El presidente de Conarpesa, Fernando Álvarez, dijo que no habrá marcha atrás con el despido de 70 operarios de la planta de Rawson. “Yo no estoy dispuesto a seguir corriendo riesgos ni estar en manos de ellos de una forma caprichosa”.
El empresario aseguró que el conflicto se inició con la suspensión de un operario por reiteradas faltas. “La única realidad es por la suspensión de una persona, ni se la echó ni apercibió, es una suspensión, ¿qué quieren ahora? Si un tipo no viene a trabajar y al día siguiente no justifica la falta, ¿quieren que le invite a comer un asado?”, ironizó el titular de la compañía pesquera.
Álvarez afirmó que a principios de la semana pasada, tras la suspensión del operario en cuestión, “la gente en solidaridad con él o por orden o por instrucción del sindicato, no lo sé, se meten en el comedor y dicen que no quieren trabajar habiendo entrado un camión con langostino”.
Luego de conocer esa decisión pide el envío de la mercadería a Puerto Madryn para su procesamiento. “Pero ante tal medida se ponen delante del portón principal y no dejan salir el camión, entonces se hace una denuncia policial, empiezan a quemar gomas y tanto la Policía como un escribano constataron lo que ocurría”.
El empresario dijo que lo más grave ocurrió el miércoles por la noche. “Hacen salir a la gente de máquinas y apagan la sala con mercancía en las cámaras, cosa que es peligrosísima, porque eso va con amoníaco y hay un procedimiento para apagar y encenderlo, por lo que podría haber provocado una explosión y podríamos estar hablando de una desgracia, de gente muerta”.
Álvarez confirmó que la Fiscalía constató que la sala de máquinas estaba apagada y que había olor a amoníaco. Ante la continuidad de la medida y el impedimento de sacar el camión con langostino para su procesamiento en Madryn, Álvarez tomó “la determinación con mi abogado que ante la gravedad de las circunstancias, despida a todos los que están en esa actitud de fuerza, no hay nada más, es lo que pasó”.
El propietario de Conarpesa dijo que “hay cosas que no puedo comprender, no voy a permitir que se ponga en riesgo la seguridad de la gente, de las plantas o la conservación de la mercadería” y en ese contexto aseguró: “yo no soy rehén de nadie, ni pretendo que nadie lo sea”.
Hasta ayer a la mañana no habían recibido una notificación sobre la conciliación que habría decretado el Ministerio de Trabajo. “Sé que han decidido actuar, llamaron muy preocupados por el tema, les dijimos la salvajada que había pasado y por lo que he leído también que nosotros no tenemos notificación, hay una conciliación para el miércoles. Pero no la voy a acatar, no retrotraigo la medida, con semejante salvajada lo que han hecho, no estoy dispuesto a seguir corriendo riesgos”.
El presidente de Conarpesa, Fernando Álvarez, dijo que no habrá marcha atrás con el despido de 70 operarios de la planta de Rawson. “Yo no estoy dispuesto a seguir corriendo riesgos ni estar en manos de ellos de una forma caprichosa”.
El empresario aseguró que el conflicto se inició con la suspensión de un operario por reiteradas faltas. “La única realidad es por la suspensión de una persona, ni se la echó ni apercibió, es una suspensión, ¿qué quieren ahora? Si un tipo no viene a trabajar y al día siguiente no justifica la falta, ¿quieren que le invite a comer un asado?”, ironizó el titular de la compañía pesquera.
Álvarez afirmó que a principios de la semana pasada, tras la suspensión del operario en cuestión, “la gente en solidaridad con él o por orden o por instrucción del sindicato, no lo sé, se meten en el comedor y dicen que no quieren trabajar habiendo entrado un camión con langostino”.
Luego de conocer esa decisión pide el envío de la mercadería a Puerto Madryn para su procesamiento. “Pero ante tal medida se ponen delante del portón principal y no dejan salir el camión, entonces se hace una denuncia policial, empiezan a quemar gomas y tanto la Policía como un escribano constataron lo que ocurría”.
El empresario dijo que lo más grave ocurrió el miércoles por la noche. “Hacen salir a la gente de máquinas y apagan la sala con mercancía en las cámaras, cosa que es peligrosísima, porque eso va con amoníaco y hay un procedimiento para apagar y encenderlo, por lo que podría haber provocado una explosión y podríamos estar hablando de una desgracia, de gente muerta”.
Álvarez confirmó que la Fiscalía constató que la sala de máquinas estaba apagada y que había olor a amoníaco. Ante la continuidad de la medida y el impedimento de sacar el camión con langostino para su procesamiento en Madryn, Álvarez tomó “la determinación con mi abogado que ante la gravedad de las circunstancias, despida a todos los que están en esa actitud de fuerza, no hay nada más, es lo que pasó”.
El propietario de Conarpesa dijo que “hay cosas que no puedo comprender, no voy a permitir que se ponga en riesgo la seguridad de la gente, de las plantas o la conservación de la mercadería” y en ese contexto aseguró: “yo no soy rehén de nadie, ni pretendo que nadie lo sea”.
Hasta ayer a la mañana no habían recibido una notificación sobre la conciliación que habría decretado el Ministerio de Trabajo. “Sé que han decidido actuar, llamaron muy preocupados por el tema, les dijimos la salvajada que había pasado y por lo que he leído también que nosotros no tenemos notificación, hay una conciliación para el miércoles. Pero no la voy a acatar, no retrotraigo la medida, con semejante salvajada lo que han hecho, no estoy dispuesto a seguir corriendo riesgos”.