“Si con 36 años ya me resigno a no pelear por Sarmiento, sería un fracaso hasta como persona”

Mano a mano con Sebastián Balochi, intendente sureño.

15 JUN 2014 - 22:44 | Actualizado

Por Raúl Bonilla

-¿Cómo observa la intensificación de la actividad petrolera, teniendo en cuenta el lugar importante de Sarmiento en la Cuenca del Golfo San Jorge?

-Con un futuro alentador. Dentro de unos años la matriz productiva que fueron la agricultura y la ganadería va a ir cambiando. Esto no significa que va a desaparecer porque somos un valle de 44 mil hectáreas que todavía tiene un potencial de desarrollo extraordinario. El enorme desafío es generar mano de obra especializada con la incorporación de tecnología a los yacimientos. Además Sarmiento tiene una gran oportunidad por el poco impacto ambiental. También está la posibilidad de una centralidad por la gran ventaja de estar ubicada en un lugar estratégico. Esto no significa que también podemos desarrollar nuestra verdadera identidad con relación a los hidrocarburos. Trabajamos fuerte en conformar un polo de servicios que albergará un parque industrial que nos permitirá brindar un potencial de servicios para la actividad

-¿Reclamó más regalías?

-Sarmiento tiene que hacerse un lugar en todos los ámbitos políticos e institucionales y en los debates de temas de mucho interese debe tomar una posición. Tengo la responsabilidad de defender lo más fidedignamente los intereses de los sarmientinos y eso formó parte de las discusiones. No de las decisiones del contexto provincial para con los municipios, pero sí al menos participar para corregir las cuestiones que deben modificarse. Si mañana se deciden cuestiones de la política petrolera dentro del Departamento y ejido municipal de Sarmiento, es mi obligación participar.

Si eso se conjuga con la posibilidad de una renta diferenciada, bienvenida. Esto surgió también gracias al marco regulatorio y nos lo merecíamos. Sarmiento no tiene que ver en la historia petrolera desde el 2014, sino que hay una historia detrás del petróleo. En el área marginal Colhue Huapi se está trabajando y eso habla de una historia y si bien las inversiones de la industria petrolera se fueron para otros lados, hoy lo tenemos a 20 kilóemtros y debemos tener muy claro hacia dónde debemos ir.

-¿A Sarmiento se la dejó de lado?

-Hay un poco de todo. No se puede decir siempre que la culpa es de los otros. Todo tiene que ver con responsabilidades compartidas. También hay que ver que los responsables políticos institucionales nunca tuvieron un posicionamiento firme con relación a la política de hidrocarburos.

No sólo en reclamar cuánto más nos van a dar, sino cuál será la participación de Sarmiento en las políticas que impacten en el tiempo. Si mañana decide en desarrollar fuerte las zonas marginales o analizar de otra manera la forma de liquidación de las regalías por esas áreas, eso implicará un mayor crecimiento poblacional y por ende una mayor demanda en todo lo social y los servicios. Entonces el que no haya habido un posicionamiento firme, hace que hoy no te llamen a participar en el momento de las discusiones concretas. Incluso se dio poca presencia gremial.

Hoy felizmente tenemos una delegación de los petroleros privados y eso es muy bueno porque se tiene representación institucional del sector del trabajo y empresario porque hay muchas pymes que son proveedoras de las operadoras. Esto habla de la capacidad de trabajo que tienen los sarmientinos. Si logramos darle fuerza a este marco institucional en el espectro hidrocarburífero el futuro de Sarmiento es extraordinario.

Influencias

-¿Influyó la Ley Corta?

-Sin duda, porque ahora podemos discutir pautas de la actividad hidrocarburífera en el ámbito provincial ya que la provincia es la que maneja el recurso y en este marco la concesión de las áreas marginales impactaron fuerte en nuestra localidad. No sólo acrecentando la cantidad de trabajadores como en el caso de Cerro Negro, la UTE Petroquímica y Petrominera y también en YPF que tiene áreas en la zona. También tiene que ver con la gran expectativa de desarrollo de una región que ni empieza ni termina en Sarmiento, pero que la incluye definitivamente.

-¿La Ley Provincial de Hidrocarburos marcó un antes y un después?

-Seguramente. Permitió el reconocimiento de una discusión de larga data que muchas veces se mezcló con la necesidad de reformar la Ley de Coparticipación. Los municipios que convivimos con la actividad cuando hablábamos del tema de los hidrocarburos siempre dijimos hay que modificar la Ley de Coparticipación. Esto ahora permitió tener una visión distinta a partir del reconocimiento de una renta diferencial que se reparte con los municipios de la cuenca y que tienen que ver con reconocer que tenemos que convivir con el impacto de la actividad.

