio en el cual le dieron 14 años de cárcel. Durante ese juicio comenzaron las disputas entre las familias.

A mediados de setiembre del año pasado, Franco Epulef estaba en un boliche de Comodoro Rivadavia. Comenzaron a amenazarlo. Llamó a su hermano Diego para que vaya a ayudarlo. Diego fue y ambos lograron escapar por una calle. Pero los agresores los alcanzaron. Y mataron de un tiro a Franco en plena calle.

Diego y toda su familia salieron a la calle a pedir justicia. Cuando se realizó una marcha por Yasmin Chacoma, violada y asesinada en Comodoro Rivadavia, Diego le dijo a Jornada: “No tenemos protección, mi mamá está cansada de ir a la policía y nadie la escucha. Me van a matar a mí y a todos”.

Diego estaba anticipando su propia muerte. Porque un mes después, llegaron a su casa buscando venganza y queriendo matar a Hugo. Diego salió a la calle. No dudaron en dispararle. Lo mataron. Había pasado sólo un mes del asesinato a tiros de Franco. Parece una historia de ficción. Pero no lo es: es una realidad que está pasando hoy en Comodoro Rivadavia.

“Nosotros vivimos amenazados. Ahora dejaron libre al presunto asesino de Diego. Mi hija vio todo, pero nadie le cree. Creemos que va a volver. Queremos que nos protejan, irnos del barrio. Porque aquí parece que nosotros somos los asesinos y no las víctimas. ¿Qué va a esperar la justicia, que me maten a mi o a otro hijo?, se pregunta Mercedes.

El matrimonio de Mercedes y Romeo tuvo siete hijos. A tres los mataron. Viven Yesica de 32 años, Hugo de 26, Nadia de 23 y Johana de 21. Además, en la casa del Abásolo el matrimonio cuida a dos nietos que se quedaron sin mamá y sin papá: Diana de 4 años, hija de Eliana y Luna de 5 hija de Diego.

“Mis nietitos están conmigo. Tratamos de darles todo el amor ausente de sus padres. No se si alcanza, pero tratamos de hacerlo”, confiesa Mercedes. También asegura que no saben si salir a la calle. Su marido es albañil, hace changas y con eso sobreviven. Pero lo que más los aterroriza son las amenazas. “Es cosa de todos los días, ya no sabemos qué hacer. Queremos que alguien termine con esta locura porque de esta manera, vivir es un suplicio”.

Diego, el último de sus hijos que fue asesinado, era un militante de la vida. Luchaba por esclarecer el crimen de sus dos hermanos y también tenía contactos con las Madres de Plaza de Mayo. Cuando habló con Jornada, en la marcha de Yasmín, portaba una bandera en la cual pedía justicia por su hermano Franco asesinado un día antes y culpaba a un sujeto de apellido Levián que fue detenido. El juicio por el crimen de Franco comienza el 9 de junio en Comodoro Rivadavia. Y nadie puede imaginar lo que puede pasar en las audiencias.

La abogada de la familia, Verónica Heredia culpa a la policía y a la justicia de lo que está pasando. “Nadie cuida a esta familia. Los fiscales no tienen acusaciones firmes. Y los jueces tratan a las víctimas como si fueran los victimarios”, le dijo a Jornada. Y agregó: “Y además yo creo que los tres crímenes van a quedar impunes”.

Mercedes dice con seguridad que los asesinos de sus hijos están todos identificados. Pero que duda que paguen por lo que hicieron. “Ya dejaron libre a uno y a otro le dieron una pena menor. Y yo no tengo a mis hijos conmigo. Esta es una cruz muy pesada para nosotros. Estoy dando un grito pidiendo ayuda y espero que alguien me escuche. ¿A cuántos más tienen que matar?, se pregunta.

A los tres hermanos los mataron a balazos. A Eliana y Diego en la puerta de su propia casa. Cuando asesinaron a la chica, el agresor disparó al menos 13 tiros. Uno dio en el abdomen de Eliana. Fue un disparo mortal. Diego también fue herido de muerte en la puerta de su vivienda, cuando salió después de escuchar algunos tiros. Bajaron de un auto (que la justicia tiene secuestrado) y prácticamente lo ejecutaron. Las balas no eran para él sino para su hermano. El destino quiso que muera, que ya no pueda levantar las banderas pidiendo justicia y que agregara un dolor más a una familia que a gritos, está pidiendo justicia.

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24 MAY 2014 - 22:15

A Diana Mercedes Montesino le asesinaron tres hijos en tres años. Los últimos dos, en un mes. Tiene tanto dolor que no sabe cómo seguir adelante. Sin embargo, hay una palabra que repite hasta el cansancio: justicia. Vive con su marido Romeo Cosme del Campo Epulef de 54 años en el ingreso al barrio Máximo Abásolo de Comodoro Rivadavia. Y no sólo deben convivir con su dolor: también con las amenazas que viven de manera contínua.

“Es todo por venganza. Si seguimos así, como alguna vez dijo Diego nos van a matar a todos” le dijo Mercedes a Jornada. “Pido que alguien termine con toda esta pesadilla que está viviendo mi familia. No podemos más”.