Si bien nuestra región comparte su riqueza con toda la provincia el impacto ambiental queda acá. Y genera la necesidad de mayores servicios sociales y de infraestructura. La gente ve una expectativa laboral en nuestras ciudades y generando una gran afluencia de personas con todo lo que ello implica. No es lo mismo vivir de la renta del turismo. La actividad hidrocarburífera es contaminante pero la tecnología llevó a que el impacto sea mucho menor que muchos años atrás. La ley permitió oxigenar con fondos a los municipios para atacar esta mayor demanda de infraestructura social y productiva.

Rica

-¿Ahora Sarmiento es una ciudad rica?

-En recursos humanos sí porque su población, de 17 mil habitantes, es excepcional. Es una ciudad con expectativas y con mucho futuro. Será realmente rica cuando tenga la posibilidad de discutir seriamente en la mesa donde se decidan política públicas importantes para la región vinculadas con los recursos naturales que están dentro de Sarmiento como lo es el agua, petróleo y gas. Hoy tiene la mayor reserva y es el mayor productor de gas de la región y en este aspecto también está muy bien posicionada a nivel país.

Definiciones

-¿Qué se hace con esa falta de representatividad?

-Totalmente va mi vida en ello. Detrás mío está toda una comunidad con el mismo objetivo y que no le quepa duda que la lograremos. Nos estamos haciendo sentir y eso es bueno. Queremos estar presente en todas las discusiones que nos involucren, no enterarnos por terceros o informes que nos suministre el gobierno de turno.

Aspiro que se abra un camino de diálogo y oportunidades para un Sarmiento que tiene mucho futuro. Tengo buena relación con todos pero no dejo de reclamar por los intereses de mi ciudad que crece y todos deben entender que en la discusión por su futuro tenemos que ser parte. Tengo 36 años y si como intendente me resigno a no pelear por tener esa representatividad y por ende por el bienestar de mi pueblo; en el que crecí, no tiene sentido que siga en política porque sería un fracaso hasta como persona. Eso jamás.

-¿Cómo define a Sarmiento?

-Un lugar extraordinario. Será en los próximo 10 o 20 años la que más va a crecer y no va a perder nunca su identidad agrícola ganadera.

Una ciudad que sabe que la oportunidad real de desarrollo viene de la mano de los hidrocarburos y hay una gran conciencia colectiva de que tenemos la posibilidad de poder vivir en un lugar sin los problemas sociales de otras ciudades.

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15 JUN 2014 - 22:44

Por Raúl Bonilla

-¿Cómo observa la intensificación de la actividad petrolera, teniendo en cuenta el lugar importante de Sarmiento en la Cuenca del Golfo San Jorge?

-Con un futuro alentador. Dentro de unos años la matriz productiva que fueron la agricultura y la ganadería va a ir cambiando. Esto no significa que va a desaparecer porque somos un valle de 44 mil hectáreas que todavía tiene un potencial de desarrollo extraordinario. El enorme desafío es generar mano de obra especializada con la incorporación de tecnología a los yacimientos. Además Sarmiento tiene una gran oportunidad por el poco impacto ambiental. También está la posibilidad de una centralidad por la gran ventaja de estar ubicada en un lugar estratégico. Esto no significa que también podemos desarrollar nuestra verdadera identidad con relación a los hidrocarburos. Trabajamos fuerte en conformar un polo de servicios que albergará un parque industrial que nos permitirá brindar un potencial de servicios para la actividad

-¿Reclamó más regalías?

-Sarmiento tiene que hacerse un lugar en todos los ámbitos políticos e institucionales y en los debates de temas de mucho interese debe tomar una posición. Tengo la responsabilidad de defender lo más fidedignamente los intereses de los sarmientinos y eso formó parte de las discusiones. No de las decisiones del contexto provincial para con los municipios, pero sí al menos participar para corregir las cuestiones que deben modificarse. Si mañana se deciden cuestiones de la política petrolera dentro del Departamento y ejido municipal de Sarmiento, es mi obligación participar.

Si eso se conjuga con la posibilidad de una renta diferenciada, bienvenida. Esto surgió también gracias al marco regulatorio y nos lo merecíamos. Sarmiento no tiene que ver en la historia petrolera desde el 2014, sino que hay una historia detrás del petróleo. En el área marginal Colhue Huapi se está trabajando y eso habla de una historia y si bien las inversiones de la industria petrolera se fueron para otros lados, hoy lo tenemos a 20 kilóemtros y debemos tener muy claro hacia dónde debemos ir.

-¿A Sarmiento se la dejó de lado?

-Hay un poco de todo. No se puede decir siempre que la culpa es de los otros. Todo tiene que ver con responsabilidades compartidas. También hay que ver que los responsables políticos institucionales nunca tuvieron un posicionamiento firme con relación a la política de hidrocarburos.

No sólo en reclamar cuánto más nos van a dar, sino cuál será la participación de Sarmiento en las políticas que impacten en el tiempo. Si mañana decide en desarrollar fuerte las zonas marginales o analizar de otra manera la forma de liquidación de las regalías por esas áreas, eso implicará un mayor crecimiento poblacional y por ende una mayor demanda en todo lo social y los servicios. Entonces el que no haya habido un posicionamiento firme, hace que hoy no te llamen a participar en el momento de las discusiones concretas. Incluso se dio poca presencia gremial.

Hoy felizmente tenemos una delegación de los petroleros privados y eso es muy bueno porque se tiene representación institucional del sector del trabajo y empresario porque hay muchas pymes que son proveedoras de las operadoras. Esto habla de la capacidad de trabajo que tienen los sarmientinos. Si logramos darle fuerza a este marco institucional en el espectro hidrocarburífero el futuro de Sarmiento es extraordinario.

Influencias

-¿Influyó la Ley Corta?

-Sin duda, porque ahora podemos discutir pautas de la actividad hidrocarburífera en el ámbito provincial ya que la provincia es la que maneja el recurso y en este marco la concesión de las áreas marginales impactaron fuerte en nuestra localidad. No sólo acrecentando la cantidad de trabajadores como en el caso de Cerro Negro, la UTE Petroquímica y Petrominera y también en YPF que tiene áreas en la zona. También tiene que ver con la gran expectativa de desarrollo de una región que ni empieza ni termina en Sarmiento, pero que la incluye definitivamente.

-¿La Ley Provincial de Hidrocarburos marcó un antes y un después?

-Seguramente. Permitió el reconocimiento de una discusión de larga data que muchas veces se mezcló con la necesidad de reformar la Ley de Coparticipación. Los municipios que convivimos con la actividad cuando hablábamos del tema de los hidrocarburos siempre dijimos hay que modificar la Ley de Coparticipación. Esto ahora permitió tener una visión distinta a partir del reconocimiento de una renta diferencial que se reparte con los municipios de la cuenca y que tienen que ver con reconocer que tenemos que convivir con el impacto de la actividad.

Si bien nuestra región comparte su riqueza con toda la provincia el impacto ambiental queda acá. Y genera la necesidad de mayores servicios sociales y de infraestructura. La gente ve una expectativa laboral en nuestras ciudades y generando una gran afluencia de personas con todo lo que ello implica. No es lo mismo vivir de la renta del turismo. La actividad hidrocarburífera es contaminante pero la tecnología llevó a que el impacto sea mucho menor que muchos años atrás. La ley permitió oxigenar con fondos a los municipios para atacar esta mayor demanda de infraestructura social y productiva.

Rica

-¿Ahora Sarmiento es una ciudad rica?

-En recursos humanos sí porque su población, de 17 mil habitantes, es excepcional. Es una ciudad con expectativas y con mucho futuro. Será realmente rica cuando tenga la posibilidad de discutir seriamente en la mesa donde se decidan política públicas importantes para la región vinculadas con los recursos naturales que están dentro de Sarmiento como lo es el agua, petróleo y gas. Hoy tiene la mayor reserva y es el mayor productor de gas de la región y en este aspecto también está muy bien posicionada a nivel país.

Definiciones

-¿Qué se hace con esa falta de representatividad?

-Totalmente va mi vida en ello. Detrás mío está toda una comunidad con el mismo objetivo y que no le quepa duda que la lograremos. Nos estamos haciendo sentir y eso es bueno. Queremos estar presente en todas las discusiones que nos involucren, no enterarnos por terceros o informes que nos suministre el gobierno de turno.

Aspiro que se abra un camino de diálogo y oportunidades para un Sarmiento que tiene mucho futuro. Tengo buena relación con todos pero no dejo de reclamar por los intereses de mi ciudad que crece y todos deben entender que en la discusión por su futuro tenemos que ser parte. Tengo 36 años y si como intendente me resigno a no pelear por tener esa representatividad y por ende por el bienestar de mi pueblo; en el que crecí, no tiene sentido que siga en política porque sería un fracaso hasta como persona. Eso jamás.

-¿Cómo define a Sarmiento?

-Un lugar extraordinario. Será en los próximo 10 o 20 años la que más va a crecer y no va a perder nunca su identidad agrícola ganadera.

Una ciudad que sabe que la oportunidad real de desarrollo viene de la mano de los hidrocarburos y hay una gran conciencia colectiva de que tenemos la posibilidad de poder vivir en un lugar sin los problemas sociales de otras ciudades.


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