La historia que cuenta es increíble. Todo comenzó en marzo de 2010. Su hija Nadia estaba noviando con Damián Vera. Algo pasó entre los dos y Vera llegó hasta la casa con un revólver, de madrugada y empezó a los tiros. Iba a matar a su novia, pero mató a su hermana Eliana que hacía poco tiempo y con un bebé de 6 meses había llegado desde Mendoza donde residía.

El primer gran dolor para la familia que intentó reponerse del golpe, pero no pudo. El 27 de agosto del año pasado Hugo Epulef recibe una golpiza en plena calle. Lo dejaron desnudo. Lo acusaban de “buchón” por haber declarado en contra de Vera en el juicio en el cual le dieron 14 años de cárcel. Durante ese juicio comenzaron las disputas entre las familias.

A mediados de setiembre del año pasado, Franco Epulef estaba en un boliche de Comodoro Rivadavia. Comenzaron a amenazarlo. Llamó a su hermano Diego para que vaya a ayudarlo. Diego fue y ambos lograron escapar por una calle. Pero los agresores los alcanzaron. Y mataron de un tiro a Franco en plena calle.

Diego y toda su familia salieron a la calle a pedir justicia. Cuando se realizó una marcha por Yasmin Chacoma, violada y asesinada en Comodoro Rivadavia, Diego le dijo a Jornada: “No tenemos protección, mi mamá está cansada de ir a la policía y nadie la escucha. Me van a matar a mí y a todos”.

Diego estaba anticipando su propia muerte. Porque un mes después, llegaron a su casa buscando venganza y queriendo matar a Hugo. Diego salió a la calle. No dudaron en dispararle. Lo mataron. Había pasado sólo un mes del asesinato a tiros de Franco. Parece una historia de ficción. Pero no lo es: es una realidad que está pasando hoy en Comodoro Rivadavia.

“Nosotros vivimos amenazados. Ahora dejaron libre al presunto asesino de Diego. Mi hija vio todo, pero nadie le cree. Creemos que va a volver. Queremos que nos protejan, irnos del barrio. Porque aquí parece que nosotros somos los asesinos y no las víctimas. ¿Qué va a esperar la justicia, que me maten a mi o a otro hijo?, se pregunta Mercedes.

El matrimonio de Mercedes y Romeo tuvo siete hijos. A tres los mataron. Viven Yesica de 32 años, Hugo de 26, Nadia de 23 y Johana de 21. Además, en la casa del Abásolo el matrimonio cuida a dos nietos que se quedaron sin mamá y sin papá: Diana de 4 años, hija de Eliana y Luna de 5 hija de Diego.

“Mis nietitos están conmigo. Tratamos de darles todo el amor ausente de sus padres. No se si alcanza, pero tratamos de hacerlo”, confiesa Mercedes. También asegura que no saben si salir a la calle. Su marido es albañil, hace changas y con eso sobreviven. Pero lo que más los aterroriza son las amenazas. “Es cosa de todos los días, ya no sabemos qué hacer. Queremos que alguien termine con esta locura porque de esta manera, vivir es un suplicio”.

Diego, el último de sus hijos que fue asesinado, era un militante de la vida. Luchaba por esclarecer el crimen de sus dos hermanos y también tenía contactos con las Madres de Plaza de Mayo. Cuando habló con Jornada, en la marcha de Yasmín, portaba una bandera en la cual pedía justicia por su hermano Franco asesinado un día antes y culpaba a un sujeto de apellido Levián que fue detenido. El juicio por el crimen de Franco comienza el 9 de junio en Comodoro Rivadavia. Y nadie puede imaginar lo que puede pasar en las audiencias.

La abogada de la familia, Verónica Heredia culpa a la policía y a la justicia de lo que está pasando. “Nadie cuida a esta familia. Los fiscales no tienen acusaciones firmes. Y los jueces tratan a las víctimas como si fueran los victimarios”, le dijo a Jornada. Y agregó: “Y además yo creo que los tres crímenes van a quedar impunes”.

Mercedes dice con seguridad que los asesinos de sus hijos están todos identificados. Pero que duda que paguen por lo que hicieron. “Ya dejaron libre a uno y a otro le dieron una pena menor. Y yo no tengo a mis hijos conmigo. Esta es una cruz muy pesada para nosotros. Estoy dando un grito pidiendo ayuda y espero que alguien me escuche. ¿A cuántos más tienen que matar?, se pregunta.

A los tres hermanos los mataron a balazos. A Eliana y Diego en la puerta de su propia casa. Cuando asesinaron a la chica, el agresor disparó al menos 13 tiros. Uno dio en el abdomen de Eliana. Fue un disparo mortal. Diego también fue herido de muerte en la puerta de su vivienda, cuando salió después de escuchar algunos tiros. Bajaron de un auto (que la justicia tiene secuestrado) y prácticamente lo ejecutaron. Las balas no eran para él sino para su hermano. El destino quiso que muera, que ya no pueda levantar las banderas pidiendo justicia y que agregara un dolor más a una familia que a gritos, está pidiendo justicia.


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